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lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Hundido? (Sobre "Un día peligroso")

Hola Santiago
Aca te envio una articulo de Gelman, que muestra desde hace meses quien busca ganar y qué con el cambio de política de Corea del Sur. Por otro lado, das por hecho que fue un anacrónico submarino de Corea del Norte el que hundió a una fragata surcoreana ultramoderna, con todas las sondas y antenas esmeriladas y puntiagudas. "Una investigacion independiente" formada por eeuu y corea del sur, llegó a esa sospechosísima conclusión, cerrando la inventigación a otras fuentes y países. Las fotos de los restos del o los torpedos aparecen totalmente oxidados, con el número de serie cambiado, y entre el ejemplar oxidado y el diagrama que mostraron en la conferencia de prensa, había importantes diferencias, que muestran "la seriedad" de la investigación. Luego esto que te comentaba que escribe Gelman. No es que nadie sepa quien gane. En un futuro una organización como wikileaks mostrará cuales eran las intenciones, cuales son las presiones, negociaciones y proyecciones que están haciendo actualmente los guerreristas de W, empezando por la Clinton, a la que habria que llamar la bestia parda de Honduras, para compensar su gélido blancor anglosajón, y el basquebolista que se come todos los codazos de su secretaria de guerra y de sus militares, como lo prueba el libro de Woodword (creo que lo escribo mal) Hay mucha información sobre Corea, los movimientos de eeuu en asia central, el cerco a china. Las crisis, para un imperio terminal, se amortiguan con guerras. Se patean para adelante, mientras nadie proteste demasiado.
Bueno un abrazo tito+/- Ver mas...






Estimado Santiago, tus notas me parecen siempre magníficas, sobre todo cuando desde hace años la prensa nacional se preocupa poco y nada de temas internacionales porque no se piensa a largo plazo. Por ejemplo, en la significación que pueden tener para nuestra economía las famosas tierras raras chinas que se utilizan para tecnologías de punta, o esas extrañas y secretas relaciones de sectores petroleros árabes como los Bin Laden con los Bush. Supongo que en esos juegos y contrajuegos está la verdadera trama del poder, y al respecto, un hecho que me hace pensar mucho es Wikileaks. Si EE.UU tiene la mejor inteligencia del mundo, sistemas espías de mail como éste, ya que tiene palabras caracteristicas, y muchos grandes hackers fueron contratados por los servicios de inteligencia para la famosa guerra cibernética ¿por qué simplemente no hace hackear la página desde Bangkok? Supongamos que Wikileaks es una página creada por la inteligencia norteamericana, o por un sector de las diez y pico de agencias de inteligenia que tiene; ¿a qué sector beneficia la información tontona que surge de wikileaks? Después de todo no es más que lo que se puede inferir leyendo muchos diarios. ¿No será que wikileaks está para advertir a algún sector, que si quiere puede dar verdadera información catastrófica sobre algo? Otra alternativa es que haya sido creada como instrumento de presión por la inteligencia israelí, que debe tener reinfiltrada la inteligencia norteamericana por razones de oportunidad. ¿Son concurrentes los intereses de israel con los de las grandes compañías petroleras? Preguntas que uno se hace.
Muchos saludos, Santiago.
Claudio R. Varela
Buenos Aires





Estimado santiago:
Me dirijo a usted, con respeto, consideracion y preocupacion; por su articulo publicado el dia 27 de noviembre del 2010 titulado UN DIA PELIGROSO. Esta comprobado de que norcorea no tiene la tecnologia para undir un buque tan moderno como el cheoan, si se toma el trabajo de recolectar bien la informacion, de rever este punto con informacion confiable, vera por usted mismo que Norcorea no tienen tecnologia suficiente para derribar al buque, de que el hecho fue un auto atentado, para adjudicarselo a norcorea, como parte una campaña de desprestigio. Norcorea no se adjudico ese hecho y pidio a surcorea una investigacion para esclareser el hecho, lo cual fue rechazado por surcorea. Le pido el favor que no se aga eco de las mentiras de EEUU y Sur Corea, que estan probocando constantemente a norcorea, faltando el respeto a su soberania y autodeterminacion. Este hecho no es aislado, tiene que ver con la ofensiva guerrerista de EEUU, los cuales frente a su crisis quieren resolverla atenazando aun mas al mundo con su poderio militar. Por favor tome en cuenta estas palabras para reveer su articulo, de un humilde lector, el cual no se molestaria en escribirle si tales informaciones no serian tan necesarias de aclararlas al publico lector en estos momentos tan dificiles para el mundo.
Saluda Atentamente Ezequiel Garofalo.





Muy bien Pacho pero sin estirar demasiado la imaginacion que te parece como hipotesis que
1) realmente son los Estados Unidos los que tienen el mayor interes en que las 2 Coreas se arreglen pues perderian su influencia en la region ( y sus bases militares) y el que probablemente saldria mas beneficiado seria China.
2) en una crisis terrible del sistema capitalista occidental y sin previsible salida ademas de ser concientes de su perdida de influencia mundial ( politica y economica) los Estados Unidos estarian dispuestos a generar un conflicto (si me undo yo se unden todos), no hay que olvidarse que muchas guerras comienzan por errores de calculo y no estoy seguro que le elite Americana (al menos algunos de ellos) tenga una vision muy clara de la realidadbsobre todo por tener demasiada confianza en su desarrollo tecnologico-militar.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Un día peligroso - Por Santiago O’Donnell


Hoy puede ser un día peligroso. Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron maniobras militares conjuntas para estas horas en la difusa frontera con Norcorea, en la misma isla de Yeonpyeong donde soldados de las dos Coreas se tirotearon esta semana, con un saldo de dos soldados surcoreanos muertos, dos civiles muertos y varios heridos más.

Si nos guiamos por la versión occidental, digamos, la versión dominante de lo que pasó, el tema es sencillo: el loco del dictador norcoreano decidió armar un lío porque quiere la atención de Estado Unidos, quiere que Estados Unidos le pague por desmontar su programa nuclear porque se viene el invierno y el dictador necesita guita para pasarlo. Dicen también que esto pasa porque el dictador está enfermo y está en marcha la sucesión con el hijo, y que el hijo debe mostrarse fuerte ante sus militares, porque se trata justamente de una dictadura militar hereditaria, con el Partido Comunista metido en el medio.+/- Ver mas...

Es lo que dicen sobre este episodio los expertos en Norcorea de las universidades de Corea del Sur y de Estados Unidos y los periodistas que cubren Norcorea desde Corea del Sur. Los expertos norcoreanos de Norcorea no aparecen por ningún lado. Lo que sale de ese lado son los comunicados de la agencia de noticias oficial. La versión norcoreana le apunta directamente a Estados Unidos y dice que el imperio los sigue provocando y que ellos van a responder. El problema con esta versión es que Estados Unidos y Corea del Sur lograron que “casi todos” los países del mundo condenen a Norcorea. Ellos dicen que son casi todos, pero nadie los contó. Eso sí, nadie condena a Estados Unidos ni a Corea del Sur.

Los voceros de Estados Unidos y Corea del Sur hacen notar con insistencia y preocupación que China no se ha sumado a la condena. China sacó un comunicado simplemente diciendo que todos los involucrados bajen un cambio. Claro, China es una potencia aún emergente que recién sale de un largo período de aislamiento, todavía está aprendiendo las reglas de juego para los países serios, lo que se llama “la comunidad internacional”, ya va a ir aprendiendo a condenar estos actos de violencia, señalan los preocupados voceros de Occidente. Curiosamente no dicen nada de Rusia, la otra potencia regional, que tampoco condena a Norcorea. Rusia está muy amiga de la OTAN; acaba de comprometerse a dar una mano en Afganistán, parece que en el tema coreano le dieron un pase.

Mientras tanto, nos enteramos por los diarios, Washington y Seúl les encomiendan a los diplomáticos norteamericanos y surcoreanos que hablen con los diplomáticos chinos para que les digan a los diplomáticos norcoreanos que le digan a su dictador que no vuelva a atacar. Se trata de una gestión secreta, dicen las fuentes diplomáticas a todo el mundo.

Todo muy lindo, pero esta versión no se condice del todo con los hechos, hechos que en este caso se pueden constatar porque las versiones de los dos lados son bastante coincidentes.

El ejército surcoreano estaba haciendo maniobras militares en una isla que está bajo control militar surcoreano, pero en un territorio en disputa. La isla de Yeonpyeong está habitada por una población civil que vive ahí desde antes de la guerra. Ocupa un límite difuso que no fue trazado cuando la guerra coreana terminó en 1953, sin vencedores ni vencidos, con un precario alto el fuego que nunca se asentó en un tratado de paz. Esa guerra terminó con dos superpotencias como Estados Unidos y China detrás de cada trinchera, jugándose el equilibrio de poder en el Lejano Oriente. Desde entonces Norcorea vive del comercio con China, vínculo a prueba de los boicots y sanciones que cada tanto consigue Washington en Naciones Unidas.

El martes pasado los norcoreanos intimaron a los surcoreanos a cesar sus maniobras y retirarse de la zona en disputa. Porque los que habían invadido la zona en disputa eran los surcorenos, mientras los norcoreanos permanecían en Norcorea. Al ser intimados, lejos de retirarse, los surcoreanos contestaron con una salva de artillería que aterrizó en aguas en disputa, lejos de las posiciones norcoreanas. Norcorea contestó atacando a cañonazos a los surcoreanos, los surcoreanos respondieron y se armó el tole tole: casas incendiadas, muertos, heridos graves, etc, etc.

Nadie dice que Norcorea estuvo bien, pero ¿cómo llegamos a esta situación? En 1998 el entonces presidente de Corea del Sur, Kim Dae-Jung, inició la llamada “política del Rayo de Sol” para acercarse a Norcorea. La política se llamaba así por una fábula de Esopo en la que el viento y el sol hacen una apuesta a ver quién le saca el tapado a un hombre. El viento sopla pero el hombre se aferra al tapado. En cambio cuando el sol hace brillar sus rayos el hombre se saca el tapado él solito.

La política del Rayo de Sol consistió en diversos gestos de distensión y apertura hacia el vecino del norte, incluyendo las primeras cumbres entre los presidentes de ambos países, la creación de un Ministerio de Unificación en el gobierno surcoreano, la reunificación de algunas familias, la creación de un parque industrial mixto y la explotación conjunta de un complejo turístico. Kim Dae-Jung murió en el 2009. Era una mezcla de Lula con Nelson Mandela: perseguido, encarcelado, exiliado y proscripto por “comunista” durante la Guerra Fría, llegó a la presidencia después de perder un par de elecciones. En el 2000 recibió el premio Nobel de la Paz por su defensa de los derechos humanos en Asia, pero sobre todo por su compromiso con la reunificación y la pacificación de la península coreana. Cumplió un término en la presidencia y se retiró de la política. Su sucesor, Roh Moo-Hyun (2003-2008), continuó la política de Rayo de Sol y se convirtió en el primer presidente surcoreano en cruzar la frontera en auto y recorrer Corea del Norte por tierra hasta reunirse con su par norcoreano, Kim Jong-Il, en Pyongyang. Durante la década que duró la política de Rayo de Sol, Corea del Sur proveyó ayuda humanitaria directa a sus vecinos del norte, invirtió 324 millones de dólares en el polo industrial y, por lo que pudo saberse, habría pagado sumas importantes para garantizar la presencia norcoreana en las cumbres presidenciales. No fueron años fáciles para los dos países, con los sectores duros buscando fogonear el enfrentamiento. Hubo algunas escaramuzas en alta mar, algunas pruebas misilísticas que no cayeron bien en Washington y diversos enfrentamientos y renegociaciones por el programa nuclear de Pyongyang. Pero nunca se llegó al nivel de tensión y peligro que se vive ahora.

Y eso que tanto Kim Dae-Jung como Roh Moo-Hyum debieron convivir con George Bush hijo en la Casa Blanca. Mientras ellos mandaban rayos de sol a Norcorea, Bush la ponía en la lista del Eje del Mal. Siendo que por diversos tratados Estados Unidos se ocupa de la defensa militar de Corea del Sur, por momentos la convivencia entre el cowboy de Texas y los pacifistas de Seúl se tornó incómoda.

En el 2008, justo cuando los estadounidenses se deshacían de Bush, los surcoreanos se declaraban insatisfechos con su seguridad y llevaban a la presidencia al derechista Lee Myung-bak. No bien asumió, Lee Myung-bak dio por terminada a la política de Rayo de Sol. Terminó la ayuda humanitaria incondicional y dijo que cualquier inversión futura en el parque industrial quedaría sujeta a la negociación por el programa nuclear norcoreano. El programa turístico quedó suspendido tras la muerte de un turista surcoreano, baleado por un centinela norcoreano en circunstancias no aclaradas.

Con Lee Myung-bak en el gobierno se intensificaron las maniobras militares en la frontera y el lenguaje crispado, y en marzo pasado un torpedo norcoreano hundió un buque de guerra surcoreano que navegaba aguas en disputa, causando la muerte de 42 marineros.

Así llegamos a los acontecimientos de esta semana. Más que la acción irracional o interesada de un dictador que está medio loco, esto se parece a una pelea de compadritos en la que los dos rivales se insultan, se pechan, se empujan y se mojan la oreja hasta que uno de los dos se va a las manos para ganar en el arrebato.

Ahora los norteamericanos y los surcoreanos están furiosos por el arrebato norcoreano. Dicen que hoy van a llenar la isla de milicos y se van a mover por todo el territorio en disputa y van a hacer todas las maniobras militares que se les ocurra y van a tirar cañonazos al agua y pasearse entre la población civil, y que ante la menor provocación, ante cualquier acto que pueda interpretarse como una agresión de Norcorea, ellos van a responder con toda la fuerza, una respuesta formidable, etc., etc. Y Norcorea ya contestó que no se les ocurra tocarles ni un pelo, ni pisar un centímetro de territorio norcoreano, que no vuelvan a provocarlos porque esta vez sí que van a responder en forma.

Sin embargo, según informa el Los Angeles Times, la gran mayoría de los surcoreanos están en contra de un conflicto armado con Norcorea. Los norcoreanos tampoco parecen muy interesados y de hecho son los que más han insistido con reanudar las llamadas negociaciones a seis bandas, que incluyen a las potencias de la región. Obama tampoco querrá comprarse otra guerra, por más que haya mandado a su portaaviones a marcar territorio.

Entonces estamos al borde de una guerra que nadie quiere. Hoy todos tienen que hacerse los malos, movilizar tropas, disparar amenazas, mostrar los dientes y esperar que no pase nada. Pero a veces cuando se juega al límite las cosas salen mal. A veces sale el sol y no pasa nada, a veces el sol no sale y llueven bombas.

Publicado en Página/12 el 28 de diciembre e 2010

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ayití (Sobre "No estamos en Haití")

Excelente tu articulo en Página 12 sobre Haití, Caro Santiago. A propósito del tema te envío este poema de mi aun inédito "Parte de guerra y otras anotaciones", como expresión de gratitud por tu trabajo en el tema.

recibe desde Italia un fuerte abrazo paisano

gabriel Impaglione

Ayití +/- Ver mas...

Tierra de altas montañas en cuyas cimas
apoya el luto su estructura de abismo
para llover después profundamente oscuro
como si un hueco desmesurado
ocupara los siglos.

Permítanme que cuente
un poco de su historia:

A sus costas llegó la ignominia,
infladas velas o demonios blancos,
de su vientre bajaron espadas y cañones
perros inciensos verdugos con azufre
y fue entonces muerte el nuevo gobierno
y se decretó exterminio.

No quedaron espaldas para el látigo
y del África trajeron el triste cargamento.
La codicia con filosa proa
abrió otra herida feroz en la isla.

De las naves entre hijos muertos y esclavos
bajó también la semilla del primer grito.

Con empuñados sueños rompieron los grilletes,
antorchacanto de volar se alzó en la noche,
cuando anidó en el humus la novena luna
se pobló la tierra de bandadas.

Ese basta de Ayití fue viento rojo,
pasó quemando yugos e imposibles
y levantó hacia el sur el gran ejército
de nuevas banderas y flamantes himnos.

Creo un porvenir de unidas manos.

Ayití la bautizarán un día los hermanos,
volverá el fuego original la siega urgente.

Será en Ayití en ruinas en duelo en rabiosa
hora el nuevo parto.

¿De las manos de tus doscientos mil muertos
te nacerán las alas?

¿Sacudirás la noche de tiranos y sátrapas
gerentes, verdugos, sanguijuelas,
y sembrarás de estrellas tu infinito?

Tal vez no podamos sujetar la tierra
inmovilizar su caprichosa cabalgadura,
pero sí celebrar la ronda en la hierba,
tender los surcos construir la casa.

Y te llamarás Ayití hija de tus hijos
media isla universal y pura.

Perla en cuya esencia la llama inexorable
gobernará los tiempos.







Hola, Santiago: muy buena tu nota sobre las elecciones en Haití de hoy. Un abrazo.

Ricardo López Dusil







Acabo de leer su articulo en Pagina 12, me gusto, me parece que se escucha muy poco analysis sobre este pais en este momento (o por lo menos no lo he visto).

Tambien recien note esto, que por ahi le interesa: es un articulo de Peter Hallward, en ingles, publicado a manera de epílogo a una reciente edicion de su importante libro sobre Haiti Damming the Flood. en el que trata entre otras el tema de las elecciones a venir.

Saludos,

Nicholas Csergo,

Londres.






Estimado colega:

He leído su nota sobre Haití y me pareció muy buena. Una síntesis histórica, además, de los principales acontecimientos políticos de la sufrida república.
También creo importante que por fin un periodista -usted, por caso- diga abiertamente cuál es el papel de los "eternizados" cascos azules, de los cuales forman parte un contingente argentino. En nuestro país, gobierno tras gobierno -incluido el actual- han querido convencer de su "misión humanitaria" cuando la realidad demuestra que constituyen una fuerza de ocupación. Es por eso que dentro de las posibles teorías que usted presenta acerca de los actuales levantamientos, yo adhiero a la del pueblo harto de este terrible y sanguinario manoseo de que es objeto. Pero claro: es más fácil atribuirlo a los nuevos "tonton macout" - sin negar las rémoras de los mismos- para justificar la represión.
Para finalizar, le dejo un pequeño cuento que me inspiró la fuerza e ingenio de las mujeres haitianas ante la enésima catátrofe sufrida el 13 de enero último con el devastador terremoto.

AMOR Y BARRO

"Entonces es martes, seguro, por lógica. En Haití, las cuatro semanas transcurridas desde el espantoso terremoto imposible que pasen inadvertidas. Hay tiempos que marcan hitos en las vidas de los seres humanos. También en las de Emile y sus dos pequeños. Esa mañana, sin casa ni comida, se sienta sobre una piedra. Saca de su mágico bolso sal, aceite y agua y los vierte sobre la tierra. Amasa incansable hasta formar pequeñas galletitas que dejará secar al sol. Emile está convencida que son nutritivas. Seguramente lo son. Porque "sólo el amor convierte en milagro el barro".Como canta Silvio..."

Un saludo cordial:

Lic. Susana Fernández
Periodista





Estimado Santiago, quería simplemente contarte que leí con mucho interés tu nota "Nos estamos en Haití". Hace un tiempo estudio la literatura de ese país en el marco de un doctorado en letras en la Universidad Nacional de Mar del Plata y, por lo tanto, intento estar lo más familiarizado que puedo con lo que ocurre en la isla. Saludos, Francisco Aiello.

No estamos en Haití - Por Santiago O’Donnell


No estamos en Haití y es bastante difícil imaginarse tanta miseria. Aun después de escuchar mil veces que es el país más pobre del hemisferio occidental, que un cuarto de la población vive con menos de un dólar por día, que nada crece en su tierra estéril, que no hay minas, que no hay industria, que no hay Estado, que casi no hay por dónde empezar. Encima de eso terremoto, cólera y elecciones el domingo que viene.

El domingo hay elecciones y Aristide las mira por tevé. Desde que fue derrocado en el 2004 los cascos azules de Naciones Unidas ocupan militarmente al país bajo el mando en el terreno de Brasil y el comando estratégico de Estados Unidos, operación en la que participan varios países de la región, incluida la Argentina. Al amparo de este poder René Préval cumple cinco años olvidables en el gobierno y el Consejo Electoral mantienen proscripto al movimiento Famni Lavalas, la principal fuerza política del país, y en el exilio en Sudáfrica a su líder, al cura salesiano tercermundista y dos veces presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide.+/- Ver mas...

“El gobierno y el Consejo Electoral no tienen ninguna intención de organizar elecciones libre, justas y democráticas, no quieren una elección, quieren una selección”, se quejó esta semana Aristide desde Johannesburgo en una entrevista con el cineasta Nicolas Rossier. “Excluyeron a Fanmi Lavalas, que es el partido mayoritario. Es como si en Estados Unidos se organizaran elecciones sin el Partido Demócrata.”

Entre los 19 candidatos presidenciales en Haití están los sospechosos de siempre, miembros de la clase alta afincada en Washington y Miami, con escasa o nula representatividad, antiguos compañeros de aventuras de los militares golpistas, ahora conchabados por las fuerzas de ocupación, siempre cerca de la torta. La favorita es Mirlanda Manigat, esposa del ex presidente Leslie Manigat, a quien los militares dejaron gobernar cuatro meses en 1988. Educada en Francia, profesora de Derecho Constitucional, vicerectora de una universidad haitiana, se presenta ante la prensa internacional como representante del centroizquierda moderado de la región, y se identifica con las políticas de Lula. La revista Time la colma de elogios en un artículo titulado “La mujer que sería la próxima presidenta de Haití”. Es fácil ver por qué gusta en Estados Unidos, Europa y Brasil. Segundo en las encuestas marcha el candidato del presidente Préval, el ingeniero Jude Celestin. La principal promesa de campaña de Celestin es permitir la vuelta de Aristide. Tercero marcha un cantante de musica pop, Michel “Sweet Micky” Martelly, no confundirlo con el rapero Wyclef Jean, que fue descalificado porque nunca residió en Haití.

En cambio, las razones para excluir a Aristide y su partido no parecen tan claras. Un miembro del comité electoral, organismo financiado por ONG francesas y estadounidenses, dio la siguiente explicación: “No puede venir porque habrá actos de violencia”.

Aristide llegó al poder por primera vez en 1991, tras las primeras elecciones libres que tuvo Haití desde la caída de los Duvalier. Sacó el 67 por ciento de los votos. Lavalas, “el torrente” en créole, barría el país. El día que ganó Aristide sus simpatizantes bailaron sobre los escombros de lo había sido la tumba de “Papa Doc” Duvalier en un cementerio de Puerto Príncipe. Por primera vez desde la revolución esclavista que le dio la libertad a Haití en 1804, un hombre del pueblo, de las masas, llegaba al poder. Al Vaticano nunca le gustaron su apego al marxismo y su coqueteo con el vudú, fue expulsado de la orden de los salesianos en 1988. A Estados Unidos le molestaba su prédica antiimperialista, pero eran tiempos de Bill Clinton, el muro había caído, y Washington anunciaba una nueva política de no permitir golpes de Estado en la región. Por eso cuando un general gorila y narco volteó a Aristide en 1991, Estados Unidos se puso al frente de una campaña internacional para reinstalarlo. Aristide eventualmente volvió a la presidencia en 1994 y pudo terminar su mandato en 1995. Dejó pasar un turno como manda la Constitución y volvió a ganar en el 2000, pero esta vez las cosas fueron distintas. Gobernaba Bush hijo y Bush hijo no se tragó el acercamiento entre el ex cura y el venezolano Hugo Chávez ni que Haití reiniciara relaciones diplomáticas con Cuba. Entonces le cortó la ayuda externa y le frenó préstamos en el BID. Para un país que depende casi exclusivamente de la ayuda externa y cuyo principal donante es Estados Unidos, el boicot equivalía a una sentencia de muerte. Con bandas armadas pro y anti Aristide controlando las calles, el gobierno del sacerdote no pudo controlar la corrupción rampante como había prometido, ni poner en práctica ninguna estrategia de desarrollo. El grupo paramilitar Fraph, sucesores de los tonton macutes de Duvalier, incentivado por la CIA, golpeaba al régimen a machetazo limpio, llamando a la insurrección. Y llegaron el caos y la insurrección armada. En el 2004 los rebeldes tomaron Cap Haitien, la segunda ciudad del país, y marcharon sobre Puerto Príncipe. Fue entonces cuando militares estadounidenses subieron a Aristide a un avión y lo mandaron a Sudáfrica, en donde permanece desde entonces en una especie de prisión domiciliaria ampliada, ya que puede viajar por Sudáfrica, pero no puede salir del país porque le retuvieron sus pasaportes.

Muchas cosas se dijeron entonces de Aristide: que estaba medio loco, que decidía sus políticas en rituales vudú, que mandó matar a mucha gente. Pero nunca fue juzgado por esos presuntos crímenes. Para frenar a los rebeldes y ocupar el vacío de poder, en vez de invadir, Washington mandó a los Cascos Azules. Brasil y sus socios del Mercosur aceptaron el desafío de ponerles cuerpos a esos cascos.

El resto es historia reciente. Terremoto 7.0, gran campaña internacional. El ejército estadounidense asume el manejo de la reconstrucción, controla la entrada de personas y bienes. Un millón y medio de haitianos viviendo en carpas comunitarias. Un universo de ONG repartiendo lo que hay y haciendo de Estado.

Huracán Tomás a principios de mes. Diez mil haitianos más pierden su vivienda. Con la crecida de agua estalla una epidemia de cólera traída por los cascos azules nepaleses desde Asia central y diseminada entre los basurales de Cité Solei, y las demás villas miseria de la capital. Mil muertos, veinticinco mil infectados, un cuarto de millón en riesgo. Campañas en los medios masivos que sirven de muy poco porque millones de haitianos no tienen acceso a los medios masivos. Muchos haitianos pobres desconfían de los hospitales, creen que ahí los van a matar, y sólo llevan al enfermo de última, cuando su estado ya es irreversible, se quejan los voluntarios de la Cruz Roja.

Mientras tanto, en los últimos días se registró una ola de ataques a cuarteles de Cascos Azules supuestamente motivados por el enojo en contra de los soldados nepaleses. Al menos dos manifestantes murieron y seis soldados de la ONU resultaron heridos. Para el guatemalteco Edmund Mulet, jefe de misión de la ONU en Haití, los ataques no son espontáneos. “Los alborotadores tradicionales, ex FAHD (miembros del Ejército haitiano), ciertos políticos, figuras criminales, grupos opuestos a las elecciones, están detrás de estos incidentes. La epidemia de cólera les cayó como una buena oportunidad para crear esta situación”, declaró Mulet, el hombre a cargo de los 12.000 efectivos de la ONU que ocupan el país. Mulet no identificó a los supuestos instigadores. Algunos acusan a Aristide, otros dicen que es Préval es el que quiere postergar los comicios para posicionar mejor a su candidato. Otros dicen que la bronca popular es real, y que excede el problema sanitario.

Así es Haití en tiempos de cólera. Hay elecciones pero no son elecciones libres porque el principal candidato está desterrado y proscripto, y porque la principal fuerza política del país tampoco puede participar. En la Argentina tenemos una idea de cómo terminan esas historias.

El otro dato que surge claro es que sigue habiendo patio trasero para Estados Unidos. Ese patio trasero se achicó después de la Guerra Fría y ya no incluye a Sudamérica, pero sí a Centroamérica y el Caribe. Entonces Obama, o mejor dicho su subsecretario para la región, Arturo Valenzuela, volvió a aplicar en Haití la misma fórmula que había usado en Honduras el año pasado, cuando una asonada cívico-militar forzó la salida del presidente legítimo. En Honduras avaló elecciones bajo estado de sitio y con el presidente constitucional encerrado en la embajada brasileña. En Haití avaló elecciones con epidemia de cólera, con el partido mayoritario proscripto y con su líder semipreso en Sudáfrica.

O sea, lo importante es que haya elecciones, que se cumpla con la formalidad y lo demás lo vemos más adelante. No importa si las elecciones son ilegítimas y proscriptivas. Todo eso se arregla con la chapa de la ONU, de la OEA, o del propio Estados Unidos.

A esta altura no es que a Washington le moleste tanto que un cura marxista se haga cargo de lo que queda de Haití. Ya tolera a los sandinistas en Nicaragua y al Farabundo Martí en El Salvador. Y las potencias extranjeras, empezando por Estados Unidos, están tan metidas en Haití que ningún presidente podría sacarlas. Los que no quieren la vuelta de Aristide son los zánganos de la aristocracia haitiana con domicilio principal en Washington y Miami. Pero esa clase, que se hace llamar “elite”, es a su vez la que monta el show electoral que sostiene la falsa democracia haitiana, y por eso sus deseos son escuchados. No es que Haití tenga una gran importancia estratégica para Estados Unidos o que Washington siga pendiente de la teoría del dominó. Haití tiene una importancia relativa en Washington porque es, junto a Sudáfrica, el país que más interesa al lobby y el movimiento político negro, en parte responsable por la llegada de Obama al poder. Entonces Obama manda plata, manda gente, manda a Bill Clinton y a Bush padre a repartir bolsas de comida.

Hay que reconocer que por lo menos en lo que Haití respecta Estados Unidos ha sido coherente con lo que hizo en Honduras. Distinta es la posición de Brasil y sus socios del Mercosur. El año pasado se la jugaron por la vuelta del líder hondureño derrocado, en cambio en Haití ponen sus fusiles al servicio de los golpistas.

“En el 2004, avanzamos hacia una democracia verdadera y ellos dijeron que no,” analiza Aristide desde el exilio. “La minoría de Haití, la elite política y económica, les teme a las elecciones libres y justas, y sus aliados extranjeros tampoco quieren elecciones libres en Haití. Mientras se nieguen a respetar el derecho de cada ciudadano a participar en elecciones justas, libres y democráticas, no van a resolver el problema.”

Qué racha la de Haití. Qué castigo para los herederos de la gloriosa rebelión esclavista. Treinta y dos golpes de estado y contando. Invasiones de España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Naciones Unidas. Primero la esclavitud, después la miseria, después los Duvalier, después el terremoto, después el cólera y ahora esto. No estamos en Haití y cuesta imaginar tanta desgracia. Lo vemos desde afuera, igual que Aristide.

Publicado en Página/12 el 21 de noviembre de 2010
Imagen: AFP

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Conca es argentino, Batista... - Por Santiago O’Donnell Desde Río de Janeiro


Llamen a Conca. El chabón la está rompiendo. Es el mejor jugador de Brasil desde hace tres o cuatro años. No lo digo yo, que no sigo el Brasileirao. Lo dicen los brasileños que me cruzo por la calle y me preguntan por qué no está en la Selección. Acá se habla de Darío Conca, astro del Fluminense, como se habla de Palermo, Riquelme o Verón en la Argentina. Conca es un grosso.

Llámenlo ya porque en cualquier momento lo llaman los brasileños. Si fuera brasileño, ya estaría jugando hace rato de enganche, en la selección de Ronaldinho y Kaká. Te lo dice cualquiera acá, me lo dijo un hincha fanático de Flamengo, me lo dijo una torcedora de Vasco. La única razón por la que Conca no juega en la selección de Brasil es porque es extranjero. Ningún extranjero juega con la camiseta de Brasil. Pero Conca es tan grosso que los torcedores estarían dispuestos a hacer una excepción. Te lo dicen acá y también en San Pablo.+/- Ver mas...

Si no me creen, lean el análisis “El Petiso Conca”, del principal columnista deportivo de O Estado do Sao Paulo, Marcos Caetano, escrito la semana pasada. Después de repasar algunas de las virtudes y logros de “o craque do Brasileirao”, Caetano concluye: “Nuestros vecinos todavía no permitieron que Conca sea profeta en su tierra, la Selección Nacional. ¿Qué tal, entonces, si dejamos que lo sea en la nuestra? Lo que acá llamamos baijinhos, apellido eterno de Romario, los hermanos llaman ‘petizo’ (sic). Por eso digo que ‘El Petizo’ puede perfectamente ser un maestro más del mediocampo de nuestra selección. Los puristas torcerán la nariz ante un extranjero en nuestro equipo, pero estoy convencido de que el talento no tiene fronteras, y como Conca construyó aquí la parte más victoriosa de su carrera, si ya dice que le gustaría vestir la verdeamarelha, ¿por qué no le damos esa chance? Si el amigo lector es de esos que les tienen animosidad a los argentinos, vea la cosa por este lado: ¿no sería una buena mojada de oreja para ellos? Como mínimo, le estaríamos sacando un crack al adversario. Mano (Menezes, entrenador de Brasil) va por mí: convocá a ‘El Petizo’ antes de que un técnico argentino lo haga”.

Si eso es lo que escriben de él en San Pablo, imagínense acá en Río, donde lo ven jugar todos los domingos. Ya son varios los que me preguntaron si es cierto que Conca nunca jugó en la Selección Argentina, porque no lo pueden creer. Menos ahora que llamaron a D’Alessandro. “¿D’Alessandro? Bom jogador, mais, ¿por qué nao llaman a Conca?” Eso me preguntan.

Tá bien, está Banega, vuelve Román, el Flaco Pastore la está rompiendo. Tá bien, hay equipo, hay jugadores, no digo que no. Pero llamen a Conca.

Publicado en Página/12 el 16 de noviembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

Sos un loco!! (Sobre Fin de fiesta)

Muy buena tu nota sobre Obama , yo que vivo aca, en USA, me informo mas
con vos sobre lo q pasa aqui, que con los diarios locales, al menos los
q son en castellano.
Saludos
Gabriela Neuberger





Hola Santiago
Que bueno que te conocí personalmente pues ahora degusto mucho más tus textos.
El de hoy sobre Obama voy a tratar de traduzirlo al portugués para pasárselo a los amigos de aquí.
Sos un loco!!
Cuando vaya a Baires te llevo de regalo una resma de papel
Y un lápiz.
Desde la Vila Madalena
Gustavo Freiberg

Fin de fiesta - Por Santiago O’Donnell


Obama, la fiesta se terminó. Sorry, apagá el tocadiscos. Pará de bailar. Ya se fueron todos, salieron en estampida. Primero los de allá, después los de afuera. Sí, ya sé, vos sos un tipo alegre. Pero en algún momento hay que pagar la cuenta de la fiesta y empezar la limpieza.

El informe que presentó esta semana el comité para achicar el déficit pasó una factura saladita. Y eso que son tipos razonables, vos mismo los elegiste. No hablan de déficit cero ni nada que se le parezca, apenas de un plan para equilibrar el nivel de gasto en el mediano plazo.+/- Ver mas...

La fiesta se terminó. Los estadounidenses te lo gritaron hace dos semanas en las elecciones legislativas. De los millones que movilizaste hace dos años no queda nada. Los únicos que hacen política hoy son los fundamentalistas de la antipolítica, los llamados Tea Party. Y lo único que dicen los Tea Party es que no gastes más.

El G-20 también te dijo que no gastes más. El nivel de endeudamiento le quita competitividad a la economía estadounidense, el dólar se deprecia, los mercados internacionales se equiparan para abajo, te sermoneó Angela Merkel anteayer en Seúl. Lula te dijo más o menos lo mismo. David Cameron también. No querían decírtelo, no queda bien, pero seguís bailando solo en el Salón Oval y sólo escuchás tu propio canto de sirena.

Vos sabés que las cuentas no cierran, Obama. Se te acumulan tres o cuatro problemas. Tenés un déficit astronómico y llevás dos años dándole duro a la máquina de imprimir billetes pero no podés bajar el desempleo ni hacer arrancar la economía. Bajo el mantra de “la guerra contra el terrorismo” entraste en un estado de guerra permanente, lo cual implica un estado de emergencia económica y psicológica que se prolonga en el tiempo sin solución de continuidad. Y tenés el problema adicional de que la generación de baby boomers llega a la edad de retiro y el sistema jubilatorio no da abasto.

Algo tenés que hacer, Obama. Yo empezaría por cortarla con las guerras, pero vos pensás distinto. Esta semana tu canciller Hillary Clinton, tu secretario de Defensa Robert Gates y tu jefe de Estado Mayor Conjunto Mike Mullen confirmaron la presencia militar en Afganistán hasta al menos el 2014. Es tu forma de estirar la fecha de retirada que habías anunciado para mediados del año que viene.

O sea, se viene una remake de lo que hiciste en Irak: anunciás la retirada, sacás algunas tropas y dejás medio ejército, cincuenta mil soldados, nada menos, para seguir la guerra, o media guerra. Pero media guerra en Irak y media guerra en Afganistán equivalen a una guerra completa: dos frentes, cien mil soldados en combate. Guerra permanente.

Hay otro frente que le preocupa a tu gente, Obama, el frente fiscal. El demócrata Erskine Bowles y el republicano Alan Simpson, copresidentes de la Comisión Nacional de Reforma y Responsabilidad Fiscal, se tomaron su trabajo en serio. La propuesta que presentaron esta semana eliminaría cuatro billones de dólares del déficit de acá al 2020. Pero no arrancaría enseguida: los expertos recomiendan mantener el nivel de gasto un año más para no frenar la incipiente recuperación que ellos ven.

Simpson y Bowles dicen que hay que recortar y mucho el gasto militar, cien mil millones de acá al 2015. Pero también dicen que hay que subir impuestos y eliminar subsidios muy apreciados por la clase media. Proponen una reforma tributaria que derogue deducciones por tener créditos hipotecarios y por tener hijos, entre otras. Proponen aumentar el impuesto al combustible y/o implementar un IVA que deje afuera a los productos de primera necesidad. La idea es gravar el consumo para incentivar el ahorro. También proponen recortes importantes en los programas federales de seguro de desempleo (social security) y salud pública (Medicare y Medicaid). Algunos de los avances obtenidos en la dura batalla por la reforma sanitaria aprobada hace pocos meses no sobrevivirían los recortes propuestos por los comisionados. El plan también les pone un tope a los juicios por mala praxis y recorta subsidios agrícolas. La meta es llevar el déficit al 22 por ciento del PBI en el 2020.

Los expertos le dedican un capítulo aparte al problema jubilatorio.

Después de la Segunda Guerra Mundial se produjo una explosión demográfica en Estados Unidos. La tasa de natalidad, que venía cayendo, pegó un salto de 17 por mil a 28 por mil entre 1945 y 1946. La tendencia se mantuvo durante casi dos décadas. A la generación nacida entre 1946 y 1964 se la llamó los “baby boomers”. En los próximos tres años empiezan a retirarse y la caja previsional, que ya está en rojo, corre riesgo de caer en bancarrota. Los expertos nombrados por Obama propusieron una reforma previsional que aumente la edad jubilatoria de 67 a 69 años progresivamente de acá al 2075. La reforma reduciría los beneficios de la mayoría de los nuevos jubilados, aunque aumentaría el ingreso de los que menos reciben.

Pero claro, ya te conocemos, Obama, y a vos te gusta bailar. Nada indica que estés por tomar decisiones drásticas como las que recomiendan los comisionados. Al contrario. Como decía Perón, si querés que no pase nada creá una comisión. El informe de los copresidentes ahora pasa al plenario de la comisión antigasto y algunos de sus catorce miembros ya han dicho que no piensan firmarlo. Aun si sorteara este primer escollo, el plan tendría que ser aprobado por el Congreso. Nancy Pelosi, demócrata y jefa del Senado, ya dijo que el plan es inadmisible por los recortes del gasto social que propone. A su vez los republicanos ya hicieron saber que no piensan votar ninguna suba de impuestos.

Mientras Simpson y Bowles y su informe copan los diarios y la tevé, el Capitolio debate un megasubsidio para los millonarios. En los próximos días vencen las exenciones impositivas para los ricos que el Congreso había votado en el 2001 y el 2003 a instancias del entonces presidente Bush hijo. ¿Te acordás, Obama? Durante toda la campaña presidencial del 2008 te la pasaste despotricando contra esa fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más pudientes y prometiendo una repartija más justa. Ahora dicen que estás pensando seriamente en apoyar la propuesta republicana de prorrogar las exenciones hasta el final de tu mandato. Sabés muy bien que ahorrarles impuestos a los ricos cuesta muy caro. Exactamente cuatro billones de dólares de acá al 2030, si se mantuviera la prórroga. Cuatro billones. Lo mismo que ahorrarías si se aprobara el plan de la comisión antigasto. No quiero imaginarme lo que vas a hacer.

Pobre Keynes. Si supiera lo que hiciste con su teoría. Querés salir de la crisis gastando, eso está bien, pero gastar en guerras y beneficios para los ricos no da. Algo tenés que cambiar. Después de las crisis de los ’90 hasta los gobiernos más progres emprolijaron sus cuentas.

Sí, ya sé, vos no sos un tipo austero. No estás para controlar la cuenta del almacenero. Vos estás para la épica, las grandes ideas, el bronce, la historia. En otro tiempo hubieras brillado, pero ahora la gente quiere otra cosa. Quiere a alguien que se haga cargo, alguien que limpie, alguien que saque la basura.

La fiesta terminó, Obama. No podés seguir bailando solo. Te van a desenchufar el tocadiscos.

Publicado en Página/12 el 14 de noviembre de 2010
Imagen: AFP

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Carta de la Red Naiconal de Mujeres de Colombia

un buen comentario que ha despertado la Presidenta de Brasil, y como es costumbre, a las mujeres se nos miran hasta los útlimos detalles, desde los pies hasta la cabeza, quizas nosotros soñamos en Colombia tener una mujer en la presidencia, que hasta hoy es casi imposible por la ejemonia de los partidos, y se ve como estos se acomodan para seguir siendo liderados por hombres, pero es que las mujeres somos muy criticas con nosotras mismas y nuestras congeneres, como lo determina el comentario, el que la Presidenta electa haya hablado de genero en su discurso es un gran avance y seria aun mas avance si los hombres lo hicieran y se comprometieran con el tema, +/- Ver mas...

pues no es justo que seamos nosotras mismas las que debamos criticarnos pues debemos esperar un tiempo, que con esas intenciones es posible que de a poquito se siga transformando una sociedad tan machista que ha sido por años, no es facil hacer cambios de mentalidad, pues la religión ha marcado fuertemente la mente de todo una sociedad, y se requiere de mucho tiempo aun, para ver los resultados, pero el que ya no sea sorpresa que se elijan mujeres presidentas, si es un atrazo que en Colombia haya tan pocas mujeres en los cargos de elección popular, eso si es una novedad a pesar de que existen tantos tratados que Colombia a firmado para el adelanto de las mujeres en todos los espacios y se han gastado millonadas segun la consejeria para la equidad de las mujeres, pero no se ven los resultados, esperemos que con los ejemplos que ya tenemos en America Latina, nos permita en los próximos años ser lideradas y liderados por una mujere en Colombia, pues pareciera que no es tan facil que las mujeres podamos acceder al poder mientras haya guerra, ya que se supone que no estamos preparadas para afrontar un pais en conflicto y menos aun si nos siguen midiendo por nuestra cuerpo y como nos vestimos y si tenemos unos quilitos de más, peor aun, se cree que las mujeres debemos ser esqueleticas, para que nos miren y voten por nosotras, pero ya no es así es, preciso saber que dentro de una mujer gordita exite una mente lúcida,inteligente, pues el fisico es lo que mas se fijan como se observa en el comentario que se hace a la Presidenta de Brasil, por que gorda y todo hoy es presidenta....

''Dilma sabe ouvir, mas é muito exigente'' (Traducción al portugués de "Dilma por Suplici")

Marta Suplicy (foto) revela detalhes sobre a personalidade da presidenta que entra e do presidente que sai, analisa o debate sobre o aborto e a agenda do próximo governo e se alinha com firmeza atrás de Dilma: "Quero ser sua mão direita".

A reportagem é de Santiago O’Donnell, publicada no jornal Página/12, 06-11-2010. A tradução é de Moisés Sbardelotto.+/- Ver mas...

Com o devido respeito e sem ânimo para ofender ninguém, se poderia dizer que, por beleza, inteligência e calor humano, Marta Suplicy é uma política sexy. Senadora nacional eleita pelo Partido dos Trabalhadores, o partido de Dilma e Lula, para representar o principal distrito eleitoral do país, ex-prefeita de uma das maiores cidades do mundo, deputada, sexóloga, feminista, Suplicy é um símbolo brasileiro da esquerda chique com compromisso social.

Ela nos recebe em sua casa do Jardim Europa, o melhor bairro de São Paulo, em uma sala eclética e carregada, com sofás vermelho furioso, lareira e candelabros de prata, biombo chinês, máscaras africanas, esculturas da Amazônia, almofadas indianas e grandes quadros abstratos e figurativos. Especialista na arte de dizer sem dizer o que não quer dizer, Suplicy revela detalhes sobre a personalidade da presidenta que entra e do presidente que sai, analisa o debate sobre o aborto e a agenda do próximo governo, mas, ao mesmo tempo, oculta qualquer crítica ou diferença de opinião que poderia ter tido no passado, para se alinhar firme atrás de Dilma: "Quero ser sua mão direita".

Seu nome ressoa forte para ocupar um posto no futuro gabinete, e Suplicy não descarta isso. Mas avisa que não está disposta a sacrificar sua luta em favor da descriminalização do aborto e do casamento gay. A entrevista durou uma hora e não teve muito desperdício, por isso foram editadas as perguntas e a análise de uma campanha eleitoral que Suplicy apelidou de "farisaica", "ridícula" e "muito pouco politizada", segundo ela dos dois lados, mas principalmente por culpa da oposição.

Eis a entrevista.

Diferenças entre o futuro governo de Dilma e o de Lula

São personalidades completamente diferentes, com formações políticas e culturais completamente muito diversas, com respectivas consequências de virtudes e defeitos diferentes. Ela tem a personalidade mais dura do que Lula, então poderá enfrentar, talvez, as reformas que até agora não foram feitas. A reforma tributária e a reforma política, principalmente.

Lula é uma pessoa que decide, mas demora para decidir. Ela, acho, é mais impetuosa apesar de ouvir muito, de ter capacidade de diálogo, apesar do que dizem. Eu convivi com ela. Ela ouve, mas é muito exigente, implacável com seus subordinados, com os ministros, com todos, na excelência de trabalho. Acho que sua exigência muitas vezes pode ter criado certas arestas. Como ministra, provavelmente. Mas como presidenta é mais fácil fazer isso. Como mulher, se uma mulher é muito doce, fazem papel picado dela. Eu fui prefeita de São Paulo, eu sei. Então, acho que parte de sua personalidade é assim, mas parte dela tem a ver com o exercício de poder sendo mulher...

Dilma é uma pessoa muito reservada. Eu estive muitas vezes com ela na campanha. Não fala das pessoas, não gosta de fofocas. Pode ser irônica, graciosa, mas não se abre nunca. É o oposto de Lula. Lula fala muito. Se você conversa com Lula, sempre sai com uma impressão de muitas coisas, porque ele fala de tudo com muito pouca reserva. Muitas vezes, ele faz isso para encaminhar o que quer. Ela não.

As mulheres e o poder

Eu acredito que, neste século, vivemos uma liderança feminina muito diferente da do século passado, quando as grandes lideranças femininas eram mulheres travestidas de homem: Thatcher, Indira Gandhi, Golda Meir, e, neste século, temos mulheres que são muito mais femininas, como Cristina Kirchner, Angela Merkel, Michelle Bachelet, e isso é muito bom para nós. Ao mesmo tempo, essas mulheres são mulheres que sabem ser firmes, porque se você não for firme não pode exercer o cargo. É um cargo que não tem a ver com a questão de gênero, mas sim com uma personalidade forte. E é possível ser forte sendo feminina. Eu acho que Dilma, nesta campanha, foi mais feminina do que jamais foi em sua vida, porque não é uma pessoa dedicada à moda ou à beleza. E descobriu, ela não tinha a virtude de ter um penteado lindo ou uma maquiagem que a favorecesse, não era do seu interesse, e acho que mudou um pouco. Não tanto (risos), mas um pouco.

Aborto, Igreja e igualdade de gênero

A principal questão da desigualdade de gênero não passa pela descriminalização do aborto. Tem a ver com a frase que Dilma disse, de que se veja com naturalidade a presença da mulher no poder. Então, me parece muito importante que ela promova as mulheres e que tenha um gabinete com o maior número possível de mulheres. É muito difícil, porque não temos muitas mulheres fortes nos quadros partidários, e são geralmente os partidos que nomeiam os funcionários, então vai ser impossível ter um gabinete como o de Bachelet: metade mulheres, metade homens. Se isso fosse possível, ela o faria, e estou certa de que vai fazer o máximo esforço, mas não vai conseguir.

Com relação ao aborto, ela vai respeitar sua promessa de não levar a questão ao Congresso. Acho que vai depender do Congresso organizar o debate. Esse é um tema difícil para a maioria dos políticos, que têm muito medo da contestação dos religiosos. Eu não tinha pensado ter como tema principal as duas questões que eu havia trabalhado muito como deputada, que são a descriminalização do aborto e o casamento gay. Minha prioridade é ser a mão direita de Dilma na implementação de programas sociais para erradicar a indigência. Mas, em virtude do que aconteceu na campanha (dominado por um debate preparado e eleitoralista sobre o aborto) acho que vou ter que retomar minhas questões mais rápido do que eu pensava. Não sei se vou ter que esperar para até depois do tratamento das reformas tributária e política, que seguramente terão a atenção dos senadores e também a minha, mas não podemos deixar que, daqui a quatro anos, tenhamos que tratar o tema novamente na próxima campanha presidencial.

A Igreja, há muito tempo, não fala de preservativos e de anticoncepcionais no Brasil. A Igreja não toca nesses temas, embora siga as diretivas do Papa, porque diretamente não dá. Se meteu com o aborto, porque Serra o usou. No Brasil, está sendo respeitada a laicidade do país. Claro, se isso chegar ao Congresso, a Igreja vai se manifestar, mas em um momento adequado. Será um debate no Congresso, não uma campanha eleitoral. Se esses temas voltarem, acho que a Igreja e os evangélicos também vão se posicionar de uma forma muito dura, por isso não vai ser fácil.

Lula, Dilma e o PT

Os dois ganharam com Dilma, tanto Lula como o PT. Hoje, Lula é muito mais do que o PT, mas o PT é que foi reeleito. Lula propiciou a reeleição, mas a reeleição do PT, que continua no poder. Hoje, Lula transcende o Brasil. Com o abraço de Lula, Dilma tem o respeito de todos. Não foi questionada em nenhum momento pelo partido. Por sua competência e lealdade ao governo de Lula, depois do "mensalão", e por ser a pessoa que ajudou Lula a planejar o Brasil e executar suas ideias nestes oito anos, vai ser como sempre foi. O PT sempre pressiona. Pressionou o Lula, vai pressioná-la, porque os movimentos sociais não podem ficar quietos. Sua função é justamente a de pressionar para não ficar em uma situação desfavorável. Ela sabe disso. Ao contrário de Serra, que não tem capacidade de diálogo e manda a polícia reprimir os professores.

Há alguns anos, Lula me disse: "Marta, a próxima presidenta vai ser mulher", e eu pensei que ia ser a Marina, Dilma ou eu. Com o tempo, me dei conta de que a Marina não ia ser, então pensei em Dilma e eu. Depois, percebi que ia ser Dilma, e fiquei tranquila, porque percebi que Dilma era a pessoa que estava lá todo o tempo com ele e que estava bem que fosse assim. Vestia a camiseta de Dilma e me pus a trabalhar desde o primeiro momento que ele disse "Dilma", e ela percebeu isso. Em situações normais, é sempre melhor fazer uma coisa mais natural, mas quando se tem um líder como Lula, ninguém pensaria em nomear um candidato sem passar por sua anuência, e o normal seria ouvi-lo. Lula planejou muito bem a estratégia. Isso não é diferente em outros partidos. Como foi a candidatura de Serra? Não houve eleições internas. O Fernando Henrique se posicionou em favor de Serra, foi determinante. É o mesmo.

O futuro de Lula e Dilma

Lula vai fazer exatamente o que disse: vai se dedicar a unificar os movimentos sociais da América Latina e a ajudar os países menos desenvolvidos da África, onde ele pode fazer uma grande diferença. Não vai assumir um cargo em um órgão internacional. Ele diz que esses cargos diluem lideranças. No Brasil, ele vai ajudar, mas acho que vai se dedicar a essas tarefas e a abrir caminho para Dilma. Ela foi eleita por Lula. Sem Lula, nunca teria sido eleita. Mas Lula nunca a teria escolhido se ela não fosse competente. Por isso, a chefe política é ela. Ela é muito mais brilhante e capaz do que as pessoas pensam. Quando a conhecerem, verão que é muito melhor do que nos debates. É uma pessoa brilhante.

Fuente: http://www.ihu.unisinos.br/index.php?option=com_noticias&Itemid=18&task=detalhe&id=38108

sábado, 6 de noviembre de 2010

Dilma por Suplici


Con el debido respeto, y sin ánimo de ofender a nadie, podría decirse que por belleza, inteligencia y calidez, Marta Suplicy es una política sexy. Senadora nacional electa por el Partido de los Trabajadores, el partido de Dilma y Lula, para representar al principal distrito electoral del país, ex alcaldesa de una de las ciudades más grandes del mundo, diputada, sexóloga, feminista, Suplicy es un símbolo brasileño de izquierda chic con compromiso social.+/- Ver mas...

Nos recibe en su casa de Jardín Europa, el mejor barrio de San Pablo, en un living ecléctico y recargado, con sillones rojo furioso, chimenea y candelabros de plata, biombo chino, máscaras africanas, esculturas de Amazonia, almohadones hindúes y grandes cuadros abstractos y figurativos. Experta en el arte de decir sin decir lo que no quiere decir, Suplicy revela detalles sobre la personalidad de la presidenta entrante y del presidente saliente, analiza el debate sobre el aborto y la agenda del próximo gobierno, pero al mismo tiempo oculta cualquier crítica o diferencia de opinión que pudiera haber tenido en el pasado, para alinearse firme detrás de Dilma: “Quiero ser su mano derecha”.

Su nombre suena fuerte para ocupar un puesto en el futuro gabinete y Suplicy no lo descarta. Pero avisa que no está dispuesta a sacrificar su lucha en favor de la despenalización del aborto y el matrimonio gay. La entrevista duró una hora y no tuvo mucho desperdicio, por eso se editan las preguntas y el análisis de una campaña electoral que Suplicy tildó de “farisea”, “ridícula” y “muy poco politizada,” según ella de los dos lados, pero sobre todo por culpa de la oposición.

Diferencias entre el futuro gobierno de Dilma y el de Lula

–Son personalidades completamente diferentes con formaciones políticas y culturales completamente muy diversas, con respectivas consecuencias de virtudes y defectos diferentes. Ella tiene la personalidad más dura que Lula, entonces podrá enfrentar, tal vez, las reformas que hasta ahora no fueron hechas. La reforma tributaria y la reforma política, principalmente.

Lula es una persona que decide, pero demora para decidir. Ella creo que es más impetuosa a pesar de que escucha mucho, que tiene capacidad de diálogo, a pesar de lo que dicen. Yo conviví con ella. Escucha, pero es muy exigente, implacable con sus subordinados, con los ministros, con todos, en la excelencia de trabajo. Creo que su exigencia muchas veces puede haber creado ciertas aristas. Como ministra, probablemente. Pero como presidenta es más fácil hacerlo. Como mujer, si una mujer es muy dulce, hacen papel picado de ella. Yo fui alcaldesa de San Pablo, yo sé. Entonces creo que parte de su personalidad es así, pero parte tiene que ver con el ejercicio de poder siendo mujer...

Dilma es una persona muy reservada. Yo estuve muchas veces con ella en la campaña. No habla de las personas, no le gustan los chismes. Puede ser irónica, graciosa, pero no se abre nunca. Es lo opuesto de Lula. Lula habla mucho. Si usted conversa con Lula siempre sale con impresiones de muchas cosas porque habla de todo con muy poca reserva. Muchas veces lo hace para encaminar lo que quiere. Ella no.

Las mujeres y el poder

–Yo creo que en este siglo vivimos un liderazgo femenino muy diferente al siglo pasado, cuando los grandes liderazgos femeninos eran mujeres travestidas de hombre: Thatcher, Indira Gandhi, Golda Meir, y este siglo tenemos mujeres que son mucho más femeninas como Cristina Kirchner, Angela Merkel, Michelle Bachelet, y esto es muy bueno para nosotras. Al mismo tiempo, estas mujeres son mujeres que saben ser firmes, porque si no eres firme no puedes ejercer el cargo. Es un cargo que no tiene que ver con la cuestión de género, sino con una personalidad fuerte. Y se puede ser fuerte siendo femenina. Yo creo que Dilma en esta campaña fue más femenina de lo que jamás lo fue en su vida, porque no es una persona dedicada a la moda o la belleza. Y descubrió, ella no tenía la virtud de tener un peinado lindo o un maquillaje que la favoreciera, no era de su interés, y creo que cambió un poco. No tanto (se ríe), pero un poco.

Aborto, Iglesia e Igualdad de género

–La principal cuestión de la desigualdad de género no pasa por la descriminalización del aborto. Tiene que ver con la frase que dijo Dilma, que se vea con naturalidad la presencia de la mujer en el poder. Entonces, me parece muy importante que ella promueva a las mujeres y que tenga un gabinete con el mayor número posible de mujeres. Es muy difícil, porque no tenemos muchas mujeres fuertes en los cuadros partidarios y los partidos generalmente son los que nombran a los funcionarios, entonces va a ser imposible tener un gabinete como el de Bachelet: mitad mujeres, mitad hombres. Si fuera posible lo haría, y estoy segura de que va a hacer el máximo esfuerzo, pero no va a poder.

En cuanto al aborto, ella va a respetar su promesa de no llevar el tema al Congreso. Creo que va a depender del Congreso organizar el debate. Este es un tema difícil para la mayoría de los políticos, que tienen mucho miedo de la contestación de los religiosos. Yo no había pensado tener como tema principal las dos cuestiones que había trabajado mucho como diputada, que son descriminalización del aborto y matrimonio gay. Mi prioridad es ser la mano derecha de Dilma en la implementación de programas sociales para erradicar la indigencia. Pero en virtud de lo que pasó en la campaña (dominada por un debate amañado y electoralista sobre el aborto) creo que voy a tener que retomar mis temas más pronto de lo que pensaba. No sé si tendré que esperar hasta después del tratamiento de las reformas tributaria y política, que seguramente tendrán la atención de los senadores y también la mía, pero no podemos dejar que de aquí a cuatro años tengamos que tratar el tema nuevamente en la próxima campaña presidencial.

La Iglesia hace mucho que no habla de profilácticos y anticonceptivos en Brasil. La Iglesia no toca esos temas, aunque siga las directivas del Papa, porque directamente no da. Se metió con lo del aborto porque Serra lo usó. En Brasil estaba siendo respetada la laicidad del país. Claro, si esto llega al Congreso, la Iglesia se va a manifestar, pero en un momento adecuado. Era un debate en el Congreso, no una campaña electoral. Si esos temas vuelven, creo que la Iglesia y los evangélicos también se van a posicionar de una manera muy dura, por eso no va a ser fácil.

Lula, Dilma y el PT

–Los dos ganaron con Dilma, tanto Lula como el PT. Hoy Lula es mucho más que el PT, pero el PT es el que fue reelecto. Lula propició la reelección, pero la reelección del PT, que sigue en el poder. Hoy Lula trasciende Brasil. Con el abrazo de Lula, Dilma tiene el respeto de todos; no fue cuestionada en ningún momento por el partido. Por su competencia y lealtad al gobierno de Lula después del “mensalao”, y por ser la persona que ayudó a Lula a planear Brasil y ejecutar sus ideas en estos ocho años. Va a ser como siempre fue. El PT siempre presiona. Presionó a Lula, va a presionarla a ella, porque los movimientos sociales no se pueden quedar quietos. Su función es justamente la de presionar para no quedar en una situación desfavorable. Ella sabe eso. Al contrario de Serra, que no tiene capacidad de diálogo y manda a la policía a reprimir a los profesores.

Hace algunos años, Lula me dice: “Marta, la próxima presidenta va a ser mujer”, y yo pensé que iba a ser Marina, Dilma o yo. Con el tiempo me di cuenta de que Marina no iba a ser, entonces pensé Dilma o yo. Después percibí que iba a ser Dilma y me quedé tranquila, porque percibí que Dilma era la persona que estaba allá todo el tiempo con él, y que estaba bien que sea así. Vestí la camiseta de Dilma y me puse a trabajar desde el primer momento que él dijo “Dilma”, y ella percibió eso. En situaciones normales siempre es mejor hacer una cosa más natural, pero cuando se tiene a un líder como Lula, nadie pensaría en nombrar a un candidato sin pasar por su anuencia y lo normal sería escucharlo. Lula planeó muy bien la estrategia. Eso no es diferente en otros partidos. ¿Cómo fue la candidatura de Serra? No hubo elecciones internas. Fernando Henrique se posicionó a favor de Serra, fue determinante. Es lo mismo.

El futuro de Lula y Dilma

–Lula va a hacer exactamente lo que dice: se va a dedicar a unificar los movimientos sociales de América latina y a ayudar a los países menos desarrollados de Africa, donde puede hacer una gran diferencia. No va a asumir un cargo en un organismo internacional, él dice que esos cargos diluyen liderazgos. En Brasil va a ayudar, pero creo que se va a dedicar a esas tareas y a liberar el terreno para Dilma. Ella fue electa por Lula, sin Lula nunca hubiera sida electa. Pero Lula nunca la hubiera elegido si ella no fuera competente. Por eso la jefa política es ella. Ella es mucho más brillante y capaz de lo que la gente tiene idea. Cuando la conozcan, verán que es mucho mejor que en los debates. Es una persona brillante.

Publicado en Página/12 el 6 de noviembre de 2010
Imagen: AFP

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Diciendo mucho más que lo que dice (Sobre las elecciones en Brasil)

santiago, no nos conocemos, pero te escribía para felicitarte por la cobertura del último debate en brasil
más que crónica (que sí fue) es más un escrito académico por lo que deja traslucir a modo de consignas muy claras
en breve estaré publicando un libro sobre comunicación y política en AL, en coautoría, pero en el que escribí de modo íntegro el capítulo sobre los debates electorales, por lo que tu escrito, habiéndome empapado en dicha temática, es excelente, diciendo mucho más que lo que dice!!!!

abzo, un gusto, Mario Riorda






Hola Santiago, simplemente para felicitarte por la cobertura de la eleccion brasileña, pero en particular por el articulo de ayer sobre el debate televisado. Me resulto muy util y supongo que a varios mas tambien.
Espero andes bien, un abrazo,
Antonio Cicioni

martes, 2 de noviembre de 2010

Todos hablan del futuro gabinete en Brasil - Por Santiago O’Donnell desde San Pablo


Dilma Rousseff pasó su primer día como presidenta electa en Brasilia, poniendo en funcionamiento su equipo de transición para manejar el recambio con el actual equipo de gobierno, y el equipo político para encarar las negociaciones con los partidos que forman parte de la coalición del gobierno. También se reunió con dos miembros del entorno del presidente Lula, su secretario privado, Gilberto Carvalho, y su asesor en política internacional, Marco Aurelio García, y atendió llamadas de felicitación de los principales líderes del mundo, entre ellos los presidentes de Estados Unidos, Francia y Venezuela, Barack Obama, Nicolas Sarkozy y Hugo Chávez, respectivamente.+/- Ver mas...

Por la noche dio su primera entrevista como presidenta electa a Rede Globo, uno de los medios que más la atacó en la campaña. Vestida de turquesa con volados, se la veía relajada mientras le mostraban segmentos biográficos de su vida, y sonrió más que en cualquier acto de campaña, sobre todo cuando mostraron el día en que Lula la nominó candidata y la bautizó “la madre de los PAC”, uno de los planes sociales más importante del gobierno. Antes mostraron el momento cuando, siendo interpelada como ministra, un senador de la oposición la acusó de haber mentido cuando estuvo presa, y su respuesta firme y emocionada, en la que dijo que había sido salvajemente torturada y se enorgullecía de no haber entregado a ningún compañero.

“La democracia lleva a la gente por caminos que durante la dictadura estaban cerrados. Lo que hacemos ahora era impensable en la dictadura. Reclamos salariales, huelgas, marchas estudiantiles: todo eso era motivo de cárcel inmediata”, dijo Dilma.

En la entrevista le preguntaron pero no dio pistas sobre el futuro gabinete. Sólo dijo que no hará anuncios individuales, sino nombramientos en bloque.

Hoy por la mañana la presidenta electa tenía previsto tomarse un avión para irse a descansar a su casa de Porto Alegre hasta el viernes. Ese día tiene programada su primera reunión formal como presidenta electa con Lula, a quien acompañará a la cumbre del G-20 en Seúl que empieza dentro de ocho días.

Mientras, en la capital volaban rumores sobre la posible formación del futuro gabinete. Una fuente que estuvo en contacto con la presidenta electa en las últimas horas fue enfática en asegurar a Página/12 que Dilma todavía no había ofrecido a nadie un cargo en el futuro gobierno. Sin embargo, antes de partir a Porto Alegre, la presidenta electa dejó algunas señales.

Para el equipo de transición nombró a dos figuras de peso dentro del partido, el ex ministro de Hacienda Antonio Palocci y el ex intendente de Porto Alegre Fernando Pimentel. Para el equipo político apeló al presidente del PT José Eduardo Dutra y al joven diputado paulista José Eduardo Cardoso, secretario general del PT, a quien los analistas indican como el futuro operador político de Dilma.

Quienes conocen a Rousseff aseguran que lo suyo no es la negociación política y le auguran un rol más ejecutivo, en particular en el área de energía y minas, que son su especialidad. “Mi tarea es conversar con todos los partidos para escuchar sus pretensiones y luego elevarlas a la presidenta electa para que forme el equipo de gobierno”, dijo Dutra ayer. Rousseff avisó que demandará nivel profesional, liderazgo y compromiso de quienes aspiren a integrar su gabinete. Y se descuenta que todos los nombres pasarán por la oreja de Lula.

En el equipo económico que hoy lidera el ministro Guido Mantega no se prevén grandes cambios, al menos en lo inmediato, para no alterar a los mercados. Incluso se habla de la continuidad del socialdemócrata Henrique Meirelles al frente del Banco Central.

En política exterior suena el nombre de Marco Aurelio García, coordinador político de la campaña de Dilma, para reemplazar al canciller Celso Amorim, Los analistas dicen que Dilma necesitará un ministro experimentado en un área donde ella no tiene tanta, considerando el alto perfil internacional que adquirió Brasil durante la presidencia de Lula. Otro nombre que suena para el puesto es el del vicecanciller Antonio Patriota. Pero la ronda de negociaciones recién empieza.

Publicado en Página/12 el 2 de noviembre de 2010

Presidenta Dilma - Por Santiago O’Donnell


A la hora de hablar de cómo será la presidencia de Dilma conviene tener en cuenta que lo primero que dijo en público después de ganar las elecciones fue algo que nadie había anticipado. Dijo que su primer compromiso, por encima incluso de su compromiso con la democracia, es el de luchar por la igualdad de género. A diferencia de otras políticas, como Cristina Kirchner o Michelle Bachelet, que siempre se refieren a su condición de mujer, tanto en la campaña como fuera de ella, hasta anteayer Dilma casi no había hablado del tema. Ni siquiera después de la primera vuelta, cuando ella y otra mujer, Marina Silva, habían sumado dos tercios del total de los votos. En una campaña donde corrieron ríos de tinta sobre el aborto, los demás temas vinculados con la desigualdad entre el hombre y la mujer nunca aparecieron en el debate. Y en el tema del aborto, obligada por las circunstancias, podría decirse, la postura de Dilma no fue precisamente la de una militante feminista.+/- Ver mas...

En su discurso de la victoria, Dilma no dio ninguna precisión sobre las políticas que implementará para alcanzar su objetivo de igualar géneros, aunque sí fue muy detallista al referirse a otros temas, por ejemplo el plan económico, incluso anticipando qué leyes tiene pensado mandar al Congreso. Sin embargo, los analistas acá anticipan que uno de los primeros lugares donde se pondrá en marcha el proceso de igualación será en el gabinete nacional, por qué no, empezando por su jefatura. Para ese cargo suena fuerte el nombre de Maria das Graças Silva Foster, ejecutiva de Petrobras, ex colaboradora y amiga personal de la presidenta electa.

Si bien en la región la elección de una presidenta ya no es novedad (Dilma sería la duodécima), sí lo es en un país como Brasil, donde todavía persiste una fuerte tradición de conservadurismo social. El tema de género le calza bien a Dilma, le da la posibilidad de imponer su impronta al nuevo gobierno, sumando un matiz a las políticas progresistas de Lula, diferenciándose para alcanzar su propia identidad, pero sin apartarse del programa de gobierno de su mentor y antecesor en el cargo.

Pero claro, la promesa de Dilma de luchar por la igualdad de género puede entrar en conflicto con otra promesa que destacó en su discurso de anteayer, la de respetar la libertad religiosa. Casi no hace falta decir que la Iglesia Católica y varias más se oponen a algunas de las reivindicaciones básicas de la lucha por la igualdad de género, como el derecho al aborto y el uso de anticonceptivos. O que el Vaticano debe ser el único Estado del mundo que no se permite ser gobernado por una mujer, ni admite mujeres en ningún puesto de relevancia.

El voto religioso conservador tuvo un gran protagonismo en la última campaña, cuando Dilma y su oponente José Serra salieron a cortejarlo tras la muy buena elección en la primera vuelta de Marina Silva, evangelista practicante y férrea opositora a la legalización del aborto.

Antes del ballottage, para frenar el crecimiento de Marina, Dilma había declarado que en lo personal ella estaba en contra de legalizar el aborto, aunque la plataforma partidaria del PT dijera otra cosa. Serra y Marina salieron a cruzarla, acusándola de doble discurso. Dilma empezó a perder votos y llegó a la segunda vuelta con una ventaja holgada, pero en peligroso descenso. Entonces se mostró comulgando y cumpliendo promesas en una Iglesia de esta ciudad, algo inédito en su vida pública, y a partir de ese momento volvió a crecer en las encuestas.

Una alta fuente del PT señaló que el partido o sus representantes llevarán al Congreso el debate por la despenalización del aborto durante el gobierno de Dilma, aunque podrían esperar hasta después del tratamiento de las reformas tributaria y política, las dos principales iniciativas que el oficialismo impulsará en la Legislatura. Llevan las de perder, pero al menos evitarían que el tema se vuelva a tratar a las apuradas y en forma electoralista durante la próxima campaña presidencial. La fuente asegura que la presidenta electa cumplirá con su palabra de no impulsar ningún proyecto para despenalizar el aborto, pero destaca que Dilma nunca prometió vetar dicha ley, si fuera aprobada.

La relación entre los gobiernos llamados progresistas de la región y el movimiento religioso conservador que encabeza la Iglesia Católica varía de país en país. En Chile, el gobierno de Bachelet impulsó una ley para legalizar la píldora del día después enfrentando al lobby eclesiástico, entre otras medidas para facilitar el acceso al control de la natalidad y la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral. Pero en la Nicaragua sandinista, el gobierno de Daniel Ortega pactó con la cúpula católica la ley antiabortista más regresiva de todo el continente. Argentina, en fin, relación complicada y compleja, dejémoslo ahí.

En Brasil todavía es muy pronto para saber hacia dónde gravitará Dilma, pero el mejor indicio de que inclinará la balanza para el lado de su primera promesa lo dio en el discurso de anteayer. No tanto por lo que dijo sino por lo que no dijo. Fue otra mujer, Cristiana Lobo, analista de Rede Globo, la que reparó en la omisión, que Dilma compartió con su contrincante. “Se la pasaron hablando de religión durante toda la campaña –recordó la analista–. Pero en sus discursos post-electorales, ni Dilma ni Serra le agradecieron a Dios.”

El viernes pasado, tres días antes de ser elegida primera presidenta de Brasil, en el último debate de la campaña, quizás el acto más crucial de su carrera política, en el que ponía en juego como nunca antes su chance de alcanzar la presidencia, Dilma sufrió la desigualdad de género en carne propia. Literalmente.

El otro día pasaron por la tele un backstage de ese debate. El programa mostró a Dilma, instantes antes de salir al aire, parada en una pata como un pelícano, mientras apoyaba el codo sobre una mesa para repartir el peso de su cuerpo. Hinchada de corticoides para combatir su linfoma, semanas atrás Dilma había tenido que ser internada por la inflamación en las piernas, particularmente en el tobillo izquierdo. El viernes, Dilma se pasó la previa del debate haciendo equilibrio para no pisar con ese tobillo.

Cuando se encendieron la cámaras, Serra se deslizó por el escenario con gracia, un par de guantes de cuero y goma le envolvían los pies. Dilma debió penar y forzar sonrisas montada en tacos, con sus empeines-empanada a la vista de todos, con los dedos apretados en la puntera del calzado negro de moda que hacía juego con su tailleur gris.

Seguramente pensó que ser la primera presidenta de Brasil bien vale algunos sacrificios. Sabe muy bien que su elección rompe con las costumbres y tradiciones machistas que todavía dominan la cultura de su país.

Pero debe saber también que todo eso no alcanza a justificar el sufrimiento que padeció aquella interminable noche del viernes, sólo para cumplir con las convenciones sociales de su electorado. Dependerá de lo que haga o deje de hacer en materia de género si valió la pena haberse sometido al tormento, o si lo suyo fue pura coquetería.

Publicado en Página/12 el 2 de noviembre de 2010

El efecto Gardel en el triunfo de Rousseff - Por Santiago O’Donnell desde San Pablo


Dilma ganó fácil porque representa un gobierno que hizo las cosas bien, al menos para la mayoría de los brasileños. Fue el triunfo de un proyecto político, algo poco común en estos tiempos de personalismos mediáticos. No hace falta consultar encuestas para darse cuenta de que Dilma fue elegida presidenta por su cercanía con el actual mandatario. Nunca había participado de una elección por un cargo electivo, no tenía poder territorial ni peso dentro de su partido ni era conocida como figura mediática. Prácticamente su única carta de presentación ante el electorado era haber sido una estrecha colaboradora de Lula y haber sido ungida por él como su sucesora.+/- Ver mas...

Esto habla del poder de la propuesta política de Lula. Una propuesta electoral avalada por ocho años de gobierno del presidente más popular de la historia del país. El modelo podrá criticarse por izquierda o por derecha, pero es fácil de vender. Alcanza con decir que sacó a un cuarto de la población brasileña de la extrema pobreza. Que la economía crece al siete u ocho porciento. O como dijo Lula hace una semana: “Dudo mucho de que exista un empresario que haya ganado más dinero durante otro gobierno”. Hay muchos planes sociales, no sólo el Bolsa Familia, que el electorado identifica con este gobierno. Planes de vivienda, de educación, de desarrollo urbano, de seguridad comunitaria y de agricultura familiar que antes no existían.

En el norte y el nordeste, las zonas más pobres del país, fue donde Dilma sacó mayor diferencia, alcanzando picos por encima del 70 por ciento de los votos. Según un estudio que hizo la socióloga Tania Bacelar, de la Universidade Federal de Pernambuco, la cantidad de votos que Dilma obtuvo en esas regiones, aun en la primera vuelta, excedió y por mucho al total de beneficiarios del subsidio Bolsa Familia. Hay otras razones que explican el voto por Dilma, señaló. “Redes de supermercados, grandes industrias alimentarias y de bebidas, entre otros, expandieron su presencia en el nordeste, al tiempo que pequeñas y medianas empresas ampliaban su producción, para aprovechar la demanda de consumo”, le explicó a la revista Carta Capital. También dijo que la expansión de Petrobras fue clave, al llevar refinerías y astilleros a la región, mientras que el plan estatal de compra directa para la agricultura familiar pasó a emplear a tres de cada cuatro trabajadores rurales en la región.

El de Lula fue un gobierno de equilibrios. Soportó mejor las crisis externas que los gobiernos anteriores, en gran parte por su política de desendeudamiento del Fondo Monetario Internacional. Pero también batió records en inversión extranjera. Fue un gobierno que apostó fuerte por el Mercosur y la integración regional, pero se alineó con las grandes potencias en la Organización Mundial del Comercio. Fue el gran aliado de Estados Unidos en la región, pero también su más feroz competidor. En estas elecciones fue socio político de la dinastía Sarney y también del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra. Mandó a Marina Silva a defender el Amazonas y a Dilma a construir las represas hidroeléctricas que alejaron a Marina del gobierno.

En Brasil hay gobiernos estaduales y municipales para todos los gustos, para todas las banderías partidarias. Los hay aliados al gobierno y opositores al gobierno, aliados al gobierno a nivel regional pero peleados a nivel nacional y viceversa. Brasil también viene de experiencias más o menos recientes de gobiernos socialdemócratas y de derecha, y últimamente le tocó un gobierno de centroizquierda que para la mayoría de los brasileños hizo las cosas bien. Entonces pudieron comparar propuestas, experiencias de gestión, promesas y también, por qué no, candidatos. Todo eso, pasado por el tamiz de sus propias ideas y experiencias, los llevó a elegir. Eligieron a Dilma. Eligieron el proyecto, eligieron el equilibrio. Eligieron un Congreso que refleja ese equilibrio, aunque el Partido de los Trabajadores de Lula fue el que más avanzó, a costa del partido de derecha DEM, que fue el que más retrocedió.

El triunfo de ayer fortalece el proyecto de Lula y no sólo porque lo legitima. También, porque de algún modo lo institucionaliza. Ya no estará Lula en la presidencia, estará el proyecto, despersonalizado en la figura de una colaboradora eficiente y fiel con experiencia de gestión pero sin trayectoria política. Seguirá siendo Lula el jefe político del proyecto, pero ya no atado a las responsabilidades de Estado, sino más bien liberado para hacer las reformas partidarias y sindicales necesarias para ordenar y blanquear el tablero político y de paso acumular más poder, como hacen los grandes líderes. Ahora se viene el lulismo sin Lula, después podría volver Lula, o no, y eventualmente podría llegar el poslulismo, con el proyecto consolidado y el personaje retirado a las páginas de la historia. Mientras tanto, Dilma ya avisó que seguirá al amparo del paraguas político de su mentor, como si hiciera falta, aunque no tiene margen para hacer otra cosa. “Con Lula nos une una relación muy íntima, voy a llamarlo cuantas veces sea necesario”, dijo el viernes antes de subirse a un avión en su Minas Gerais natal, en su último acto de campaña. “Nadie podrá separarnos.”

Por eso ganó Dilma, ella lo dijo mejor que nadie: porque está pegada a Lula. Es así de fácil. Ganó porque la puso Lula y porque en Brasil, Lula es Gardel.

Publicado en Página/12 el 1 de noviembre de 2010

Dilma confirmó que son las mujeres las que tienen el poder - Por Santiago O’Donnell desde San Pablo


Dilma Rousseff arrasó en las urnas y se consagró presidenta de Brasil. En la segunda vuelta electoral, la fórmula Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores)-Michel Temer (PMDB) obtuvo el 56 por ciento de los votos contra el 44 por ciento de la fórmula José Serra (PSBD, socialdemocracia)-Indio da Costa (DEM, derecha). Sobre un total de cerca de cien millones de votos emitidos, la diferencia fue de aproximadamente doce millones.+/- Ver mas...

Traje color crema con escote en V y los ojos hinchados de llorar, Dilma pronunció su discurso de la victoria en el cuartel general del PT en Brasilia, junto al vicepresidente electo y la notable ausencia de su mentor, el presidente saliente Luiz Inácio Lula da Silva. “Hoy recibí de millones de brasileños y brasileñas tal vez la misión más importante de mi vida. Por primera vez una mujer es presidenta el Brasil”, arrancó. Por eso mi primer compromiso es honrar a las mujeres brasileñas para que esto que ocurre por primera vez se transforme en un evento natural, al ampliar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Me gustaría que todos los padres miren a sus niñas a los ojos y les digan ‘sí, una mujer puede.’”

La presidenta electa prosiguió diciendo que su próximo compromiso es con la democracia brasileña. “La presencia de una mujer en la presidencia se da por el camino sagrado del voto, por eso mi segundo compromiso es valorizar la democracia y trabajar para garantizar los derechos esenciales a la alimentación, empleo, educación, salud, casa digna y paz social para todos los brasileños.” Acto seguido, Rousseff prometió velar por la libertad religiosa y la libertad de prensa, dos temas espinosos que surgieron durante la campaña. También señaló que respetará a rajatabla los derechos humanos. En un tono firme, sobrio, la presidenta electa pasó a enumerar las principales promesas de su campaña, volviendo una y otra vez a la necesidad de erradicar la miseria en su país a través del desarrollo económico.

Sobre el final del discurso que se extendió por alrededor de media hora, Dilma dejó de lado el tono académico y se quebró emocionada al dirigir su agradecimiento al presidente saliente y principal impulsor de su candidatura. “Agradezco con emoción al presidente Lula”, empezó a decir y se detuvo para contener el llanto. “La gente empezó a gritar “¡Olé, olé olá, Lula, Lula!”, mientras la presidenta electa aplaudía lagrimeando. Al retomar, dijo: “Convivir durante todos estos años con él me dio exacta dimensión de lo que puede hacer un líder apasionado por su país. La alegría de mi elección se mezcla con la emoción por su partida. Pero sé muy bien que un líder como Lula nunca estará lejos de su pueblo. No tengan dudas de que golpearé mucha veces la puerta del presidente Lula”.

Serra esperó las palabras de Dilma para salir a admitir su derrota desde su bunker de San Pablo. Saco azul, camisa abierta, aceptó su derrota con serenidad y palabras de ocasión. “Hoy los electores hablaron. Recibo con respeto y humildad la voz del pueblo que habló en las urnas. Quiero felicitar a Dilma y desearle una buena gestión. Disputé con mucho orgullo la presidencia de la República y estoy muy agradecido a los 46 millones seiscientos mil brasileños que me votaron.”

La primera mujer en ser elegida para ejercer la presidencia de Brasil es una economista especializada en temas energéticos con amplia experiencia en la gestión pública. Dilma Vana Rousseff, 62, hija de un abogado búlgaro y una maestra, nació y fue criada en un barrio de clase media alta de Belo Horizonte. Divorciada, madre de Paula, estudió economía en las universidades federales de Minas Gerais y Rio Grande do Sul y militó en agrupaciones estudiantiles de izquierda. Después del golpe militar de 1964 se unió al grupo guerrillero Colina para combatir la dictadura. Fue detenida y torturada (ver página 5). Con el retorno de la democracia se unió al partido PDT, que lideraba Leonel Brizola.

Fue secretaria del Tesoro del municipio de Porto Alegre y secretaria de Energía del estado de Rio Grande do Sul. En el 2001 se afilió al PT y al año siguiente Lula la llevó a su primer gabinete como ministra de Energía. En el 2005, después del escándalo de corrupción conocido como “mensalao” que le costó el cargo al hombre fuerte del PT José Dirceu, Dilma asumió la Jefatura de Gabinete. En ese puesto le tocó coordinar el PAC, un ambicioso programa de desarrollo de zonas carenciadas a través de una combinación de obras de infraestructura y servicios sociales. Lula se ha referido a Dilma repetidas veces como “La madre del PACs”. A principios del año pasado Lula la eligió para competir por la presidencia como candidata del partido oficialista.

A poco de arrancar la campaña, Dilma anunció que estaba siendo tratada por un cáncer de linfoma. Recibió radioterapia y los médicos la declararon curada. Pero el tratamiento le causó una inflamación en una pierna y durante días debió hacer campaña con el tobillo izquierdo envuelto en una férula de plástico.

El triunfo de ayer es también el del PT, que gana su tercera elección presidencial consecutiva y el control del Senado, mientras sus socios del PMDB retienen la Cámara de Representantes.

Pero es sobre todo un triunfo para Lula, el presidente que deja el poder con un nivel de aprobación por encima del 80 por ciento, el más alto de la historia de Brasil. Lula eligió a la candidata, armó las alianzas políticas que la sostuvieron y recorrió el país haciendo campaña en favor de Dilma, muchas veces cerrando los actos después del discurso de la candidata. Según un analista brasileño que apareció en la televisión, Lula hizo más campaña en esta elección que en cualquiera de sus múltiples candidaturas presidenciales. Podrá ser una exageración, pero no parece.

Mientras Dilma se presentó como continuadora del gobierno de Lula, Serra intentó hacer lo mismo y hasta incluyó a Lula en su propaganda electoral. Los logros del gobierno de Lula fueron elogiados por los dos candidatos. Desde los programas sociales que sacaron de la pobreza extrema a un cuarto de la población, pasando por la estabilidad económica y la baja inflación, hasta llegar al surgimiento de Brasil como potencia económica y energética en el mundo.

Pero el electorado no compró el intento de Serra de mostrarse como el verdadero continuador de Lula, y el candidato opositor, que había arrancado como favorito, fue perdiendo su liderazgo en las encuestas, al tiempo que la campaña se degradaba en un valetodo de acusaciones y escándalos varios, con los grandes medios tomando un protagonismo inusitado. Jugaron a favor de Serra, hasta que Lula salió a acusarlos de actuar como un partido político, en el momento más caliente de la campaña. Cuando la suerte parecía echada en favor de Dilma al cierre de la campaña de la primera vuelta, el sorpresivo 20 por ciento de la ecologista evangelista Marina Silva forzó el ballottage.

Tras otro mes de campaña dominado por un debate sobre el aborto, ayer el electorado ratificó su preferencia por la candidata del PT. El triunfo fue holgado, doce puntos, aunque la diferencia se achicó con respecto a los catorce puntos que Lula le sacó a Geraldo Alkmin en la segunda vuelta del 2006.

Ahora los ojos de todo el país están puestos en Dilma, en su capacidad para resolver los desafíos que seguramente enfrentará. Consciente de ello, Lula no se mostró ayer en público desde que se conocieron los resultados, según sus voceros, “para no opacar los festejos de Dilma”. Mientras tanto, los asesores de Dilma aseguraban en los programas de noticias que ella le dará una nueva cara al gobierno, que será ella quien elegirá a los ministros, dejando traslucir que la presidenta no tardará en asumir su liderazgo y fijar la impronta del gobierno que vendrá.

Precisamente, el cambio de caballos en el gabinete y en los distintos puestos del gobierno, especialmente con sus aliados de PMDB, será uno de los primeros retos que enfrentará la presidenta. El líder del PMDB es el vicepresidente electo Michel Temes, un veterano político paulista con aceitados contactos en el Congreso. Acá se da por descontado que tratará de imponer el peso de su partido para quedarse con cargos importantes en una pulseada que seguramente empezó no bien se conocieron los resultados de la elección.

Otro desafío será generar consensos por fuera de su coalición. Para eso tendrá que dejar atrás una campaña cargada de crispación que resultó en cierta polarización del electorado. Dilma se impuso con comodidad en el norte, el nordeste y la mayoría de la Amazonia, las zonas más pobres del país, mientras Serra se llevó la más prospera zona sur. En el sudeste, la zona más poblada del país, los votos se repartieron. Serra se quedó con San Pablo, primer distrito del país, mientras Dilma se llevó el segundo y el tercero, Río de Janeiro y Minas Gerais.

Anoche Dilma buscó tender puentes a la oposición y reasegurarles a sus aliados que el suyo será un gobierno meritocrático y pluralista. “Fui elegida como parte de una alianza de diez partidos y con ellos voy a construir un gobierno con criterio profesional, que valore los cuadros de la administración pública independientemente de la pertenencia partidarias... Extiendo mi mano a la oposición, de mi parte no habrá privilegios ni compadrismo”, prometió.

En el terreno económico Dilma deberá lidiar con un real alto que ha frenado el ritmo de las exportaciones y mantener el crecimiento de por encima del siete por ciento alcanzado este año, para financiar su política social. En el frente externo, la elección de Dilma representa una ratificación importante para el Mercosur, una de las prioridades del presidente saliente. Según fuentes del PT, tanto el canciller Celso Amorim como el asesor presidencial en asuntos internacionales Marco Aurelio Garcia, principales figuras del equipo diplomático de Lula, mantendrían cargos de peso en el futuro gabinete de la presidenta electa.

Otro aspecto en el que el gobierno saliente recién empezó a mostrar resultados en los últimos dos años, y que el futuro gobierno deberá profundizar, es el combate a los grupos narco y paramilitares enclavados en las favelas que rodean a las principales ciudades, responsables de una ola de violencia sin precedentes en el país. Dilma dijo durante la campaña que apuesta a la depuración de la Policía Federal, la creación de policías comunitarias y la infusión de servicios sociales en sociedad con estados y municipios para encarar la pacificación de las favelas.

Se abre una nueva etapa en la política brasileña, con una presidenta sin experiencia en cargos electorales, pero también con un proyecto político conocido y reconocido por el electorado brasileño.

Lula, factótum del triunfo de Dilma, es un político sensible al gusto popular, que gusta de usar metáforas futboleras para explicar sus movidas políticas. Una de sus frases preferidas es: “Time que ganha nao se mexe”. Equipo que gana no se toca. Más allá de cambio obligado de Dilma por Lula, ayer el povo brasileiro, pueblo futbolero si los hay, no dudó en mandar otra vez al mismo equipo a la cancha.

Publicado en Página/12 el 1 de noviembre de 2010

lunes, 1 de noviembre de 2010

Medios - Por Santiago O’Donnell, desde San Pablo


El debate en Rede Globo que cerró la campaña presidencial en este país, anteanoche, demostró como pocos la distancia entre el interés de los votantes y la agenda de los grandes medios. El formato elegido transparentó la situación: ochenta y seis votantes indecisos de todo el país, elegidos por sorteo, formulan una pregunta cada uno a los candidatos sobre el tema que más les preocupa. Doce preguntas sobre doce temas distintos son contestadas en vivo por Dilma Rousseff y José Serra, en una especie de foro ciudadano, con los indecisos sentados en las tribunas y los candidatos paseándose por un escenario redondo. ¿Tudo bem?+/- Ver mas...

Bueno, dos horas y media más tarde nadie había dicho ni una palabra sobre el aborto, tema casi excluyente de los medios en las últimas semanas. Tampoco hubo preguntas sobre la postura de Dilma a favor de la unión civil de personas del mismo sexo, ni sobre su pasado de guerrillera, otros temas destacados por los grandes medios para apoyar al candidato opositor. Pero tampoco nadie preguntó por el supuesto afán privatizador del socialdemócrata Serra, principal caballito de batalla del oficialismo. Tampoco se habló de macroeconomía y el “superreal” fue apenas mencionado por Serra, casi como al pasar. De política exterior directamente ni se habló, ni siquiera para destacar el lugar de Brasil en el mundo. Ni por asomo interesó a los indecisos el revuelo que habían armado los grandes medios cuando Lula recibió al presidente iraní en plena campaña.

Los indecisos querían saber más sobre los temas que habitualmente preocupan a la gente acá, allá y en cualquier lugar del mundo. Preguntaron por la salud, la educación, la seguridad, legislación laboral, impuestos, seguridad, la función pública, ecología, agricultura, vivienda, cloacas, corrupción.

Fue un debate raro porque los dos candidatos evitaron criticar al otro y casi no manifestaron desacuerdos entre sí. Más que un debate, pareció un concurso de preguntas y respuestas. Pero fue a la vez el debate más sustancioso de toda la campaña en cuanto a la posibilidad de escuchar a los candidatos exponer sus planes y propuestas para el próximo gobierno, sin chicanas ni golpes bajos ni efectos especiales para desviar la atención.

Dilma no quiso atacar a Serra porque lleva quince puntos de ventaja en las encuestas y no quiere reforzar la imagen de mujer brava y temperamental que le adjudican los opositores y algunos dentro de sus propias filas. Serra no quiso atacar a Dilma para no parecer enfrentado con el proyecto del popularísimo presidente Lula, quien eligió a dedo a su íntima colaboradora para darle continuidad.

Ni siquiera se cruzaron cuando fueron preguntados por la corrupción, un tema que daba mucha tela para cortar. La campaña oficialista había recibido un golpe duro el mes pasado cuando una estrecha colaboradora de Dilma, Erenice Guerra, debió renunciar a la Jefatura de Gabinete tras revelaciones de que su hijo le habría pedido una coima millonaria a un empresario para aprobarle un crédito en un banco estatal. La semana pasada la tortilla se dio vuelta. Primero salió en los diarios que un recaudador de Serra, Paulo Preto, se habría quedado con un vuelto de cuatro millones de reales que habían sido donados a la campaña por un empresario. Después Folha de S. Paulo publicó una investigación sobre irregularidades en la licitación del nuevo subte de San Pablo, cuyos pliegos fueron firmados cuando Serra era gobernador. Las revelaciones forzaron la suspensión del proyecto.

Bueno. En este debate, a diferencia del anterior, no se habló de Erenice, ni de Paulo Preto, ni de la licitación de subtes. Todo muy cordial y muy coincidente: hay que reforzar la oficina del procurador, los organismos de control, la policía, contestaron los candidatos, continuando el discurso del otro, casi como si fueran compañeros de fórmula.

Al cabo del encuentro quedó muy claro que las diferencias programáticas entre una y otra propuesta son escasas y que acá lo que se vota son coaliciones de poder y no ideales políticos. Por supuesto que una cosa es decir y otra bien distinta es hacer, y que los candidatos y los partidos que representa provienen de lugares distintos y tienen historias distintas.

Pero a la hora de proponer, los dos hablan de un modelo liberal en lo económico, con un fuerte incentivo a la inversión local y extranjera, con un sector público transparente y bien remunerado, con un Estado eficiente y activo en el manejo de los recursos naturales, la administración de servicios públicos, que priorice el financiamiento y la implementación de políticas para el desarrollo y la inclusión de las poblaciones postergadas y desprotegidas.

Había que estar muy atento y tomar apuntes muy minuciosos para encontrar diferencias en las respuestas de los candidatos a las preguntas de los indecisos. En seguridad, Serra puso el acento en la creación de un Ministerio de Seguridad, mientras Dilma puso el eje en las policías comunitarias. En el tema impositivo, Dilma dijo que reduciría los impuestos a la fuerza laboral de las pymes, mientras Serra dijo que bajaría impuestos a la inversión y a los medicamentos. Ante una pregunta sobre la migración desde zonas rurales a las ciudades, Serra mencionó que el real está muy alto y que pone a los agricultores en desventaja con respecto a Argentina y Uruguay. Acto seguido, Dilma contestó la misma pregunta describiendo las ventajas del programa de agricultura familiar del actual gobierno, sin referirse a la moneda.

Aun en las pocas preguntas en las que parecían estar en desacuerdo, al final decían más o menos lo mismo. Serra dijo que era imperioso crear un registro de reincidencia a nivel nacional para seguir de cerca a los criminales. Dilma lo corrigió diciendo que ese registro ya existe. Pero después agregó que no sólo existe un registro sino que existen tres, uno de la Justicia, otro del Servicio Penitenciario y otro de la Policía Federal, y que ella se compromete a unificarlos.

Al final llegó lo mejor, o mejor dicho lo peor, de todo el debate. En su alegato final, Dilma intentó mostrar el costado humano que tanto le cuesta ver al electorado brasileño, más allá de su clara preferencia por la continuidad del proyecto de Lula que representa la candidata petista. Dilma dijo que más allá de los números a ella le interesan las personas. Que durante la campaña debió soportar todo tipo de injurias y calumnias, pero que ella no guarda rencor, que sólo hay lugar en su corazón para el amor, el amor que siente por el pueblo brasileño. O algo así.

Serra cerró como es su costumbre comparando currículums. Lo hizo por omisión, sin mencionar a Dilma, salvo para agradecer su participación en el debate, sin decir que su adversaria nunca antes se había presentado a su elección. Mencionó el origen humilde de su familia, las enseñanzas de su papá y su mamá, su pasado como líder estudiantil en contra de la dictadura, sus catorce años de exilio, su vuelta sin rencores, sus cargos electivos de concejal e intendente de la ciudad de San Pablo, diputado federal y gobernador del estado de San Pablo. Dijo “yo soy mi historia” y pidió el voto de los televidentes con cara de humilde.

Pero no fue lo que dijeron lo que llamó la atención, sino lo que mostró Rede Globo mientras lo decían.

Primero fue el turno de Dilma. Cuando empezó a hablar la enfocaron de costado mientras ella se dirigía a la cámara delante suyo, dando la impresión de que la candidata oficialista evitaba la mirada del televidente. Después poncharon un plano frontal pero larguísimo, que mostraba a una candidata diminuta hablando desde el fondo de un escenario vacío.

Después, cuando le tocó a Serra, lo enfocaron de frente, media silueta, hablando directamente a la cámara. De ahí un zoom intimista hasta llegar a un plano cortísimo, con la cabeza de Serra ocupando tres cuartos de pantalla, los ojos fijos en el televidente, cara a cara, de brasileño a brasileño, pidiendo por última vez que le confíen el voto.

La edición de Rede Globo, tan sutil para el neófito como grosera para el iniciado, mostró mejor que cualquier título, cualquier zócalo o cualquier “investigación especial”, cuán lejos han quedado las grandes empresas de comunicación, por lo menos en este país, de los preceptos de equilibrio y la neutralidad que profesan en nombre de una tradición periodística en vías de extinción.

El debate de los indecisos mostró que acá se discute mucho más por poder que por ideología, y que existe un divorcio marcado entre el interés público y la agenda de los todavía llamados “medios” de comunicación. Los medios, claro, coincidieron ayer en que el debate fue muy aburrido. Será tal vez porque les cuesta entender a los indecisos siendo que ellos se decidieron desde el principio. O será tal vez porque a nadie le gusta perder.

Publicado en Página/12 el 31 de octubre de 2010