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martes, 26 de junio de 2012

Atardece - Por Santiago O’Donnell

Atardecer en El Cairo. Desde hace días se miran las caras y ninguno pestañea, ninguno desenfunda. Máxima tensión en Egipto. En la plaza, cien mil almas para defender el triunfo electoral de los Hermanos Musulmanes. En el palacio, la junta militar gobernante que se niega a ceder las riendas del poder.

Hace dos semanas, la junta disolvió el Congreso votado meses atrás con mayoría de los Hermanos Musulmanes. Ese Congreso acababa de elegir a los estatuyentes que escribirían la nueva Constitución. Como justificación, la junta invocó un fallo de una corte nombrada por el ex dictador Mubarak. No contentos con eso, los militares redactaron su propia Constitución provisoria. La Constitución de los militares que le deja al nuevo presidente poco más que el poder de nombrar a sus ministros, salvo el jefe de Gabinete, que podrían ser los propios militares.
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Los Hermanos tragaron saliva y dijeron, en esencia, todo bien, hablamos después de que terminen las elecciones. Ya habían ganado en la primera vuelta. En el ballottage de la semana pasada volvieron a ganar. Según un conteo oficial y público, divulgado por la agencia estatal egipcia, Mohamed Mosri, el candidato de los Hermanos, sacó el 52 por ciento de los votos, contra el 48 por ciento del brigadier retirado Ahmed Shafik, último jefe de Gabinete de Mubarak, candidato del régimen, de la junta militar.

Shafik, por su parte, dijo que había ganado él. Lo cual sería anecdótico si no fuera porque el jueves pasado, cuando la comisión electoral debía anunciar el resultado, en vez de hacerlo anunció una postergación para revisar impugnaciones, casi todas presentadas por Shafik. Esto, a pesar de que numerosos veedores internacionales habían constatado que se trató de una elección limpia, aunque en la segunda vuelta los militares le imprimieron un clima intimidatorio y limitaron el acceso de los observadores al conteo de las urnas.

No era lo que esperaban los Hermanos Musulmanes. Habían confiado que los militares aceptarían irse al finalizar la transición entre Mubarak y el nuevo presidente electo. A cambio recibirían inmunidad legal, mantener algunos privilegios y manejar el presupuesto militar. Los Hermanos Musulmanes venían trabajando con diplomáticos estadounidenses para que la transición sea tranquila, informó The New York Times. Washington le manda a Egipto mil trescientos millones de dólares por año de ayuda económica directa desde los tiempos de Mubarak. Los Hermanos no pueden despreciar semejante filón. Por eso buscan limpiar su imagen, fuertemente asociada con el islamismo radical. Así, se muestran como garantes del proceso democrático que finalmente los llevará al poder, pacientes y comprensivos ante las trampas y maniobras de la junta militar. Pero los aliados de Estados Unidos en la región, Israel, Arabia Saudita y Emiratos Arabes están con la junta y dicen que Estados Unidos es ingenuo con respecto a los Hermanos.

La junta militar duda, busca apoyos, emite comunicados marciales y acusa a los Hermanos de generar la crisis por haber adelantado los resultados de la elección, argumento que no resiste un análisis serio. Los Hermanos llenan la plaza, se rodean de intelectuales independientes y otros aliados pro democracia y desafían a la junta a que termine con las demoras y nombre a su ganador.

Las transiciones son jorobadas. La democracia, hay que bancársela. Si no, no es democracia. Una junta militar sólo pueden ser militares que se juntan. Atardecer en El Cairo. El pueblo en la plaza, las botas en el palacio. Democracia o dictadura, revolución o contrarrevolución. Ayer la Comisión Electoral anunció que los resultados se conocerán hoy. A horas del desenlace, se miran a los ojos y ninguno pestañea.
Publicado en Página/12 el 24 de junio de 2012

lunes, 25 de junio de 2012

“El fuerte de Lugo no fue la construcción política” (Entrevista en "La Vuelta" con María O'Donnell)

Click aquí para escuchar la entrevista

Emitido por Radio Continental el 22 de junio de 2012

Estuvo colgando de un hilo (Mensajes sobre "Apetitos insaciables")

Santiago,todos sabíamos que Lugo estuvo colgado de un piolín todo este tiempo. En otros momentos de la historia  funcionaba de inmediato el internacionalismo y los gobiernos y partidos amigos sostenían con ayuda y asesoramiento político y económico(Urss-Cuba...Cuba-Venezuela...etc.) .Hoy se pueden hacer muchas declaraciones pero hay que reconocer gruesos errores en el apoyo de los países progresistas de la región.

Rubén Vadagnel.
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Compañero vivo en Misiones, y tengo amigos y conocidos en Paraguay, y la verdad una siente tanta vergüenza y frustración al ver como todavía el residuo de Stroessner y su fascismo y su desprecio por los humildes sigue inserto en lo mas profundo de la sociedad Paraguaya que añora las relaciones carnales con los EEUU, que desprecia la asistencia social, la educacion gratuita, la salud comunitaria gratuita y la jubilación de los pobres, pero todo eso que desprecian, vienen por la cercanía a buscar a Argentina, salud gratis, educacion, jubilaciones. Hoy mas que nunca se ve como los sectores económicos mas conservadores y reaccionarios no quieren compartir ni una porción de la torta. Resulta no menos que preocupante que los pobres sigan atados por lazos tan fuertes de cuasi servidumbre, mi padre tenia un par de dichos, uno de ellos que los pobres solo podíamos ser peronistas, que no entendía a los pobres que eran radicales, lo mismo digo ahora, por que sin dudas sin el apoyo de ciertos sectores de la sociedad paraguaya ( pobres además) esto no se podría llevar adelante y que al igual que los adictos a las drogas (aceptadas socialmente o no) necesitan el maltrato, el empleo en negro, la continua degradación y la insistencia de que en Paraguay solo hay Paraguay para la oligarquía, el resto son casi paraguayos!. Lugo seguro no pudo profundizar el cambio. El ir por todo, pero también eso se debe a que tantos años de dictadura tantos años de colorados      no se pueden borrar con 4 años de Lugo. Como ultima opinión, la sociedad paraguaya, machista, homofobica no le perdono a Lugo ser un hombre, es cierto el elegio ser cura, el también cometió el pecado de ser hombre y no poder REPRIMIRSE y cometió el pecado de necesitar amar y ser amado cosa que la iglesia catolica les tiene prohibido a los curas 

Rossler







Estimado Santiago, muy bueno el artículo, solo que tenés que saber que el actual presidente es Federico Franco, no Yoyo, que es el apodo que tiene su hermano, que es senador liberal y fue vicepresidente durante el gobierno de Luis González Macchi, el que quedó luego del marzo paraguayo, de 1999 a 2003.

El viernes publicaron un artículo firmado por mí en Página12, y ya le dije a Mercedes que pueden contar conmigo para lo que necesiten, que seguro se van a venir muchas cosas por acá.

Diego Brom








Distinguido Santiago: gracias por tu espacio solidario con la verdad histórica y la larga marcha del pueblo paraguayo.

Sólo que el YOYO FRANCO es el hermano del presidente golpista, y ni siquiera es Yoyo, es Yoyito Franco.
Este tipo de errores y confusiones se hacen reiterativos en los artículos de Uds. Y da lugar a que la derecha se burle y diga que Uds. ni siquiera saben de quién están hablando.
Con todo gusto te paso mi dirección de correo para que cada vez que vos y tus compañeros escriban algo sobre Paraguay, pueda aportarte las precisiones del caso, y colaborar con mi querida Página 12.
Aun puedo pasarte referencias personales,  en caso de que mi desconocida persona te plantee dudas, lo cual es lógico.
Esas referencias incluyen, a pesar de ser sobrino del conocido asesino de la dictadura Sabino Montanaro, artículos firmados en contra suya en medios masivos, y una militancia contra la dictadura desde los 17 años.

Gracias por tu tiempo, tengas buenos días.

Marcos Maiz Montanaro







Hola Santiago:
leyendo tu artículo te quería preguntar qué te pareció el papel que jugó la UNASUR.
Me parece que ante otros conflictos los reflejos han sido más rápidos y los presidentes reaccionaron más enérgicamente. Sé que el escenario era complicado ya que Dilma estaba con la cumbre ambiental, Cristina acá lidiando con el paro de Moyano, pero otras veces se han movilizado algunos de los presidentes ante conflictos como los que sucedieron en Bolivia por ejemplo.
Por ahí esto que digo suena un poco ingenuo pero me dio esta sensación.
Igual, es amargo y desolador ... ya teníamos lo de Honduras y ahora el golpe de estado en Paraguay, es gravísimo para estos países y para toda la región.
Saludos y felicitaciones no solo por tu libro Argenleaks sino por tus artículos en Página.

Bernardina Igoa








Estimado periodista.

He visto con atención y profundo dolor su nota.
Usted tiene parte de razón, ciertas verdades paciales.

Pero lo invito, como abogado y ambientalista, a que estudie un poco más seriamente los intereses que han destituido a Lugo.

Y por favor, cuando escriba, no lea lo que en EEUU ha dicho su Presidenta sobre Monsanto, Cargill, y las semillas genéticamente modificadas, no lo haga por favor, no sea que se sienta mal.

Le ruego que haga una investigación seria y luego la publique aquí, en la Página 12 que fue hace un tiempo un honor leer, y ya no lo es tanto.

Lo abrazo.

Jorge Oscar Daneri
Paraná, Entre Ríos. Argentina.
Fundación M Biguá, Ciudadanía y Justicia Ambiental.







Soy Oscar un argentino que vive en Asuncion hace 10 años; lei tu nota en el pagina de hoy y te queria aclarar que este Franco que asumio ahora es Federico, yoyito (y no yoyo) es el hermano que ya fue vice anteriormente despues del marzo paraguayo.
Coincido en tus apreciaciones pero a esta sociedad es dificil de caracterizar dicen q es de matriz conservadora pero creo que solo la clase alta, el resto inclusive el campesinado pobre solo sigue una matriz de supervivencia todo es corto plazo. Yá, tomar lo que se puede y que no queden prisioneros es mas o menos el modo de moverse en la vida cotidiana. Pertenezco al pensamiento del campo popular por eso aunque duela te cuento que Lugo solo fue apoyado(lo poco apoyado) por la institucion y ya no por la persona, el subio  un poco por el progresismo pero la mayoria de los votantes vio una vida franciscana y a alguien q "por lo menos no va a robar...despues vinieron los hijos y demas y esa imagen se pulverizo

Oscar Sánchez






Hola Santiago, quiero felicitarte por tu nota Apetitos insaciables! Necesitaba conocer y comprender casi todo del asunto con Lugo, y en tu nota lo encontré con creces. Ahora la recomendaré en twitter.
Abrazo

Hugo Paredero







Sólo para felicitarlo por el excelente artículo sobre el golpe de estado en el paraguay

Diego Codas






El tipo que quedo como presidente no es el Yoyo Franco sino el hermano Federico Franco.
Seria bueno para que pongas una fe de erratas para no distraer la atencion de tan buena nota.
Un abrazo desde New York
Hector Jojot







Poder, poder…nos falta poder para domar a los salvajes que no tienen capacidad para alimentar valores positivos.

Jorge h: Barbich

Apetitos insaciables - Por Santiago O’Donnell

El Congreso de Paraguay cree que echó al presidente Lugo en un juicio que duró menos de dos días. Mucho más no se puede decir. Una payasada. Ningún juicio a un presidente puede durar un día y medio desde el momento en que se anuncia. El Congreso de Paraguay cree que puede echar como un perro al presidente de la nación. En este caso, a un cura de pueblo que llegó a la más alta magistratura del país. ¿Y por qué? Los señores dicen que lo echan por incompetente. Porque no pudo frenar la matanza en la finca que supuestamente pertenece a un caudillo colorado, en la franja sojera que limita con Brasil. Dicen que se quedó sin respaldo político. Y dicen que el motivo para hacerlo tan rápido es que Lugo habría convocado a “grupos violentos” que habrían rodeado el Congreso.

Bueno. Lugo no pudo frenar una situación explosiva que se viene gestando desde mucho antes de que él llegara a la presidencia. Tiene su origen en los repartos de tierras tramposos que se hicieron durante la dictadura de Stroessner y los gobiernos colorados que la continuaron. El gran pecado de Lugo es tener diálogo con los sectores sociales desplazados. Ni siquiera se lo puede acusar de ser un representante de ellos, ya que es muy poco lo que su gobierno ha obtenido en materia de mejoras para el sector, y la reforma agraria sigue en promesa. Pero dialoga, contiene, le busca la vuelta. Los cables de la agencia de seguridad de Stratfor que Wikileaks filtró hace unos meses muestran lo delicado de la situación, y cómo el gobierno de Lugo viene trabajando con sus contrapartes brasileños, en silencio, en busca de una solución. Los cables que este diario publicó en exclusiva afirman que para los espías de Stratfor, una especie de CIA en la sombra, y sus contactos militares brasileños, Lugo era el único político paraguayo capaz de controlar la situación y hasta especulaban con una intervención militar brasileña si la situación se salía de cauce. Entonces acusar a Lugo así a la ligera por la muerte de los once campesinos y seis policías esta semana es una ridiculez.
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En cuanto a la falta de apoyo político, Lugo tiene a un vicepresidente, el Yoyo Franco, que ambiciona su cargo desde el primer día, y que encabeza un partido político que viene esperando desde hace 60 años gobernar al país. Nunca lo habían apoyado demasiado, ahora directamente lo traicionaron. Lugo no será un gran político. No supo transformar sus votos en una formación política con fuerza legislativa. Activó políticamente a sectores hasta entonces marginados, más acostumbrados a la acción directa que a los mítines políticos, pero esas fuerzas no supieron o no pudieron ganar representatividad electoral. La jugada para desplazarlo es casi infantil. No bien ocurrió la matanza, los Colorados se le vinieron encima con todo tipo de reclamos y amenazas. Frustrado, dolido, cansado, Lugo cometió un error fatal. Les tiró por la cabeza el Ministerio del Interior que tanto reclamaban a sus adversarios Colorados y les dijo listo, arréglense, a ver si con sus políticas corruptas de mano dura consiguen arreglar las cosas. Pero se olvidó de avisar o convencer a sus entonces socios, los liberales. Entonces llegó el chantaje Liberal: o echás al ministro Colorado, con lo cual quedás como una marioneta nuestra, o nos vamos del gobierno. ¿Ah, que no renuncia tu ministro Colorado en 24 horas? Entonces nos vamos del gobierno y encima te hacemos juicio político. Y los Colorados, que terminaban de colocar a su ministro, se dan vuelta y lo dejan a Lugo solo para enfrentar el pelotón de fusilamiento. Había sido cura. Había sido obispo. Se metió en política e hizo un montón de cosas buenas. Llegó a la presidencia con lo justo. Un tipo como él, tan bendecido, seguramente podría construir una fuerza propia prácticamente de la nada. Pero no. El milagro no sucedió.

Con respecto a los tiempos del Congreso, Lugo no convocó a “grupos violentos”. En todo caso, su partido convocó a sus seguidores, como no podía ser de otra manera. El problema no es la convocatoria, sino la falta de legitimidad del Congreso, la institución más desprestigiada del país. Cómo estará de mal que hace un par de semanas ese mismo congreso intentó destituir a la Corte Suprema pero no pudo. Que una institución para nada confiable quiera cargarse a un presidente y encima no respete el derecho a la defensa y al debido proceso, eso es lo que provoca violencia. En todo caso el Congreso paraguayo debería depurarse y ganarse la confianza del pueblo antes de avanzar sobre los otros poderes del Estado.

Pero acá lo que está en juego es algo mucho más mezquino y patético. Los liberales se mueren por gobernar, el vice se muere por gobernar. Ocho meses para ver si pueden ordeñar el Estado a su favor lo suficiente como para frenar la vuelta cantada de los Colorados en las próximas elecciones presidenciales. Después, lo que pasa con los carperos, con los títulos de tierra, con la demorada e imprescindible reforma agraria, lo que pasa con la violencia, con Lugo, con Paraguay, no parece molestar demasiado a estos señores de traje y corbata, gestos payasescos y apetitos insaciables.

¿Y qué hizo Lugo? Se sometió mansamente al juicio político. Se llamó ex presidente aún antes de que asumiera Franco y “pacificó” a sus seguidores. Sus colegas de la Unasur se quedaron con las ganas de ayudar al ex obispo y ahora ex presidente, aunque ni locos piensan reconocer así nomás a su reemplazante. El Yoyo Franco no será invitado a las cumbres, pero el daño ya está hecho.
 
Publicado en Página/12 el 23 de junio de 2012

lunes, 18 de junio de 2012

Insurgencia, terrorismo y guerra civil - Por Santiago O’Donnell

Terrorismo, insurgencia, guerra civil. Distintas palabras para describir lo que viene escalando los últimos quince meses en Siria, donde según Naciones Unidas más de trece mil civiles han muerto por la violencia en curso. Al principio, durante más de un año, mientras el gobierno de Bashir Al Assad parecía en control de la situación, era muy difícil comprobar lo que estaba pasando. Las denuncias que surgían bajo el anonimato de las redes sociales hablaban de una violenta represión, con muertes incluidas, de protestas pacíficas en el contexto de la Primavera Arabe. Los manifestantes pedían más apertura y reformas democráticas al régimen baasista de la dinastía Assad que viene gobernando a Siria desde hace décadas. Difícil saber qué pasaba porque los medios sirios siguen el modelo propagandístico de la prensa china y los medios extranjeros no alineados tenían prohibida la entrada al país.

La situación se espesó cuando los manifestantes pacíficos –represión mediante, intereses extranjeros mediante, o ambos a la vez– mutaron en insurgentes y terroristas. Los insurgentes se hicieron de armas pesadas y empezaron a ocupar ciudades enteras. Los terroristas se despacharon con una serie de atentados contra objetivos del régimen ubicados en zonas de alta densidad poblacional, matando a docenas de civiles. Assad mandó a sus tanques y sus aviones a las ciudades insurgentes y las bombardeó sin piedad hasta que los insurgentes se marcharon. A los terroristas Assad todavía los está buscando.
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Todo ese movimiento de tropas y cadáveres despertó el interés de Naciones Unidas, que mandó a su ex secretario Kofi Annan para mediar y a un equipo de veedores para que informe desde el terreno. Casi al mismo tiempo Assad denunció una campaña internacional para voltearlo y, terminada su ofensiva y retomadas las ciudades insurgentes, permitió el ingreso de los principales medios del mundo, que llegaron junto a los veedores de la ONU. Por un lado, los veedores y los periodistas constataron los bombardeos y, peor, masacres, crímenes de lesa humanidad cometidos por los soldados y las milicias de Assad. Por otra parte constataron que los combates continúan en distintas partes del país y, más grave, los asesinatos de civiles en atentados terroristas contra objetivos del régimen sirio.

Annan propuso un plan de paz de seis puntos que consistían de un alto el fuego y un llamado al diálogo entre el gobierno y la oposición. Fue aceptado por el gobierno y por las distintas facciones de la llamada oposición, pero ninguna de las partes cumplió y, según pudieron constatar los veedores y los periodistas, la matanza continúa.

Es que el plan de Annan no es tan fácil de implementar. Llama al diálogo con la oposición, pero hoy la oposición consiste básicamente en un grupo de exiliados, un “ejército libre” de desertores y una red terrorista anónima, que nunca firma sus atentados. También estarían los activistas por los derechos humanos que denuncian al régimen desde Siria y los manifestantes pacíficos que sobrevivieron la represión. Pero no se trata de una coalición articulada ni nada que se le parezca, sino más bien de un conjunto de voluntades dispersas a las que sólo las une el mismo enemigo. Para dar cuenta de la dispersión basta decir que Damasco acusa a la red terrorista Al Qaida por la serie de atentados, al mismo tiempo que acusa a Estados Unidos y Europa de violar el alto el fuego al continuar la provisión de armas para la insurgencia desde Jordania y Turquía.

En otras palabras, Estados Unidos y la OTAN están en guerra con Al Qaida en Afganistán, Pakistán, Irak y Yemen. Pero en Siria los enemigos de la guerra global trabajarían juntos a la par para derrocar a Assad (y en Libia se juntaron para voltear a Khadafi).

¿Qué hacer? En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el único organismo con mandato para autorizar intervenciones militares extranjeras, las opiniones están divididas. Europa y Estados Unidos quieren tratar a Siria como un país débil, Rusia y China quieren tratarlo como un país importante. A los países débiles, cuando no pueden controlar su propia violencia, se los presiona, se los sanciona y eventualmente se los invade. A los países poderosos se les permite aplicar soluciones drásticas en sus territorios y esferas de influencia bajo el principio de no intervención en los asuntos internos de una nación soberana. Para Washington y la OTAN, la solución pasa por votar una “no fly zone” en Siria, o sea controlar el espacio aéreo con aviones supersofisticados, asegurarse de que los rebeldes están bien pertrechados y así debilitar a Assad hasta que caiga. Esta semana Francia hizo punta en el Consejo y pidió “aplicar presión” al régimen de Assad.

Pero Rusia, aliado histórico de Siria, y China, superpotencia emergente, rápidamente contestaron que no. Dijeron que se oponían a cualquier sanción o intervención en Siria. No quieren que pase lo mismo que en Libia, donde el “no fly zone” se convirtió en una campaña de bombardeos masivos porque los rebeldes se caían a pedazos, Khadafi los tenía rodeados, y sin esos bombardeos era imposible dar vuelta la situación.

Yo creo que a todos los países hay que tratarlos de la misma manera. No estoy de acuerdo con el intervencionismo que plantean Estados Unidos y Europa, ni con apañar y proteger a Assad como Rusia y China. Hay que parar la violencia, hacer reformas democráticas y que Assad se vaya cuando se tenga que ir. Es un poco lo que plantea Kofi Annan. Difícil.

El empate catastrófico en el Consejo de la ONU deja a la población siria expuesta a una espiral de violencia con final incierto. Cada día aparecen nuevas evidencias de masacres, atentados, bombardeos y desplazamientos, de terrorismo estatal y terrorismo en contra del Estado. Hoy, el plan de paz de Annan es sólo un papel que apenas sobrevive en la mente de los diplomáticos más optimistas.

Tras quince meses del conflicto algunas cosas están claras. Está claro que hay injerencia extranjera, que los extranjeros arman, financian y propagandizan a la insurgencia. Pero también está claro que los muertos no son extranjeros, sino ciudadanos sirios. O sea, que miles de sirios están dispuestos a dar la vida para que caiga Assad. También queda claro que unos cuantos sirios están dispuestos a dar la vida por la permanencia del régimen. Por eso los muertos se acumulan día a día.

Los países que ejercen el liderazgo en materia de derechos humanos a nivel mundial no pueden callar ante estos crímenes que ahora sí se pueden constatar y verificar. No pueden esperar a ver qué termina decidiendo el Consejo de la ONU.

Publicado en Página/12 el 17 de junio de 2012

martes, 12 de junio de 2012

Entrevista en "Bajada de Línea" con Víctor Hugo Morales



Emitido por Canal 9 el 11 de junio de 2012
Tic tac tic tac. El tiempo se acaba para Assange. La semana pasada la Corte Suprema británica le dio quince días para dejar el país. Sus abogados consiguieron demorar la orden con una apelación de último momento que se va a resolver en estos días. Después habrá alguna otra instancia pero más temprano que tarde el fundador de Wikileaks muy probablemente termine en Suecia, donde lo investigan por asalto sexual. En ese país, según las estrictas reglas vigentes, Assange sería detenido y confinado no bien ingrese, mientras la fiscalía que se encarga del caso evalúa sus méritos para decidir si presenta o no una acusación a la Justicia.

No se trata de un caso más. Assange, como todos sabemos, facilitó la filtración de cientos de miles de documentos secretos del gobierno estadounidense y de grandes empresas. La Casa Blanca le ha pedido al fiscal general de ese país que investigue a Assange por espionaje, decisión que ha disparado un debate sobre libertad de expresión en Estados Unidos y el mundo, porque los propios diarios estadounidenses publicaban los documentos secretos que les facilitaba Assange. Algunos de esos documentos indican que un Gran Jurado de Alexandria, Virginia, habría acusado a Assange de una serie de crímenes, pero esa acusación permanece “sellada”, como se dice allá, o sea secreta, hasta que la fiscalía decida el momento de aceptarla y abrir la investigación. (El gran jurado es una instancia preliminar del sistema judicial estadounidense.)
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El temor de Assange es llegar a Suecia y enterarse que los fiscales de Alexandria acaban de abrir la acusación del Gran Jurado y que por lo tanto exigen la extradición de Assange a Estados Unidos. Entonces, lo que a lo sumo podría ser una pena de semanas o meses en Suecia por un episodio sexual se convertiría en la posibilidad concreta de pasar varias décadas en una cárcel de Estados Unidos por espionaje. Con respecto al episodio sexual, se puede resumir así: Assange estuvo en Suecia parando en lo de una admiradora a la que la Justicia sueca llama Mujer A. Assange tuvo sexo con Mujer A, ella dice que el profiláctico se rompió y que él insistió con el sexo y la forzó a ella sin protección. A los pocos días Assange tuvo sexo con la llamada Mujer B. Según ella, después de la primera vez Assange intentó una segunda sin protección, forzándola. En la estricta ley sueca existirían tres clases de violaciones según el nivel de violencia. A Assange se le imputaría la categoría menos violenta. Como suele ocurrir en estos casos, son crímenes difíciles de probar, donde la veracidad de los testimonios llevan buena parte de carga de la prueba. Pero quienes conocen las conducta privada del fundador de Wikileaks no parecen tan sorprendidos por las acusaciones de las mujeres suecas.

Más allá de las culpas que pudiera tener, Assange no quiere ir a Suecia porque sospecha que el sistema judicial de ese país es maleable a los deseos de la Casa Blanca de extraditarlo por espionaje. En cambio en el Reino Unido, donde él está ahora, además de contar con una tradición de Common Law de protección al individuo, recibe el apoyo masivo de la opinión pública y también el de buena parte de los medios de comunicación británicos y angloparlantes. Por eso una extradición de Assange desde Gran Bretaña a Estados Unidos sería impensable sin la triangulación vía Suecia.

Pero Assange, más temprano que tarde, de no mediar un milagro, se tiene que ir a Suecia. La semana pasada, en fallo dividido por cinco a dos, la Corte Suprema británica dio lugar al pedido de extradición del país escandinavo. En una conferencia de prensa para anunciar su decisión, el presidente de la Corte británica explicó el razonamiento detrás del fallo. Resulta que poco importó lo que dijeron las mujeres suecas y menos aún la presunta acusación por espionaje de Estados Unidos. Assange no está acusado de ningún crimen. Un fiscal sueco lo anduvo buscando para interrogarlo, pero nunca lo encontró. Entonces lo citó por la fuerza pero como no estaba en el país le mandó una orden de captura de la Unión Europea. La ley europea que rige las capturas internacionales dice que los pedidos los tiene que hacer una “autoridad judicial”. ¿El fiscal es una autoridad judicial? Esa es la pregunta que decidió el caso, explicó el magistrado. Para la minoría que votó en contra, según la tradición legal británica, “autoridad judicial” significa un juez o una corte. Pero la mayoría interpretó que la ley europea sancionada en Bruselas, a la que adhirió el Reino Unido, no se basó en la tradición británica sino en el espíritu del código napoleónico y la expresión francesa del término “autoridad judicial”, en cuyo caso el término sí incluiría a los fiscales. Aunque parezca una disquisición menor, se trata de una decisión importante, que excede por mucho el caso Assange. Sucede que la ley, llamada Orden de Arresto Europea, creada en el 2004, permite que los fiscales, con mayor o menor dependencia de los gobiernos, decidan detenciones de personas sin la supervisión de una autoridad judicial, como sería un juez, que supuestamente pertenece a un poder independiente. Esto ha dado lugar a varias quejas de organismos de derechos humanos por abusos contra inmigrantes y perejiles, que incluso han sido debatidas en el Parlamento Europeo.

Por eso es probable que cuando termine la apelación en Gran Bretaña, Assange prolongue su estadía en el Reino Unido unos días más a través de otra apelación ante la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, sin dudas una vidriera importante para difundir y discutir un tema que hace a libertades civiles, oportunidad que Assange no suele desaprovechar.

Hermético, solitario, vive sus últimas horas de libertad condicional en Gran Bretaña en una casa prestada sin los lujos del castillo que había ocupado hasta el año pasado tras su paso por la cárcel de Londres en diciembre del 2010, cuando Suecia libró la orden de arresto. Deja la comunicación en manos del número dos de la organización, el periodista islandés Kristinn Hranfsson, que atiende el teléfono desde Rekiavic.

Hranfsson dice que hay muchas razones para pensar que Suecia quiere mandar a Assange a Estados Unidos. Señala que Karl Rove, la eminencia gris de George W. Bush, es un asesor oficial del gobierno sueco. Que la semana pasada Hillary Clinton estuvo en Suecia vendiendo helicópteros. Que los Wikileaks mostraron que existe un acuerdo secreto entre el Servicio de Inteligencia de Suecia y la CIA. Que una muestra de esa colaboración es que la CIA secuestró a dos egipcios en Suecia y los mandó en un vuelo secreto desde Suecia derechito a las salas de tortura de Mubarak en Egipto.

Del caso mucho no quiere hablar, pero finalmente dice: “Assange fue acusado por una fiscal y al día siguiente la noticia se filtró en un tabloide. A día siguiente un fiscal superior determinó que no había elementos para presentar cargos en contra de Assange y el pedido de captura se levantó y la investigación se cerró, sólo para ser reabierta semanas después por una extrema presión política, a días de una elección presidencial”.

El caso Assange se da en el contexto del boicot mundial que las principales entidades financieras le vienen aplicando a Wikileaks desde noviembre del 2010. Visa, Mastercard, Bank of America, Paypal y Amazon cerraron sus cuentas de Wikileaks a pesar de que la organización no ha sido acusada de ningún crimen en ningún país. El boicot se torna más incomprensible cuando las mismas entidades financieras canalizan fondos para organizaciones racistas como el Ku Klux Klan.

Hranfsson dice que Wikileaks le ha hecho juicio a esas entidades en Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña y Australia. Dice que Wikileaks sigue recibiendo y difundiendo información, pero que gran parte de sus recursos, ya de por sí drenados por el boicot, se los termina llevando la batalla legal en sus distintos frentes. “Aunque hemos tenido que cerrar nuestros sitios seguros debido a las restricciones económicas, puedo confirmar que nos sigue llegando información por vías convencionales. Pero nuestra política es no adelantar detalles de nuevas filtraciones hasta el día de publicación”, cuenta el vocero de Wikileaks.

Ahora hay que esperar y estar atentos a la actitud de Estados Unidos ante una eventual extradición de Assange a Suecia. ¿Las Mujeres A y B son espías plantadas por la CIA? Hasta ahora no ha surgido ninguna prueba concreta. Sin embargo, aún está fresco en la memoria el caso del ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, falsamente acusado de violación por una prostituta en una operación mediática que fulminó la carrera del político socialista. El caso recuerda que desde los tiempos de Mata Hari a esta parte, explotar las debilidades y los vicios de las figuras públicas molestas forma parte del repertorio de las agencias de Inteligencia.

Tic tac tic tac. El tiempo se acaba para Assange. Pronto sabremos si hubo violación o trampa sexual, o si filtrar información equivale a espionaje. Veremos si

Assange, después de Suecia, se vuelve a Gran Bretaña como hombre libre o si termina preso en Guantánamo con los muchachos de Al Qaida.

Mientras tanto, el fenómeno Wikileaks sigue sacudiendo a los centros de poder. Esta semana le tocó al Vaticano, cuyo banco quedó comprometido en maniobras de lavado de dinero gracias a las filtraciones de un mayordomo supuestamente infiel, factótum de lo que la prensa italiana no dudó en bautizar como los “Vatileaks”.

Los ídolos pueden caer y sus instituciones pueden ser asfixiadas. Pero es más difícil encarcelar a las ideas.
 
Publicado en Página/12 el 10 de junio de 2012