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miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump, violación, censura y después-------Por Santiago O´Donnell






Algún tiempo atrás, un periodista texano con nombre de actor de cine, Harry Hurt III, futuro colaborador asiduo del diario The New York Times, escribió una biografía de Donald Trump, “El magnate perdido”, que pasó sin pena ni gloria. No es que el libro fuera ilegible o no tuviera revelaciones interesantes, pero había salido en un mal momento, en 1993, cuando la figura de Trump estaba en declive. El ex Golden Boy del real estate de Manhattan había entrado en bancarrota dos años atrás por algunos malos negocios con bonos basura, y se había divorciado escandalosamente de Ivana y vuelto a casar con Marla; después de eso el público estadounidense parecía haber perdido el interés. Faltaban más cinco años para que volviera al ruedo con sus famosas Trump Towers, más de diez años para que arrancara el reality show que lo consagrara como celebridad, “El Aprendiz”, y más de veinte años para que se lanzara a la presidencia de Estados Unidos.

El libro contenía, mejor dicho contiene, al menos una primicia, llamativa entonces pero mucho más hoy, a dos días de las elecciones, cuando evidencias y testimonios de maltrato de Trump a distintas mujeres podrían restarle votos cruciales en una votación impredecible.

En concreto, Hurt obtuvo y su libro cita una copia del testimonio bajo juramento de Ivana Trump en el juicio por divorcio de 1990. En ese testimonio Ivana jura que Trump la violó. Jura que ocurrió una noche cuando Trump volvió a su casa después de una operación de “remoción de cuero cabelludo” para taparse la bochita. Según el testimonio de Ivana, Trump le dijo que el procedimiento estético le dolía mucho y la culpó porque ella le había recomendado el cirujano plástico. Entonces, juró Ivana, en un ataque de furia, Trump se le tiró encima y la violó. Según sigue el testimonio de Ivana, cuando pudo se escapó y se encerró en otro cuarto del departamento y se pasó la noche llorando. A la mañana siguiente Trump le preguntó, burlonamente amenazante, “¿te dolió?”

Cuando salió el libro de Hurt, el editor W.W. Norton, presionado por los abogados de Trump, incluyó con cada copia una hoja suelta con una especie de desmentida sin desmentir de Ivana, quien había cobrado 14 millones de dólares en efectivo en el divorcio y había firmado estrictas cláusulas de privacidad. Dijo que no había sido violada “en un sentido criminal o literal,” sino que “como mujer me había sentido violada.”

Por un tiempo la cosa quedó ahí. En 2009 Hurt se retiró del periodismo y se fue a vivir a los Hamptons, una especie de Punta del Este para los neoyorquinos. Enseña distintas materias en universidades y secundarias. Dice que le pagan mejor y que lo tratan mejor que en cualquier redacción o sitio de noticias. Desde allí, mientras viajaba en auto a su casa, hizo un alto en el camino y contestó por teléfono algunas preguntas de este cronista.

¿Qué piensa de la candidatura de Trump? “Él es hábil y sus chances de ser presidente aumentaron por unas revelaciones del FBI (sobre Hillary Clinton) que se hicieron de manera completamente inapropiada. Si Trump fuera electo sería un día de vergüenza nacional, porque Estados Unidos fue fundado en la idea de que todos los hombres y mujeres fueron creados iguales. El ha insultado a mexicanos, a discapacitados , a los padres musulmanes de un héroe de guerra. Es vergonzoso”

Cuando Trump empezó a arrasar en la primaria republicana, Hurt pidió a los editores que reimprimieran el libro. La editorial declinó, “por razones de negocios,” le dijeron. “No creí la explicación y después me enteré que el nuevo abogado de Norton había decidido que el libro era demasiado peligroso. Pero en la primera edición, los anteriores abogados de la editorial habían revisado el libro de punta a punta y no habían tenido una sola objeción, todo está perfectamente documentado”.

Mientras espera cerrar un trato con otra editorial, Hurt puso en venta una publicación electrónica de su texto en Kindle. Cuando un periodista del sito Daily Beast empezó a hacer preguntas sobre la violación, Richard Cohen, un abogado de Trump, le dijo “si escribís una nota sobre Trump que incluya la palabra ‘violación´te voy a arruinar la vida…te voy a seguir por todos este maldito planeta,” escribió la periodista Jane Mayer en un artículo de la revista The New Yorker. Al mismo tiempo la campaña de Trump sacó un comunicado de Ivana diciendo que la historia de su violación “no tenía mérito” y que ella y Trump habían criado a tres hijos juntos y que “estaban eligiendo sus dormitorios en la Casa Blanca.” Pero no negó que había acusado a Trump de violarla. Trump, por su parte, tuiteó que Hurt era un “tonto tontín” que había escrito “un libro fracasado.”

Hurt dice que no le constan las presiones al cronista del Daily Beast, pero confirma otro dato del artículo. Dice que sí, que la cadena CNN lo había invitado cuatro veces para ser entrevistado y las cuatro veces lo habían desinvitado, hasta que apareció el famoso video en que Tump cuenta cómo las mujeres “se dejan tocar las conchas” por los famosos y entonces CNN lo invitó por quinta vez y por fin, hace quince días, Harry Hurt III pudo contar lo que sabe a una audiencia masiva.

Hurt dice que no se siente censurado, pero sí reconoce que Trump ha generado un clima que invita a la autocensura. “No creo que sea una censura explícita, es que su retórica ha creado un ambiente de miedo e intimidación que lleva a la autocensura en los medios y las editoriales. El no necesita levantar un dedo.”

Con respecto a lo que pasó hace ya 23 años, Hurt no duda en afirmar que sigue creyendo que Trump violó a Ivana y nada de lo que ha pasado desde entonces lo ha hecho cambiar de opinión. “Eso es lo que ella dijo bajo juramento y lo tomo como una buena evidencia. Claro que no estuve allí y sólo ellos pueden saber lo que pasó, pero Ivana nunca negó lo que dijo ni se retractó y yo le creo.”

¿Y cómo se siente ahora Hurt, después de haber aportado información valiosa que puede llevar a una eventual derrota de Trump? “Si ese fuera el caso me sentiría bien, podría adjudicarme un pedacito del triunfo, si alguien leyó mi libro y después dijo ‘de ninguna manera lo voto’ pero debo reconocer que en todo caso él se lo hizo a sí mismo. La única manera que Trump puede perder es si los votantes terminan de ver cómo es él realmente. La única persona que puede parar a Trump es Trump.”

Publicado en Página 12 el 6 de noviembre de 2016

El Madoff argentino - Por Santiago O´Donnell








Podría tratarse de la estafa más grande de los últimos años. Por cantidad de dinero en juego, cientos de millones de dólares, por cantidad de víctimas o potenciales víctimas, cerca de dos mil, y por persistencia en el tiempo, ya que lleva años y no terminó.

Mauricio Macri, Marcelo Tinelli, Sergio Massa, Lionel Messi, Rodríguez Larreta, el magante inmobiliario Eduardo Elzstein, Adolfito Cambiaso, el “burrito” Ortega y hasta el Papa Francisco, entre muchos otros, cómplices, víctimas o socios de ocasión, en un gigantesco entramado de negocios donde se hace difícil establecer la diferencia.

En el centro de esos negocios y esas relaciones está el empresario Juan Enrique Blaksley, a quien algunos de sus denunciantes se refieren en privado como “el Madoff argentino”. Su apodo viene de Bernie, el Madoff original. Bernie Madoff fue condenado en 2009 a 150 años de cárcel por una estafa valuada en 52 mil millones de dólares, el fraude más grande en la historia de Estados Unidos. Bernie se había hecho famoso por un esquema criminal de inversiones de alto riesgo llamado “pirámide,” que al principio produce altísimos rendimientos para los inversores pero rápidamente el dinero desaparece. Enrique, el contraparte argentino de Bernie, fue denunciado por dos organismos federales que lo acusan de lavar dinero: la agencia impositiva o AFIP y la procuraduría especializada crímenes económicos y lavado de activos, llamada Procelac. Blaksley también enfrenta un número indeterminado de embargos e inhibiciones por juicios de personas que reclaman la devolución de su dinero en la justicia local. Sin embargo, la mayoría de quienes se sentirían estafados o que han reclamado la devolución de su dinero se abstienen de hacer denuncias judiciales, ya que según los propios instructivos de la firma, muchas de las inversiones debían ser en efectivo y al contado, con lo cual Hope Funds captaba (y capta) un alto porcentaje de sus inversiones en dinero no declarado o negro. Según ex empleados de Blaksley, algunos famosos han logrado recuperar su dinero con amenazas de armar escándalos mediáticos, mientras que otros inversores con menor capacidad de daño han optado por unirse para consultar abogados o golpear la puerta de la financiera hasta ser atendidos y aceptar las promesas o reintegros parciales que pudieran conseguir a cambio de su silencio.

En base a las denuncias de la AFIP y la Procelac, Blaksley ha sido acusado en la justicia federal de lavar dinero por el fiscal Fernando Domínguez de San Isidro, el distrito donde Blaksley fija residencia, y ha sido indagado hace diez meses por la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien todavía no se ha pronunciado sobre el procesamiento y las inhibiciones que oportunamente pidiera el ministerio público. Si Blaksley es culpable de lo que se le acusa, la demora de la jueza en expedirse –el plazo legal es de diez días– permite que el llamado Maddoff argentino y su firma, llamada Hope Funds, siga cometiendo delitos.

Claro que las fotos de Blaksley con Messi o Del Potro o Usain Bolt, con Macri, Massa o Rodríguez Larreta son cosa del pasado, asi como los intercambios con el Vaticano o los negocios con Boca, Tinelli, Andrés Ibarra, Fernando Marín y el Payaso Plin Plin. La insignia “Hope Funds” ya no viste las camisetas del multicampeón de polo La Dolfina en el Abierto de Palermo, ni decora los pasillos del Luna Park en partidos de básket de la selección, ni esponsorea las visitas a la Argentina de las estrellas del tenis Federer, Roddick y hermanas Williams. El Hard Rock Café, la empresa de alquiler de autos Hertz y Zurich Seguros ya no figuran en su página web como franquiciantes de Hope Funds y todos los viejos socios y contactos de Blaksley hacen lo posible por despegarse discretamente de él, como si nunca lo hubieran conocido.

El negocio –o la maniobra– parece haber entrado en su fase terminal, la más rapaz. Es que en la base de la pirámide sólo quedan los más vulnerables: ancianos confiados que no leen los diarios, personas sin mucha educación, ingenuos recién llegados a Buenos Aires.

Sin embargo, mientras el fiscal Domínguez trabaja en estos días en un nuevo pedido de procesamiento, paso previo a un eventual pedido de pronto despacho, alrededor de Hope Funds mucho se especula sobre la influencia que podrían estar ejerciendo los contactos políticos de Blaksley, sobre todo hoy con el macrismo y el massismo, para demorar o frenar medidas judiciales en contra de Hope Funds.

En ese contexto se habla de Joaquín y Manuel, los hermanos Romero Victorica, hijos del otrora influyente operador político–judicial de la zona norte, el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica. Manuel Romero Victorica es el abogado de la jueza Arroyo Salgado en la causa por la muerte de su ex marido, el fiscal Alberto Nisman. Y Joaquín Romero Victorica es, según el Diario La Nación, “director del Centro Profesional de Entrenamiento de Hope Funds” desde diciembre del 2008. Ex empleados de Hope Funds juran haber visto más de una vez a los hermanos tomando café en el Café Martínez de la calle Sarmiento, a metros de las oficinas de Hope Funds, y dicen haber tomado dichos encuentros casi como una señal de que el frente judicial de la empresa estaría controlado, tal como les habría asegurado el propio Blaksley más de una vez.

No siempre había sido así. Hasta hace un año y pico nadie hablaba de juicios en Hope Funds. La firma de Blaksley ofrecía varios tipos de inversiones: plazos fijos de alto rendimiento en negro, doce por ciento anual en dólares, a través de una financiera fantasma en las Islas Vírgenes Británicas; inversiones en clubes de campo privados en Luján y Pilar en negro al principio y luego en blanco a dólar oficial para aprovechar la brecha cambiaria en los tiempos del control de capitales; inversiones en negro en departamentos a construirse en Nordelta a través de instrumentos llamados CIP (certificado de inversión y participación); inversiones en dólares y al contado en empresas de eventos y marketing deportivo, espectáculos y emprendimientos gastronómicos, en un club de polo en Indonesia y en departamentos en Florida, Estados Unidos. Hasta ofrecía la posibilidad de invertir en los derechos de imagen del Payaso Plin Plin, a quien Hope Funds promovía como futura estrella del canal Disney en América latina y de obras de teatro, ropa, juegos, libros, cotillón y DVD.

Y la frutilla del postre: la chance de invertir en franquicias de “Café Messi” en España y eventualmente todo el mundo. “La sociedad con los derechos de explotación y desarrollo de la marca estará conformada por la firma HOPE FUNDS y MESSI quienes participarán en partes iguales de la composición accionaria. La misma será la encargada de otorgar Masterfranquicias en distintas partes del mundo, comenzando por España”, reza un instructivo para los vendedores de Hope Funds. Para tranquilidad de los inversores Blaksley se había hecho fotografiar junto a Messi y una gigantografía de un cheque a nombre de Hope Funds y la Fundación Messi para Unicef, durante un partido a beneficio jugado en Perú en julio del 2013.

Hope Funds tenía, además, la franquicia del Hard Rock Café y de Hertz y vendía participaciones en las utilidades de las franquiciantes a través de instrumentos llamados CCU (contrato de cesión de utilidades). También era agente registrado de Zurich Seguros y le vendió cerca de diez mil de pólizas. Además era dueño de la concesión del shopping Buenos Aires Design en el corazón de la Recoleta, en sociedad con la firma IRSA del magnate Eduardo Elzstein. Dicha concesión fue renovada a precio de ganga en 2012 entre gallos y medianoche durante el gobierno de Macri en la ciudad, cuando Horacio Rodríguez Larreta era jefe de gabinete y su hermano, Augusto, apoderado de IRSA.

Con el dinero captado, Hope Funds invertía en las empresas de Marcelo Tinelli de eventos deportivos Ideas Sports y Pro IDS y en el mechandising de Boca Juniors a través de las empresas Ilmen y ProEnter durante la gestión del actual ministro de Modernización, Andrés Ibarra, como gerente de márketing del club. Hope Funds era también el sponsor principal de la selección de básquet a través de la empresa Sociedad Expansiva que había fundado Hernán Lombardi y que por entonces tenía al funcionario macrista como principal acreedor, al tiempo que se alzaba en tiempo récord con préstamos del Banco Municipal, según informara el sitio “Nuestras voces” de Gabriela Cerrutti. Hope Funds también invirtió en negocios de tango con el empresario del rubro Juan Fabbri y puso plata en una sociedad con Fernando Marín, actual gerente residual de Fútbol Para Todos, para producir una obra de teatro en la calle Corrientes.

Todo marchaba sobre ruedas. El 2012, sin ir más lejos, había sido una fiesta. Ese año Hope Funds había organizado Del Potro–Federer con Massa en Tigre, un Súper 4 con la generación dorada de básquet en el Luna, una muestra de Rafael, Tiziano y Rubens en el Museo Nacional de Arte Decorativo y el estreno de la camiseta La Dolfina-Hope Funds con la presencia Batistuta y Nalbandián. Al año siguiente llegarían la despedida del “burrito” Ortega en el Monumental, la muestra de arte gauchesco en el Vaticano, foto de Blaksley con Bergoglio incluida, la carrera de Usain Bolt contra el Metrobus con Macri sosteniendo la bandera a cuadros y la presentación del merchandising de Los Simpson en la Bombonera. En el 2014, poco antes de anunciar el esponsoreo del auto de rally de Nalbandián con un cóctel para la prensa en el Hard Rock Café, Hope Funds premió a sus cien mejores vendedores. Lo hizo con un crucero cinco estrellas all inclusive por el mar Báltico tocando puerto en ocho países. En el barco, por las noches, los empleados de Blaksley se hacían decorchar vinos de 300 euros que escogían del menú. En la última noche del viaje los vendedores fueron agasajados con un extravagante banquete en un castillo de San Petersburgo, para el cual cada comensal se visitió con atuendo, maquillaje y peluca de la época del zar, como si fueran parte de aquella vieja nobleza.

Pero un día el sueño terminó. Blaksley cumplió 50 años el 14 de enero de 2015 y esa fecha marcó el principio del fin. Ese día el periodista Juan Graña firmó un artículo en el sitio Infobae.com dando cuenta de las investigaciones de la AFIP, Procelac y fiscalía federal de San Isidro, que hasta entonces los inversores y empleados de Hope Funds desconocían. Por la fecha elegida para la publicación y por el medio que la hizo, dentro de Hope Funds el artículo se leyó como una venganza del empresario Daniel Hadad, dueño del sitio informativo, por un negocio con Blaksley que habría salido mal. En la empresa la relación entre uno y otro era conocida. Es que en los buenos tiempos solían almorzar juntos en la Rosa Náutica de Puerto Madero, donde Blaksley era el dueño y Hadad un habitué. El artículo informaba que la AFIP había detectado que de los 531 clientes que entonces tenía Hope Funds, sólo tres tenían dinero suficiente para hacer la inversión y la habían declarado al fisco, mientras que el resto o bien había usado dinero en negro, o bien se trataba de jubilados por la mínima que nunca antes habían tenido ingresos. El artículo también decía que para la Procelac Hope Funds operaba de manera ilegal, ya que no tenía permiso del Banco Central para captar ahorros y realizar inversiones, siendo que su actividad declarada era “servicios inmobiliarios realizados a cambio de una retribución o por contraprestación”. Además el artículo decía que ya por entonces fuentes de la fiscalía de San Isidro hablaban de “demoras en la causa” para favorecer a Hope Funds, que a su vez contaba con “aparente información de los movimientos del juzgado” en relación a una serie de allanamientos que la fiscalía había solicitado de manera urgente y que la jueza no dio a lugar.

La estampida no tardó en llegar. Los primeros en despegarse públicamente fueron los Messi, y lo hicieron el mismo día del artículo de Infobae, con declaraciones de Jorge, el padre del futbolista, en ese mismo medio. “No existen los ‘cafés Messi’, no sé de dónde sacó eso esta persona”, afirmó enfático. “Ni yo ni mi hijo ni la fundación tenemos ningún vínculo con esta empresa”. Otros empresarios hasta entonces muy cercanos a Blaksley como Guillermo Marín y Javier Schmidt también se abrieron, con más o menos discreción. Sin embargo, el tema no pasó a mayores porque tres días después la noticia sería tapada por la muerte de Nisman.

El segundo golpe para Hope Funds fue la publicación en este diario, en mayo de este año, de dos artículos basados en los Panama Papers. El primero informaba sobre la exisitencia de más de 30 empresas offshore a nombre de Blaksley en distintos paraísos fiscales, pero sobre todo Panamá e Islas Vírgenes Británicas. El segundo daba cuenta de las relaciones de Blaksley con el poder político. La reacción no tardó en llegar. Arroyo Salgado ordenó medidas de prueba. Hard Rock Café y Hertz exigieron y lograron desaparecer de la página web de Hope Funds, argumentando que nunca habrían autorizado el uso de la marca para las inversiones ideadas por Blaksley.

Consultado por Página/12, el experto Segio Chodos, ex director del Banco Central, ex representante de Argentina ante el FMI, dijo que la creación de un entramado de empresas offshore puede tener dos propósitos. Por un lado, ocultar dinero del fisco. Pero para eso alcanza con una sola offshore, aclaró. Cuando son muchas las offshore interrelacionadas, la principal sospecha es que sean usadas para engañar a inversores y accionistas a través de transferencias y movimientos que disimulen u oculten utilidades y ganancias. “Las offshore le permiten al beneficiario ocultar movimientos de dinero, no sólo del Estado sino sobre todo de socios minoritarios o acreedores de todo tipo”, señaló Chodos.

Para entonces, más allá de los traspiés de imagen, Hope Funds ya venía experimentando serios problemas con sus inversiones inmobiliarias. El desarrollo en Lujan no había terminado mal, salvo por un problema de liquidez que habría llevado a Hope Funds a vender el fideicomiso antes de haber terminado las obras, lo cual habría redundado en algunas quejas de los propietarios, pero nada grave. En cambio la inversión en Pilar terminó siendo desastrosa. Hope Funds había comprado una tosquera y había loteado 1600 terrenos. Pero como se trataba de un humedal sobre el Río Lujan, nunca obtuvo permisos de construcción por razones medioambientales (recordar la reciente inundación que llegó hasta la catedral de Lujan), ya que la construcción sobre dichos terrenos está prohibida. Pero Blaksley le habría dicho a sus vendedores que tenía todo arreglado con el entonces gobernador Scioli y el entonces de intendente de Pilar, Zuccaro. Confiado, Blaksley presentó el proyecto con una fiesta a todo trapo en el Sheraton de Pilar el 11 de febrero del 2011. Desde entonces se vendieron unos 600 lotes a un promedio de cien mil dólares por un total aproximado de 60 millones de dólares. Cuando llegaron los inesperados resultados de las últimas elecciones, Blaksley habría intentado tranquilizar a sus huestes informando la novedad de que ya estaba todo arreglado con la nueva gobernadora Vidal y el nuevo intendente Ducoté. Pero los permisos nunca llegaron y el paraíso llamado Verazul sigue siendo poco más que una tosquera abandonada una película de venta animada con casas, lagunas y chicos haciendo windsurf que nunca existieron y que difícilmente vayan a existir. La debacle en Pilar y la mala prensa a su vez habrían hundido el negocio en Nordelta de los departamentos llamados Antares. Allí la construcción estaba a cargo de otra empresa y Hope Funds sólo canalizaba inversiones en el proyecto, que se vendían por metro cuadrado. Pero cuando llegó la hora de pagar, Hope Funds ya no estaría en condiciones de hacerlo y la compañía constructora se habría desentendido del tema, argumentando que el acuerdo era con Hope Funds y no con sus clientes, y que Hope Funds ya había cobrado su parte.

Este cronista intentó comunicarse varias veces con Blaksley pero no tuvo suerte. Anteayer el teléfono que figura de manera destacada en su página web dio ocupado durante horas. Antes, Blaksley había declinado pedidos de entrevista a través de su secretaria y luego un asesor de prensa. En un escrito judicial del mes pasado contestando un pedido de quiebra, Blaksley negó estar en cesación de pagos y señaló que “de miles de individuos que contratan con la firma, solo un número muy reducido, inferior a 30, son los que han judicializado sus reclamos.” En el escrito, Blaksley denuncia que “distinas exposiciones mediáticas...falsamente han expuesto a la empresa como operación de lavado de dinero.” Cerca de él se dice que la pirámide se mantiene a pesar de los contratiempos y que un nuevo negocio de reciclado de basura con el actual gobierno porteño sacará a la empresa de su momentáneo apremio financiero.

De la gloria a la rapiña, de la fama al ostracismo, del polo a la basura. Todo puede cambiar muy rápido, aun cuando tarde demasiado.

Publicado en Página 12 el 6 de noviembre del 2016 tratarse de la estafa más grande los

jueves, 22 de septiembre de 2016

Panama Papers. La offshore melliza de Macri - Por Santiago O´Donnell y Tomás Lukin








A la sociedad en Bahamas del presidente Macri y su familia le salió una melliza. No tiene nada de malo, salvo que Macri dijo otra cosa. La melliza se llama Karter Properties Limited. Karter es Karter como Jimmy Carter pero con K. La otra melliza, la sociedad de los Macri, también desconocida hasta hace poco, es una sociedad llamada Fleg Trading Limited, o Fleg a secas.

En los papeles, Fleg y Karter tienen la estrutura legal de una empresa pero no son una empresa común. Se las conoce como “empresas offshore” y funcionan como cuentas, vehículos financieros secretos para mover dinero y activos. En eso, y en que pagan muy pocos impuestos, Fleg y Karter son similares a miles de empresas o sociedades radicadas en paraísos fiscales de todo el mundo. Esto incluye al de Bahamas, donde están las mellizas, en un archivo de computadora de un estudio de abogados muy cerquita de la costa de Estados Unidos.

Fleg y Karter pasaron gran parte de sus existencias comportándose con la discreción que caracteriza a todas las de su clase. Pero un día todo cambió. Fue como un terremoto. El 3 de abril aparecieron los llamados Panama Papers y ya nada fue igual. Más de cuatro millones de documentos de una megafiltración que salió al mismo tiempo en más de cien diarios del mundo. Muchísimos nombres de offshores que nadie conocía y un montón de documentos diciendo quiénes era los dueños de esas sociedades-empresas-cuentas y cómo movían sus fondos. Para peor, la filtración había salido del estudio de abogados panameño que manejaba a Karter y Fleg desde su fillial en Bahamas. De repente ninguna offshore podía sentirse segura por más que viviera en un paraíso.

Ese día de abril, el día de los Panamá Papers, Fleg y Karter tomaron distintos caminos. Karter siguió en la sombra, Fleg mutó en vedette y compitió por espacio en los noticieros del mundo con la offshore del padre del entonces primer ministro inglés David Cameron quien, Brexit mediante, se tuvo que ir. Compitió también con la del primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, quien terminó renunciando. Macri no, pero el ruido de Fleg le trajo algún dolor de cabeza y una denuncia penal. Encima tuvo que salir a dar explicaciones.

“Me estuve interiorizando, porque la verdad es que no tenía ni idea de qué se trataba esa sociedad. Y era para cuando en ese momento quería extender Pago Fácil a Brasil pero que finalmente después no pudo. Ni siquiera tuvo cuenta corriente la sociedad, con lo cual fíjense lo poco que llegó a operar”. Así declaró presidente argentino, con libreto estudiado pero dicho casi como al pasar, durante una entrevista con un medio cordobés un día después de que la megafiltración se hiciera pública. Ante la ocasional insistencia de algunos periodistas, los voceros del presidente completaron el relato oficial: Fleg se habría creado para realizar una inversión en Brasil, el grupo Macri pretendía desarrollar un Pago Fácil en ese país pero como la operación no se concretó, Fleg quedó inactiva y relegada al ostracismo durante una década. La familia sostiene que la empresa se cerró en 2007. Esa es la historia historia oficial de Fleg, basada en los dichos del presidente. La justicia desconfía. Investiga, entre otras cosas, por qué hizo falta una empresa nueva como Fleg en Brasil, donde el grupo Socma (Sociedades Macri) ya tenía una arraigada y diversificada presencia.

Más aún, una nueva serie de 51 documentos pone en duda la explicación del presidencial. Se trata de Panamá Papers que Página/12 detectó y analizó en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Vidas paralelas

Los documentos muestran la curiosa relación entre Fleg y Karter. Típicamente los dueños de offshore delegan su cuidado y mantenimiento en dos representantes: el abogado y el contador. El abogado de Karter y Fleg es el estudio Mossack Fonseca en Panamá. El contador de los Macri para estos menesteres es el estudio de Santiago Lussich Torrendel de Uruguay. Lussich y Mossack se encargaron de mantener a Karter y Fleg.

Según los Panamá papers Lussich tiene al menos otras 50 offshores a su cargo en Bahamas, Panamá, Seychelles y Nevada, pertenecientes a clientes que vienen de distintas partes del mundo. Mossak es un gran estudio especializado con sedes por todo el mundo. Mossack tiene a miles de clientes además del uruguayo Lussich Torrendel.

Pero entre todas esas offshores lo que distingue a Karter y Fleg es que hacen todo juntas. Por eso, porque hacen todo juntas, no tienen el mismo dueño pero parece.

Fleg está vinculada a la familia Macri, Karter a una familia italiana muy cercana que se llama Nocella. Dueños distintos, pero en los documentos Fleg y Karter aparecen juntas. Juntas contestan su correspondencia, juntas le facturan sus abogados, juntas hacen trámites, juntas pagan sellos y timbres.

Karter tuvo como único beneficiario a Pier Andrea Nocella (foto), un productor cinematográfico italiano y nieto de Giorgio, el fallecido mejor amigo de Franco y Tonino Macri, padre y tío de Mauricio. El abuelo Nocella, además de íntimo amigo de la familia, fue directivo del grupo SOCMA y en Italia estaba a cargo de la firma Socma Finanziaria.

Estas nuevas evidencias se suman a las revelaciones de este diario en abril y mayo en base al análisis de registros contables y actas de la Junta Comercial del Estado de San Pablo. Esos documentos habían demostrado que, lejos de estar inactiva, Fleg desembarcó en San Pablo, tuvo cuentas bancarias, manejó una caja chica y participó de las transferencias millonarias hacia Italia que tuvieron como beneficiario a la familia Nocella.

Más allá de algunos detalles es difícil saber qué destino tuvieron y que función cumplieron las mellizas Karter y Fleg. Según los documentos filtrados, el proceso de creación de Fleg se extiende del 31 de Marzo al 11 de Septiembre de 1998. En el directorio de Fleg figuran Franco Macri como presidente, Mauricio Macri como vicepresidente y su hermano Mariano Macri como secretario. El domicilio de Fleg fue Saffrey Square Suite 205, Bank Lane, el mismo edificio donde funcionan las oficinas de algunos jueces de la corte suprema del país y un local de Gucci. Los Papers también dicen que Fleg fue legalizada para operar en Suiza.

No queda claro si Fleg llegó a operar en Suiza o no, pero no caben dudas de que actuó en Brasil. A mediados de septiembre de 1998 Fleg se quedó con el 99,9 por ciento de una sociedad brasileña llamada Owners do Brasil Participacoes. Fleg no compró las acciones sino que reemplazó a la socia mayoritaria Socma Americana, firma insignia del holding donde, además de Franco, Mauricio y Mariano, y otros dos hermanos Gianfranco y Sandra, ésta última fallecida en 2014, también figuraba como director un viejo amigo de la familia, el inefable Giorgio Nocella. En esa operación Fleg recibió la totalidad del capital social de Socma Americana: 11.715.449 reales. En ese momento, Owners dejó de estar controlada por los Macri paulistas para pasar a depender de los Macri bahameños.

A finales del activo septiembre de 1998, Fleg informó a las autoridades brasileñas una redistribución de sus acciones y la reducción de unos nueve millones de dólares en su capital, que pasó de 11,7 a 1,4 millones de reales. Según un acta de reunión de directorio de Fleg, el dinero no volvió a la Argentina ni fue reinvertido en Brasil, sino que partió raudamente a Italia: “Considerando excesivo para las operaciones de la sociedad el capital de la misma, los socios decidieron reducir el Capital Social por un monto de 10,3 millones de reales, entregando a título de devolución del capital de forma proporcional a la participación societaria, a los socios cuotistas los derechos del crédito que la sociedad posee, resultante del contrato celebrado el 6 de mayo de 1996 y sus aditamentos posteriores con la empresa Hotel Nuraghe Portorotondo”, afirma la minuta de Fleg. El Hotel Nuraghe Portorotondo está ubicado en Cerdeña, Italia, y su propietario es Giorgio Nocella.

Tres meses después de esa millonaria transacción, Lussich, el contador uruguayo de los Macri, le pidió al panameño Mossack que le abra una nueva empresa offshore. Así nació Karter, la melliza de Fleg. Karter Properties Limited fue constituida el 5 de enero de 1999 y al comienzo tuvo como único directivo a Pier Andrea Nocella. El nieto de Giorgio entonces tenía apenas 27 años y todavía no había comenzado su carrera como productor cinematográfiico. Karter fue radicada en el mismo domicilio que Fleg: Saffrey Square Suite 205, Bank Lane, Bahamas.

Karter y Fleg eran administradas en simultáneo. Los correos electrónicos que pemitieron detectar la relación entre ambas, muchos caratulados KARTER PROPERTIES LTD. & FLEG TRADING LTD / CASE 1156969 & 1156970, son de 2004 y 2005. En ese período existe un prolífico intercambio entre diferentes empleados de Mossack en Bahamas y Uruguay para resolver una solicitud de Lussich, el cliente 9304. Es una cadena de mails que tiene como disparador el pedido conjunto del abogado por volver a dar de alta o “reactivar” a Fleg (Expediente 809627) y Karter (Expediente 810645).

Los mails que circulan entre las oficinas de Uruguay, Bahamas y Panamá del estudio de abogados comienzan el 28 de septiembre de 2004. “REACTIVACIONES - ESTUDIO CR. SANTIAGO LUSSICH TORRENDELL”, reza el asunto del correo donde se informa que el cliente solicitó una cotización para reactivar ambas sociedades. La respuesta no demoró en llegar: “US$2,230.00 cada una por los costos de reactivación de las sociedades Fleg Trading Ltd. y Karter Properties Ltd., respectivamente”. Tampoco tardó el visto bueno de los interesados y Fleg y Karter quedaron rehabilitados antes de fin de mes. Los recibos internos de Mossack Fonseca con fecha del 30 de septiembre de 2004 revelan que cada operación demandó 1510 dólares. “Luego de nuestro e-mail de esta mañana, te confirmamos que las sociedades en referencia fueron reactivadas en el Registro de Bahamas en el día de hoy”, indica uno de los correos de ese día que intercambiarion las oficinas de la firma de abogados panameña.

Fleg y Karter son lo que se denomina International Bahamas Corporations (IBC, corporaciones internacionales bahameñas). Ese tipo de compañías debe pagar un impuesto anual para funcionar. En el caso de Fleg y Karter se pagaba en forma melliza. Los recibos emitidos por el Bahamas Company Registry, el registro oficial de sociedades de esa jurisdicción, muestran coincidencias en fecha, hora y montos abonados por ambas empresas para mantenerse operativas en ese paraíso fiscal. Con fecha del 18 de abril de 2001 las dos ingresaron el fee de 250 dólares, el monto correspondiente a firmas con un capital entre 5 y 50 mil dólares. El recibo de Fleg se emitió a las 10:51:51 y el de Karter se imprimió al minuto, más precisamente a las 10:52:57. Las coincidencias se repiten año a año hasta el pago de 2004 cuando el camino de las mellizas Fleg y Karter parece separarse.

Los Panama Papers no ofrecen precisiones sobre por qué Lussich realiza el pedido para dejar operativas en Bahamas a ambas empresas en el 2004 aunque el resultado del proceso ofrece algunos indicios. Mientras que los Macri y el grupo Socma siguieron al frente de Fleg hasta su disolución, presumiblemente en el 2009, Pier Andrea Nocella dejó su lugar en el directorio de Karter en marzo del 2005. En su reemplazo aparece un gestor uruguayo, Luis Vieira Merola, directivo de al menos ocho empresas en Panamá, incuyendo la que habría usado para compra Karter, una offshore llamada Pafinet. Lo cual deja la duda de si Nocella efecivamente se desprendió de la empresa o si la mantuvo a través de un testaferro.

A diferencia de Fleg, no se conocen indicios que vinculen a Karter con las operaciones del grupo Macri en Brasil. Karter no aparece en las bases de datos de la Junta Comercial del Estado de San Pablo. Tampoco hay referencias en los Panamá Papers de cuentas o activos a cargo de Karter.

Pier Andrea Nocella tiene hoy 44 años y, como su abuelo, se dedicó a la producción cinematográfica. Estuvo casado con una finalista de Miss Mundo Italia y suma créditos de producción en ocho películas filmadas entre 2009 y 2013. La mayoría de sus trabajos conocidos fueron realizados por la empresa argentina Dock Sur Producciones. Los registros comerciales consultados para este artículo presentan a Nocella como único accionista de la empresa ubicada en Palermo Hollywood. La gran mayoría de sus trabajos recorren temáticas vinculadas a la Argentina como la última dictadura o el fútbol. Contaron con la participación de reconocidos actores locales como Hugo Arana, Victor Laplace, Julieta Cardinali y Jorge Marrale, entre otros. Este diario intentó contactarse con Nocella nieto en los telefonos de sus productoras en Buenos Aires y Roma pero no pudo ubicarlo. También dejó mensajes al jefe de prensa de Macri, Iván Pavlovsky, que fueron contestados con un saludo cordial.

Publicada en Página 12 el 18 de septiembre de 2016.

Bahamas Papers: el entramado offshore del grupo Macri - Por Santiago O´Donnell y Tomás Lukin









Las empresas offshore de la familia del presidente Mauricio Macri y su entorno no paran de salir a la superficie. Documentación originada en una nueva filtración del Registro de Compañías de Bahamas reveló la existencia de Viajeya.com International Holdings. La aparición de la novena firma del grupo montada a través de la red global de servicios financieros offshore expone un comportamiento sistemático del holding Socma y sus miembros para canalizar sus negocios. La firma radicada en la guarida fiscal caribeña fue creada en abril del 2000 con un capital social de 10 millones de dólares. La empresa figura en un listado con más de 175.000 sociedades, fideicomisos y fundaciones incorporadas en el archipiélago caribeño al que accedió el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y que Página/12 pudo analizar en exclusiva. El uso de firmas offshore en el entramado societario de los Macri es una práctica compartida con otros miembros prominentes de la cúpula empresaria argentina que también son mencionadas en la filtración como Ledesma, Boldt, Corporación América, Soldati y Techint (ver página 5).

La información disponible en la nueva filtración es más focalizada que la ofrecida en los Panamá Papers, donde se dio a conocer la existencia de Fleg Trading, la offshore bahameña en la que el mandatario argentino se desempeñó como vicepresidente en el directorio encabezado por su padre Franco Macri. En abril el mandatario había asegurado públicamente que Fleg, firma por la que es investigado en la Justicia Federal, había quedado inactiva ante el fracaso del negocio para el que había sido creada. Sin embargo una investigación realizada por este diario demostró que la compañía no solo no quedó abandonada en Bahamas sino que desembarcó en Brasil, donde estuvo involucrada en operaciones millonarias del grupo Socma. En esta oportunidad, el acta de constitución de Viajeya.com International Holdings a la que accedió este diario no menciona a ningún miembro del clan familiar como sí sucedió con otra offshore descubierta en los últimos meses, Kagemusha, donde figuraba Mauricio como director, o como cuando se conocieron las cuatro panameñas (Le Mare A-18, Joy B-28, Serenity C-44 y Yoo H-45) inscriptas a nombre de Gianfranco, un hermano del mandatario argentino.

La participación del holding familiar en la novena firma montada a través de una guarida fiscal se dio a través del Galicia Advent Socma Private Equity Fund. De acuerdo a los balances presentados ante la Comisión Nacional de Valores, cuando se concretó la creación de Viajeya.com el Grupo Socma controlaba el 44 por ciento de la inversora y el Banco Galicia ostentaba el 27,8 por ciento de las acciones. Pero la capacidad de decisión de los Macri sobre el fondo a cargo de abrir la offshore en Bahamas era todavía más importante. Entre 1997 y 2000, la fecha para la cual se realizó la operación, la dirección de las inversiones del fondo estuvo a cargo de Daniel Chain, el actual secretario de Obras Públicas del Ministerio del Interior que antes de administrar la empresa se había desempeñado como adscripto a la presidencia de Socma.

Ayer, a poco de conocerse las revelaciones de los Bahamas Papers a las 3 p.m. hora de Berlin, incluyendo la existencia de ViajoYa, fuentes del Grupo Macri relanzaron el discurso sobre la inocuidad de las empresas offshore, el mismo que utilizaron en abril cuando se conoció la existencia de Fleg Trading, y aseguraron que la compra de la empresa bahameña fue debidamente declarada. En ese sentido, vale señalar que incluso cuando se cumplen las regulaciones, el uso de los servicios provistos por las guaridas fiscales como Bahamas, que forman parte de la red de servicios financieros offshore, representa una vía para que las empresas minimicen el pago de impuestos, oculten activos en sus países de origen y fuguen capitales.

La constitución de ViajeYa.com se firmó el 25 de abril de 2000 en Nassau, la capital de Bahamas. El documento de 22 páginas que forma parte de la nueva megafiltración lleva la firma de Daniel Eduardo Falcón en representación del Galicia Advent Socma Private Equity Fund. Comandado por el actual Secretario de Obras Públicas, el fondo salió al mercado en 1998 cuando adquirió participaciones en empresas como una compañía algodonera, otra firma al mantenimiento de edificios y bodegas. En la operación offshore donde se creó Viajeya.com participaron otros tres fondos de inversión. El primero es Antarctic Ventures Limited con la participación de Federico Agardy, responsable del fondo de riesgo y miembro de la familia propietaria de la Editorial Estrada. La lista de involucrados en la compra de Viajeya.com se completa con Winslow Investment Limited representado por un empresario español llamado Alejandro Di Césare y la empresa Morner Investment SA con la firma de Juan Randle. Los balances de Socma revelan que la empresa se desprendió del fondo de inversión que controlaba a la offshore en Bahamas en octubre de 2001. En tanto, los datos del Registro de Compañías del archipiélago caribeño revelan que Viajeya.com quedó desactivada en 2004.

Publicado en Págna 12 el 22 de septiembre de 2016.

Bahamas Papers: Pasión argentina por las sociedades offshore - Por Santiago O´Donnell y Tomás Lukin











Uno de los hijos del dictador Emilio Eduardo Massera, subsidiarias del Grupo Techint que encabeza Paolo Rocca, la petrolera Bridas controlada por los Bulgheroni, empresas del Grupo Soldati, un miembro prominente de la familia Eurnekian de Corporación América, la familia Blaquier dueños del ingenio Ledesma, y los propietarios de la empresa de seguridad y juegos Boldt son algunos de los empresarios vinculados a firmas offshore que aparecen en los Panamá Papers. También aparecen los hijos de Fernando De La Rúa (ver pág. 4) y la offshore Fleg Trading que tuvo al presidente Mauricio Macri en su directorio, más ViajeYa, otra offshore del grupo Macri (ver pág. 3)

La información disponible es más acotada que la ofrecida en los Panamá Papers o los Swiss Leaks. Si aquellas filtraciones permitieron evidenciar cómo operan dos eslabones fundamentales de la red global de servicios financieros offshore –los intermediarios en el caso de Mossack Fonseca y los bancos como el HSBC–, la publicación documentación del Registro de Compañías de Bahamas expone el rol que cumplen las jurisdicciones como el archipiélago caribeño para garantizar la impunidad y el secreto asociado a las guaridas fiscales.

Una primera búsqueda de los argentinos en esa base de datos arroja 543 resultados: se trata de los individuos que figuran como directores de esos instrumentos offshore pero también aparecen grandes empresas nacionales y firmas extranjeras instaladas en el país que crearon subsidiarias bahameñas para aprovechar el secretismo y los beneficios fiscales provistos por esa jurisdicción. A continuación, algunos protagonistas argentinos de los Bahamas Papers:

Techint: La empresa Techint International Construction Corp (Tenco) del grupo que hoy encabeza Paolo Rocca es la firma vinculada a la Argentina con más menciones en la nueva filtración. El uso de estructuras offshore no es novedoso entre los propietarios del holding que controlan la firma a través de una estructura que atraviesa guaridas europeas, fundaciones holandesas y algunos destinos caribeños. La firma Tenco tiene domicilio en Bahamas archipiélago caribeño y no es ningún secreto dentro de la firma, su nombre figura en distintos informes de Techint.

La filtración agrega algunos datos hasta ahora desconocidos de la historia offshore de ese miembro de la familia: la empresa nació en Panamá en 1952 a comienzos de la historia societaria, abrió una sucursal en Argentina en 1954, adoptó su nombre actual en 1983 y se mudó a las Islas Vírgenes Británicas, otra reconocida guarida fiscal, en 1991. De acuerdo a la información presente en la base de datos difundida ayer la empresa trasladó su dirección a Bahamas a partir 1997. Tal vez por esos viajes por el caribe desde el grupo calificaron a Tenco como “una heredera, hoy con actividad muy reducida” del área de ingeniería y construcciones. Ante la consulta de este diario informaron que la empresa “operaba básicamente en los países donde Techint no tenía sede permanente o donde necesitaba asociarse a compañías locales para poder calificar en obras de infraestructura con sus antecedentes técnicos”.

Otra curiousidad de Tenco es que a partir de agosto de 2011 su nomina de directores dejó de exhibir domicilios en Argentina y todos los responsables de la empresa pasaron a compartir el misma dirección en Uruguay.

Las razones para recurrir a las guaridas fiscales, explicaron los voceros de la empresa, radican en los beneficios impositivos y supuestas facilidades para solicitar fondos: “La modalidad offshore (Bahamas), además de las ventajas fiscales, permitía flexibilidad y un mejor acceso al crédito internacional”. Aseguran que en los últimos años su actividad se ha reducido “mucho, tan sólo participando en algunos contratos en Medio Oriente y en África”.

Gran parte de la información corresponde a listados de directivos que también formaban parte de la conducción de otras compañías del grupo. Desde la empresa indicaron que gran parte de los individuos mencionados “hace más de 20 años que no ocupan cargos en Techint”. Entre los nombres figura Agostino Rocca, el hermano de Paolo que falleció hace doce años.

- Grandes grupos empresarios locales: Con el cargo de director en las empresas Surpina LTD y Soleado INC figura Martín Francisco Antranik Eurnekian, uno de los sobrinos del titular de Corporación América, Eduardo Eurnekian. Los archivos de la nueva base de datos muestran que Martín desembarcó en el directorio de la bahameña Surpina en 2006 y que informó un domicilio en Bélgica. Al menos hasta septiembre del año pasado ambas empresas offshore estaban activas ya que la firma del directivo del holding hoy radicado en Uruguay aparece en dos actas idénticas autorizando modificaciones sobre el domicilio de las sociedades en la capital bahameña.

Los propietarios de Ledesma también figuran en la filtración divulgada ayer. Los Blaquier están a dos sociedades incorporadas al registro bahameño a finales de 2006: Financiere Translemanique SA y Derby Services Limited. Los datos asociados a esas compañías en la nueva filtración es escasa pero como ambas fueron montadas a través de Mossack Fonseca, los Panamá Papers corroboran la presencia de la familia. Otro empresario presente es Antonio Tabanelli, fundador de Boldt, la empresa dedicada a la explotación de juegos de azar y a brindar servicios, vinculada en sus inicios a la gestión de Eduardo duhalde al frente de la gobernación bonaerense. Las offshore bahameñas que lo tienen como accionista son Wastegate International GMBH y Automación Gráfica. Al igual que el caso de la familia Blaquier, su desempeño en esas compañías offshore se confirma con la documentación de Mossack Fonseca.

- Presencia permanente. La familia Smolarz aparecen en los Swissleaks, los Panama Papers y los Bahmamas Papers, una especie de triple corona en el uso de paraísos fiscales. La red de sociedades offshore utilizada por la familia Smolarz, un grupo de financistas que tuvo entre sus negocios al Banco de Servicios y Transacciones y el Banco Cetelem, se conoció con la filtración de la lista de clientes del HSBC Private Bank de Ginebra. Abrieron su cuenta en la sucursal suiza del banco en 1994 y realizaron depósitos por 29 millones de dólares que nunca fueron declarados correctamente. Aquella filtración reveló cómo los miembros de la familia aceptaron una recomendación directa del HSBC para incrementar el anonimato de su cuenta multimillonaria mediante la interposición de una empresa offshore llamada Stampa Commercial en Panamá donde no hubiera rastros de los Smolarz. La nueva filtración del Registro de Compañías de Bahamas revela la presencia de los mismos miembros de la familia (Moisés Aaron, Aida y Mina) en Davidson and Frye Copr. La offshore fue creada en 1997 pero los argentinos desembarcaron en 2009.

- Massera: Emilio Esteban Massera, el hijo del fallecido dictador, y figura en la base de datos como director del flamante Latam Fund creado el 7 de diciembre de 2015. Comparte la conducción de la empresa con otro argentino: Antonio Jesus Astinza. El hijo menor de Massera formó parte durante varios años del directorio de la financiera Puente Hermanos que hoy ostenta la categoría de banco y concentra sus negocios en la colocación de bonos de provincias y empresas actividades por las que es investigada en la justicia. Además los registros comerciales lo ubican a Massera como representante legal de Roseclair Investments y vicepresidente de Venexva Bursátil donde también convive con otros miembros de la familia, incluyendo su hermano Eduardo Enrique, quien también aparece en el directorio de Puente Hermanos.

Eduardo Enrique, ex capitán de corbeta, estuvo preso formar parte de la banda dirigida por su padre. Fue excarcelado y actualmente aguarda el jucio oral. Con el pretexto de la denominada guerra contra la subversión, Massera y sus cómplices se apoderaron de los bienes de las personas secuestradas en la Escuela de Mecánica de la Armada, entre ellos 26 hectáreas en Mendoza. Valuadas en 10 millones de dólares, pertenecían a la sociedad Cerro Largo, integrada por los detenidos-desaparecidos Victorio Cerutti, Conrado Gómez, Horacio Palma y Omar Masera Pincolini, quien no tiene parentesco con su verdugo. En la ESMA les obligaron a firmar documentos de cesión de sus bienes. De ese modo creían comprar su supervivencia, pero una vez que entregaron todo lo que tenían los asesinaron. La causa contra Massera (h) por privación ilegal de la libertad, extorsión y asociación ilícita es instruida por el juez federal Sergio Torres y también incluye a varios oficiales del grupo de tareas de la ESMA. El ex almirante fallecido en 2010 quedó a salvo porque fue declarado incapaz para enfrentar un juicio, a raíz de un accidente cerebrovascular que padeció en diciembre de 2002. Según escribió Horacio Verbitsky en este diario, la banda vendió y revendió esas tierras a una serie de sociedades integradas por personas inexistentes que usaron documentos falsos, con la clásica técnica del lavado de dinero originado en actividades delictivas. Luego de una serie de transacciones ficticias fueron inscriptas a favor de otra compañía integrada, entre otros por Enrique Eduardo Massera y con domicilio en un local del Partido para la Democracia Social, que presidía el almirante.

Hasta ahora no hay investigaciones judiciales que tiendan a establecer si el producto de los bienes saqueados a los detenidos-desaparecidos forma parte del capital con que operan las empresas del Grupo Puente o la financiera Vanexva. Puente Hermanos además aparece mencionada con tres transacciones sospechosas en uno de los anexos del informe de la comisión parlamentaria sobre lavado de dinero que presidió la ex diputada radical Elisa Carrió en el 2001.

- Petroleras: Tener filiales en Bahamas es una práctica extendida en el sector hidrocarburífero que opera en Argentina. Se trata de subsidiarias donde figuran directivos argentinos o firmas creadas para explotar determinados yacimientos. Esso, Exxon, Puma, Bridas, Ultrapetrol y PanAmerican Energy son algunas de las petroleras directamente vinculadas al país que surgen del Registro de Compañías de Bahamas. Santiago Soldati y otros miembros del grupo figuran como directivos de IP y Puma dos empresas vinculadas al holding.

Publicado en Página 12 el 22 de septiembre del 2016.

Bahamas Papers: Isla de banqueros y magnates - Por Santiago O´Donnell y Tomás Lukin








Los principales bancos del mundo son responsables de registrar a miles de sociedades offshore a través de sus filiales en la Bahamas. Así, el banzo suizo UBS es el agente registrado de 9717 sociedades a través de sus subsidiaria UBS Trustees (Bahamas) Limited.

Otro reconocido banco suizo, Credit Suisse, registró más de 9,500 sociedades a través de tres subsidiarias distintas: Credit Suisse Trust Limited (8304), Creditr Suisse Nassau Branch Wealth Management (972) y Credit Suisse AG Nassau Branch LATAM (253).

J.P. Morgan, a través de J.P. Morgan Trust Company (Bahamas) aparece como agente de registro de 1617 companies; BNP, a través de BNP Private Bank & Trust Bahamas tiene el mismo vínculo con 286 companies, y BNP Paribas con 371 y Julius Baer, a través de Firmen, Julius Baer Trust Company (Bahamas) com 312 sociedades, así como HSBC con 26 companies.

Así surge de nuevos documentos del registro de compañías de Bahamas, los llamados Bahamas Papers, que analizó Página/12 en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.

El paquete de 1,3 millón de documentos del registro entrega nombres de directores y de algunos dueños de más de 175.000 empresas, fideicomisos y fundaciones registradas entre 1990 y principios del 2016 en Bahamas.

También aparecen bancos iberoamericanos registrando empresas offshore. Santander Bank & Trust (Bahamas) Ltd., filial del Banco Santander español, figura como agente de registro de 560 compañías entre1990 y 2015. entre esas empresas figuran varias con nombres en español: Picasso, S.A., Cantabria, Inc., Iguazu, Inc., Vega Baja S.A. o Ibiza Business Inc.

Banco Atlántico (Bahamas) Bank & Trust, filial del Banco Atlántico de Santo Domingo, figuran copmo agentes de registro de 90 sociedades entre 1994 y 2004.

Además de los nombres de los grandes bancos bancos que registraron a miles de empresas en Bahamas, los documentos nombran compañías offshore con capitales multimultimillonarios, y grandes empresarios y grandes empresas de todo el mundo que buscan hacer negocios lejos de la luz pública.

Las sociedades offshore son vehículos financieros con una estructura legal similar a la de una empresa productiva, que sirven para mover dinero y activos en paraísos fiscales, donde las leyes locales les garantizan máxima privacidad y casi no tener que pagar impuestos.

Entre las empresas offshore con los capitales más elevados de los Bahamas Papers figuran un grupo de firmas con nombres prácticamente desconocidos. a saber, Brighton Preferreed Investment Ltd. fue registrada el 9 de febrero del 2005 con un capital de 8,500 millones de dólares. A su vez Binney holdings Limited figura con 6,500 millones de dólares, Nehori Inv. Limited con 5,900 millones y G.T. International Ltd. con cinco mil millones.

Distintos personaje del mundo de la política figuran en los Bahamas Papers, incluyendo un grupo de argentinos (ver páginas 4/5).La lista incluye a Theodore Brent Symonette, viceprimerministro de Bahamas 2007 to 2012. Symonette, perteneciente a una de las familias más ricas e influyentes de Bahamas,aparece como director y vicepresidente de Mid-Eleuthera Properties Limited.

También figura Walter Kieber, un ex ministro de Liechtenstein, como miembro del consejo de la fundación Baluga Familienstiftung. La fundación se trasladó de Liechtenstein a las Bahamas in 2014, el año en que Kieber murió.

La ex comisionada de la Unión Europea Neelie Kroes, el magante de las apuestas deportivas Victor Chandler, el empresario textil y el nieto del fundador de Adidas, Horst Bente Dassler, y el presidente de Nemo Inc. e hijo del sha de Persia, Reza Pahlavi, son algunos de los empresarios que figuran en los Bahamas Papers.

“Los Panama Papers muestran cómo Mossack Fonseca ayudó a clientes a usar la discreción bahameña para mantener sus nombres fuera de archivos públicos y cómo el despacho jurídico socavó el impulso global hacia la transparencia fiscal,” escribieron Will Fitzgibbon y Emilia Díaz-Struck de ICIJ al presentar los Bahamas Papers.

“Más allá de Mossack Fonseca y los Panama Papers, los archivos de Bahamas revelan detalles sobre las actividades offshore de primeros ministros, ministros de gabinete, príncipes y delincuentes convictos. En general no es ilegal tener o dirigir una empresa offshore, y en muchos casos existen razones legítimas por las cuales establecer una estructura de esta naturaleza. Pero expertos en transparencia afirman que es importante que los funcionarios públicos den a conocer sus vínculos con estas entidades.”

Los nuevos documentos filtrados incluyen los nombres de 539 agentes registrados, que son los intermediarios corporativos entre autoridades de Bahamas y clientes que desean crear empresas offshore. Entre ellos está Mossack Fonseca, el bufete de abogados cuyos documentos filtrados formaron la base de los Panama Papers. La firma estableció 15.915 entidades en Bahamas, convirtiendo a esa isla en su tercera jurisdicción más ocupada, después de Panamá e Islas Vírgenes Británicas, destacaron Fitzgibbon y Emilia Díaz-Struck.

“Las compañías offshore son usadas a menudo para facilitar el lavado de dinero,” señala Debra LaPrevotte, una ex agente del FBI a los expertos del ICIJ. “Frecuentemente, las offshore son utilizadas solo para abrir cuentas bancarias, por lo que los documentos de los registros corporativos, que pueden servir para identificar a los dueños finales, son parte de la evidencia.”

Publicado en Página 12 el 22 de septiembre de 2016.

Bahamas Papers: Las aventuras de los De la Rúa - Por Fernando Cibeira y Santiago O´Donnell







Los inefables hermanos Antonio y Fernando “Aito” de la Rúa figuran en la filtración de los “Bahama Papers” como miembros de dos empresas: Bonds Cay Development y Furia Investments Holdings. Ambas firmas fueron abiertas en 2006 y en las dos los De la Rúa integran las sociedades junto a los también hermanos Arturo y Patricio Rubinstein, dos economistas argentinos dedicados a los negocios financieros por el mundo. En un intercambio de mensajes con este diario, Antonio confirmó su propiedad. “Hace muchos años que soy residente allá y he manejado muchas compañías desde allá”, respondió el hijo mayor del ex presidente Fernando de la Rúa.

De acuerdo a los papeles a los que accedió Página/12 por intermedio del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), Antonio figura como vicepresidente –”co-executive”– y con un domicilio en Bahamas: la House Shoreline Islands en Old Fort Bay, en Nassau. En cambio, su hermano Aito aparece domiciliado en Argentina y con el cargo de director –”management advisor”–. Las empresas datan de la época de la relación de Antonio con la cantante colombiana Shakira, que estuvieron en pareja entre los años 2000 y 2010. Los hermanos De la Rúa forman parte de la saga de hijos presidenciales que la pasan bomba pero resulta difícil determinar a qué se dedican. Son abogados -el primer diario Perfil realizó una recordada investigación acerca de supuestos arreglos en sus exámenes universitarios– pero, que se sepa, nunca ejercieron.

Cuando se puso de novio con Shakira, Antonio se convirtió en su manager y en administrador de la plata que ella ganaba. Según aseguraría luego de la separación, la ayudó, porque por entonces la carrera de la exitosa cantante atravesaba problemas económicos. Furia Investment habría sido abierta directamente para administrar los fondos de Shakira mientras que Bonds Cay estaba dirigida a los emprendimientos inmobiliarios. En 2006, circuló la noticia de que la cantante planeaba un emprendimiento conjunto con el ex líder de Pink Floyd, Roger Waters, para comprar una isla con ese nombre -Bonds Cay– en Bahamas por 16 millones de dólares donde construirían casas y condominios de lujo y un hotel boutique. Se planteaba como un proyecto de ultra lujo para estrellas del espectáculo y multimillonarios. “Podríamos decir que es una explosión de los sentidos. Es un concepto más relacionado al arte y a la cultura”, explicaba por entonces Arturo Rubinstein, que era presentado en los folletos como un inversor radicado en Miami.

Actualmente, Arturo -egresado de Ciencias Económicas de la UBA y con un máster en la Universidad de Chicago– trabaja como director de Blue Capital, una financiera con sede en Buenos Aires. En tanto, Patricio Rubinstein -que estudió en la Universidad de San Andrés– aparece en la actualidad como director del G2 Investment Group, también dedicada a los negocios financieros pero en Luxemburgo, un paraíso fiscal. Se mantienen en contacto. “Hola Pato. Feliz cumple brother. Te escribí por WhatsApp pero estás perdida. Llama cuando puedas!”, le escribió Antonio de la Rúa a “Pato” Rubinstein el año pasado en su Facebook.

Furia Investment continuó activa hasta 2010, más o menos la época de la separación. Bonds Cay se mantuvo hasta 2014 porque el negocio de Shakira y Roger Waters siguió. Según trascendió a través de medios de espectáculo, Shakira y Antonio de la Rúa iniciaron desde entonces una serie de demandas judiciales cruzadas por cifras millonarias. “Son todos temas del ámbito de mis actividades privadas que lo mantengo en privado. Está todo en regla”, respondió Antonio cuando este diario le pidió mayores precisiones sobre las empresas en Bahamas.

Según explicó, no se trataría de firmas offshore sino que Antonio y Shakira vivían en Bahamas y realizan emprendimientos comerciales en Bahamas.

“No tengo idea de los negocios de mis hijos porque nunca estuve involucrados en sus actividades comerciales en Bahamas ni en ninguna otra jurisdicción. Ellos ya no viven en la Argentina desde hace muchos años”, se desligó del entuerto el ex presidente De la Rúa ante una consulta del diario alemán Süddeutstche Zeitung.

Los hermanos De la Rúa también habían aparecido en los primeros meses del año involucrados en firmas con sede en Panamá, de acuerdo a lo que surgía del portal Open Corporates. Antonio de la Rúa figuraba como presidente de Furia SA –en la que Aito y Rubinstein eran directores- y de Supernova Productions SA, en la que aparecía como director Darío Lopérfido, el ex ministro de Cultura porteño y otrora integrante del Grupo Sushi que se formó alrededor de Antonio durante el breve mandato presidencial de su padre.

Publicado en Página 12 el 22 de septiembre del 2016.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Golpes blandos - Por Santiago O´Donnell










El golpe parlamentario que terminó con el gobierno de Dilma Rousseff es el eslabón más reciente de una serie de golpes blandos que empezó con el derrocamiento del presidente de Honduras, Mel Zelaya, en el 2009, y siguió con el de Paraguay, Fernando Lugo, en 2014.

La secuencia, a medida que avanza, va creciendo en su maquillaje y su sofisticación. Empieza en Honduras con un golpe rudimentario, al principio casi de manual, pero con una parodia de legalidad. Sigue con un juicio político express en Paraguay sin pruebas contra el presidente y violando su derecho de defensa y culmina en Brasil con un proceso tan legal como ilegítimo y carente de fundamentos jurídicos.

La secuencia, además, arranca en la periferia de la región, donde Estados Unidos continúa siendo la fuerza hegemónica, y llega hasta el corazón mismo de Sudamérica y principal potencia regional, que es Brasil, pasando como escala intermedia por un país sudamericano y socio del Mercosur como Paraguay, parte del grupo de países sudamericanos que formó un bloque relativamente autónomo en la década pasada y empezó a aplicar mecanismos propios para resolver sus conflictos.

A principios de la década pasada, las nuevas instituciones regionales como Mercosur y especialmente Unasur habían servido para evitar la interrupción de regímenes democráticos en Ecuador y Bolivia, y resolver conflictos bilaterales como Colombia-Venezuela, Colombia-Ecuador o Bolivia-Chile, desacuerdos todos ellos que en tiempos de guerra fría habrían tenido a Estados Unidos como protagonista principal y árbitro eventual.

Pero la distracción de Washington con las guerras en Medio Oriente, y la aparición de China como principal socio comercial, junto a la coincidencia de un grupo de gobernantes carismáticos de similar signo político, comprometidos con la integración regional, consiguió romper la hegemonía del Consenso de Washington a nivel sudamericano.

Mientras en México, Centroamérica y el Caribe, a pesar de puentes tendidos a través de organismos que excluyen a Estados Unidos y Canadá como la Celac, por su nivel de integración con la potencia del norte tanto a nivel de tratados de libre comercio como en temas migratorios y de remesas, la dependencia sigue siendo casi absoluta, lo cual impide su participación en otros proyectos de integración. Este límite se vio en el golpe de Honduras.

Zelaya fue sacado de su cama en pijamas por una patota del comandante del estado mayor, Romeo Vázquez. Lo llevaron a una base militar estadounidense, lo subieron a otro avión y lo echaron del país. A la mañana siguiente, en una sesión legislativa asumió un títere civil del comandante, el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, y los militares decretaron el estado de sitio y una serie de medidas de control social de corte autoritario. Según cables del Departamento de Estado estadounidenses revelados por Wikileaks, Estados Unidos no apoyó el golpe y hasta intentó de disuadir a sus autores, aunque Zelaya no era de su agrado. De hecho, Estados Unidos acompañó al resto de los países de la OEA en su condena al día siguiente de que ocurrió. Pero apenas horas después Estados Unidos, a contramano de Latinoamérica, empezó a apoyar la transición del gobierno golpista hacia unas rápidas elecciones, aprovechando que Zelaya estaba en el final de su mandato. Mientras tanto, envalentonados por sus éxitos en Sudamérica, Brasil y Argentina apostaron fuerte al regreso de Zelaya, con Cristina Kirchner acompañando al presidente legítimo en un fallido intento de regreso y Lula dándole asilo en la embajada brasileña de Tegucigalpa una vez que el regreso no pudo concretarse. Con su apoyo a la transición del gobierno golpista, Estados Unidos marcó un límite a la expansión del bloque sudamericano sin romper sus políticas de Estado de no invadir más después del desembarco los Marines en Panamá en 1989, y de no apoyar más golpes, al menos abiertamente, desde el fallido putch contra Chávez en 2002.

Así llegamos al segundo golpe blando contra un gobierno progresista por parte de una elite financiera y política malacostumbrada a perpetuarse en el poder a como dé lugar. Esta vez le tocó al ex obispo Fernando Lugo, otro personaje que no era del agrado de los Estados Unidos, entre otras cosas, Wikileaks dixit, porque reemplazó una unidad antiterrorista estadounidense dedicada a entrenar tropas de elite paraguayas, por asesores militares de Argentina y Brasil. Lugo no era un político tradicional ni era particularmente hábil a la hora de negociar. Sin apoyos en el Congreso, abandonado por sus socios del Partido Liberal, traicionado por su vice Federico Franco, quedó a la merced de la elite golpista, acostumbrada a décadas ininterrumpidas de gobierno de la mano del general Alfredo Stroessner y su Partido Colorado. La oportunidad llegó tras la conmioción social causada por la llamada masacre de Curuguaty, en la que fallecieron once campesinos y seis policías en una estancia sojera en el este del país. Si bien la violencia venía desde hace tiempo y quizá nadie había hecho más para mediar en el conflicto entre campesinos y terratenientes que el propio Lugo, el Congreso decidió destituirlo por su “responsabilidad política” en el enfrentamiento. El juicio duró menos de 48 horas y Lugo tuvo menos de dos para defenderse. A falta de pruebas reales, fue destituido por el voto de 215 de los 225 congresistas paraguayos después de que la Corte Suprema rechazara un pedido de aplazar el proceso. La destitución fue condenada por la mayoría de los países de la Unasur pero, a diferencia del golpe blando hondureño, una moción de censura en la OEA apenas alcanzó 8 votos a favor y 28 en contra. Unasur mandó a una delegación de cancilleres que al término de su misión emitió un documento crítico, los países bolivarianos del ALBA no reconocieron al gobierno de facto de Franco y el Mercosur suspendió la membresía de Paraguay hasta las elecciones, nueve meses después del golpe, que llevaron al gobierno al colorado Horacio Cartes.

Ahora llegó el golpe en contra de Dilma. Esta vez se respetaron los tiempos y rituales que marca la formalidad, en un proceso parlamentario que fue supervisado in situ por el presidente de la Corte Suprema. Pero nuevamente se trata de una interrupción del régimen democrático para imponer un gobierno de facto de una elite nostálgica de poder, a través de mecanismos constitucionales previstos para sancionar acciones criminales a pesar de que no se acusa a la presidenta de haber cometido crimen alguno, aprovechando el mal humor social por una prolongada recesión y un persistente escándalo de corrupción que involucra a muchos de los pincipales empresarios y dirigentes políticos del país, pero no a Dilma.

Siguiendo con la progresión de condena total en el caso hondureño y condena parcial en el caso paraguayo, esta vez las voces de protesta a nivel regional son más la excepción que la regla, atento al vuelco a la derecha que está dando Sudamérica. A diferencia de lo que pasó en Honduras pero en sintonía con lo que pasó en Paraguay, en el caso brasileño Washington se mantiene cauto, distante y prescindente, como aceptando la nueva realidad geopolítica de su pérdida de hegemonía. Sin embargo, atenta a los múltiples intereses que aún posee en la región, así como a su alianza tradicional con los factores de poder que quedaron del lado de los golpistas o directamente operaron para erosionar las fuerzas democráticas especulando con la posibilidad de recapturar ganancias extraordinarias, la administración de Barack Obama no tardó en reconocer la legalidad de los gobiernos surgidos de estos procesos. No es lo mismo que invadir un país, pero no deja de ser una intervención negativa.

Así quedaron las cosas después del golpe blando en Brasil. A la espera de otros eslabones en esta nueva cadena de intervenciones antidemocráticas, a menos que el joven bloque regional sudamericano genere mecanismos defensivos que le permitan preservar lo que queda en pie y regenerar lo que hace falta en términos de cultura democrática, tanto en los países amenazados por esta nueva tendencia como en aquellos que ya optaron por salidas autoritarias para sus crisis de gobernabilidad.

Publicado en Página 12 jueves 1 de Septiembre del 2016.

Gran cuñado - Por Santiago O´Donnell







A raíz de un informe de la fiscalía nacional especializada en lavado de dinero que identificó como sospechoso a un aporte de campaña del cuñado del presidente Mauricio Macri, el fiscal federal electoral Jorge Di Lello abrió una investigación preliminar para averiguar si esa y otras donaciones a distintos partidos se utilizaron para encubrir otras donaciones no declaradas o en negro en violación de la ley electoral. Según la Procelac, dichas donaciones también podrían haber ocultado maniobras ilegales como la evasión impositiva y el lavado de dinero.
El informe de 28 páginas de la Procuraduría de Criminalidad y Lavado de Activos (Procelac), al que tuvo acceso este diario, fue entregado hace dos semanas a la fiscalía electoral. En el texto, el cuñado del presidente, el empresario textil Daniel Awada, aparece como uno de los seis donantes sospechosos identificados con nombre y apellido.
Después de detallar la situación impositiva de Awada y su participación en distintas empresas, incluyendo su condición de “empleador” en Cheek SA, dueña de la marca de ropa infantil Cheeky, el informe dice lo siguiente: “En los últimos 24 meses habría percibido acreditaciones bancarias que ascendieron a 1.063.200 pesos.”
Por su parte Daniel Awada confirmó que había aportado 2,6 millones de pesos a la campaña Macri-Michetti para el ballotage de las elecciones del 2015, y hasta había exhibido un recibo del partido Cambiemos por ese monto a un periodista de Cronista.com, según consta en una breve crónica en ese sitio de noticias el 3 de mayo de este año.
Fuentes judiciales señalan que precisamente lo que llamó la atención de los investigadores es la magnitud del aporte, el más importante de toda la campaña macrista, en relación a la situación financiera del donante, ya que el monto entre duplica y triplica sus acreditaciones bancarias durante todo un año.
Según una investigación del sitio especializado en análisis de datos y discurso Chequeado.com del 10 de abril de este año, con “los 2,6 millones de pesos que declaró para la campaña previa al ballotage,” Daniel Awada es “el individuo privado que más dinero ha declarado haber aportado a la campaña de Mauricio Macri Presidente”. Esa investigación había detectado que la última campaña Cambiemos habría recibido más de tres millones de pesos en donaciones de gerentes y empleados de empresas contratistas con el gobierno de la ciudad, lo cual, según un fallo de la Cámara Nacional Electoral, equivaldría a un aporte empresarial encubierto, que está prohibido por la ley electoral.
Para la Procelac, la donación de Awada y otras similares deben ser investigadas para “desalentar a aquellos que eventualmente podrían estar facilitando su nombre para que figure un aporte de orígenes no permitidos por la ley de financiamiento a los partidos políticos o incluso hechos ilícitos,” según dice el informe.
Consultado por este diario Awada facilitó copias del comprobante de la transferencia y el recibo de Cambiemos y señaló por escrito lo siguiente: “Mi donación de 2.600.000 pesos, en el marco de la campaña presidencial, fue realizada a través de un banco y cuenta con toda la documentación respaldatoria necesaria, además de estar por debajo del monto máximo estipulado para el aporte de personas físicas”.
Por su parte el vocero de Macri, Iván Pavlovsky, derivó la consulta de este cronista a un amigo personal y estrecho colaborador del presidente con un importante cargo en el partido PRO y un rol clave en la fiscalización de la última campaña. “Awada dirige una empresa con más de 700 empleados, le sobra para hacer la donación que hizo. Yo hubiera querido que aporte más”, dijo la fuente, que pidió no ser nombrada. El asesor presidencial agregó que no le sorprende que el cuñado de Macri haya aportado más que los principales empresarios de la Argentina y aún más que el propio presidente, quien aportó dos millones de pesos y aparece en segundo lugar en la lista de donantes de Cambiemos. “Es normal que te apoye tu familia. Por ejemplo, cuando abrí mi estudio de abogacía mi familia me apoyó. Esta denuncia se va a terminar cuando consulten a Awada y él explique que se trata de fondos propios”, señaló.
La investigación de la Procelac, la fiscalía especial a cargo de Gabriel Perez Barberá y María Laura Roteta, contó con la colaboración de la UIF, la unidad fiscalizadora de delitos financieros que depende del Ministerio de Justicia. Surge de un convenio firmado por el organismo con la Cámara Nacional Electoral en marzo del año pasado, después de que una auditoría del tribunal encontrara irregularidades en los informes que presentaron las alianzas electorales.
Además del aporte de Awada, el informe señaló como aportes sospechosos a la campaña de Cambiemos los realizados por la poderosa empresaria industrial Ivana Karina Román, hija del llamado “zar de las grúas”, y por su pareja Ricardo Jose Mihura Estrada. Con 1.500.000 y 1.481.215, respectivamente, son los principales donantes a la campaña de Macri detrás del cuñado presidencial y del presidente. Mihura Estrada fue candidato en 2012 para representar a los abogados en el Consejo de la Magistratura de la Nación por el Bloque Constitucional, secundado por Victoria Villarruel, presidenta de la ONG Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que fue recibida por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, a pocos días de la asunción de Macri.
El capítulo del informe de la Procelac dedicado al Frente para la Victoria (FpV) incluye como sospechosos a los aportes de campaña de tres empresarios vinculados al dueño de medios, casinos y constructoras, Cristóbal López, que en total donaron 340.000 pesos. Se trata de Ricardo Benedicto, socio de López en Casino Club, que aportó $ 120.000; Héctor José Cruz, socio de López en Estados Unidos, que donó $ 120.000, y Carlos Fabián de Souza, socio de López en el canal de televisión C5N, que puso otros $ 100.000.
Con respecto a Compromiso Federal, del candidato presidencial era Adolfo Rodríguez Saá, la Procelac detectó que doce de los quince donantes privados más generosos de toda la elección hicieron aportes a esa campaña por un total de más de 4,3 millones de pesos.
En su informe, la Procelac le pide al fiscal Di Lello “profundizar la investigación del perfil patrimonial de los aportantes y los informes finales de campaña de los partidos políticos mencionados”. También solicita que la secretaría electoral remita los balances anuales de 2014 y 2015 “de los partidos de orden nacional que comprenden las alianzas mencionadas” o sea Cambiemos, FPV y Compromiso Federal, para analizar y cotejar los perfiles de los aportantes. Además, la Procelac pidió cruzar los datos de los donantes con la base de datos de la ANSES. Con un número sospechoso de donantes jóvenes aportando a la campaña de Cambiemos justo por debajo del límite establecido, se busca averiguar cuántos son empleados públicos en distritos macristas, ya que sus nombres podrían serían usados para encubrir aportes en negro, explicó una fuente.
En el caso específico de Awada, la Procelac informó que el empresario registra el Reporte de Operación Sospechosa o ROS número 39296384 del 24 de enero de 2012, en el cual “una aseguradora informó que no pudo definir el perfil del cliente atento a la imposibilidad de obtener la información y documentación” correspondiente. Además, y solicita que “se realice una amplia certificación de la causa 5583/2013 de la justicia en lo Penal Económico caratulada AWADA, Daniel y otros sobre infracción 22.415”. En esa causa, Awada había sido imputado por contrabando de ropa desde China a través de una falsa triangulación a Paraguay, ya que dos choferes denunciaron a la policía que habían perdido la mercadería en un robo pero luego declararon ante la aduana que la habían dejado en el depósito de Cheeky de Cuyo 3040, Martínez, por orden de un tercero. Sin embargo, según informó el sitio Perfil.com., el 28 febrero, dos meses después de la asunción presidencial de Macri el juez Diego Amarante sobreseyó a Awada “por el beneficio de la duda” a pesar de que los recibos aduaneros y de la AFIP de la ropa en cuestión estaban a nombre de Cheeky.
Awada también se benefició con sobreseimientos recientes en sendas causas por reducción a la servidumbre en los talleres clandestinos que proveían trabajo esclavo para confeccionar la ropa que vende en sus tiendas, tal como denunció en varias oportunidades la fundación La Alameda desde 2006. El primer sobreseimiento provino del entonces juez federal Guillermo Montenegro poco antes de asumir como ministro de seguridad de Macri en la ciudad en diciembre de 2007. Más cerca en el tiempo, en abril del año pasado, la jueza porteña María Fontbona de Pombo sobreseyó a Awada, y otros dueños de marcas de ropa de moda, en una causa similar por “reducción a la servidumbre de costureros bolivianos con documentación irregular”. La jueza falló que no es delito contratar a talleres clandestinos. Según la apelación del fiscal Adrián Madrea, citado en el sitio CosechaRoja.com, el fallo equivale a decir que para Awada “contratar a un taller donde trabajan esclavos para producir ropa de su marca para beneficiarse con ello no es su problema ni está prohibido”. El fallo de la jueza porteña fue confirmado en Cámara.
Tras recibir el informe de la Procelac sobre aportes de campaña sospechosos, fuentes de la fiscalía señalaron que Di Lello abrió una “investigación preliminar” y dispuso una serie de medidas esta semana. Por un lado, pidió al Cuerpo de Auditores Contables de la Cámara Nacional Electoral que remitan a su fiscalía “todos los informes que haya realizado hasta el momento con relación a las campañas electorales de orden nacional celebradas durante el año 2015 respecto de las alianzas Cambiemos, FpV y Compromiso Federal”. Por otra parte, pidió a la Procelac que profundice su investigación para determinar “en qué circunstancias detalladas en la presentación resultan, si bien en forma provisoria, suficientes para iniciar una investigación en el campo electoral”.
El llamativo aporte de campaña del cuñado presidencial quedó así en la mira de la justicia electoral, a la espera de novedades.

Publicado en Página 12 el 29 de agosto del 2016

jueves, 25 de agosto de 2016

Trump, Kahn, la ola y la espuma. Por Santiago O'Donnell

Con un héroe americano NO. Artículo publicado en www. MedioExtremo.com


La ola Trump llegó, rompió y ahora es un mar de espuma. Alcanzó su pico hace un par de semanas en la convención republicana del Cleveland, donde en medio de un circo romano lleno de reaccionarios extremistas que pedían cárcel para Hillary y algo peor para Obama, las pocas autoridades partidarias con estómago suficiente alzaron su brazo y lo ungieron candidato, candidato del pueblo, candidato de todos los laburantes bien nacidos que están hartos de ver cómo el mundo globalizado los pasa por arriba, candidato que entonces peleaba cabeza a cabeza con una rival que, bueno, habrá pensado él, además de ser mujer, ni siquiera calienta a su propio marido.

Todo iba bien hasta que se metió con el soldadito. Habían festejado sus bravuconadas con los mexicanos, habían asentido en silencio cuando propuso prohibir la entrada al país a musulmanes extranjeros, miraron para otro lado cada vez que maltrató a mujeres, discapacitados, gays, pacifistas, periodistas y manifestantes. Lo siguieron mientras arrasaba en las primarias de costa a costa, surfeando el descontento popular post crisis que engendró el movimiento ultraconsdervador Tea Party, basado en el desprecio por el Estado, el establishment político y el propio Partido Republicano.

Parecía que sus votantes se habían vuelto locos, que nada los haría reaccionar, que no les importaba votar a un racista y sexista hombre de negocios entre dudosos y mafiosos, admirador de Putin y Kim Jon-un, figureti de farándulas de Miami, Los Angeles y Nueva York, caricatura gastada del americano prepotente, grandilocuente y grosero, que se lleva el mundo por delante y no se priva de ningún placer.


Pero no, no estaban locos. Los millones de seguidores que generaron la ola en las clases medias urbanas y rurales empobrecidas por el estallido de la burbuja inmobiliaria del 2008 no lo votaron a Trump por sus modales y menos aún por su, digamos, visión de política exterior. Lo eligieron porque aún empobrecidos seguían siendo conservadores y él era el único candidato del partido conservador, del partido religioso, del partido anti aborto, anti matrimonio gay, pro portación de armas, el único candidato de ese espacio que prometía no recortar Medicare (el plan de salud universal para jubilados y pensionados) ni Medicaid, (el plan de salud universal para los pobres), ni mucho menos el presupuesto del VA, el organismo encargado de asistir a los veteranos de guerra. Y era el candidato republicano que más recortes de impuestos proponía, sin importarle demasiado inflar el déficit. Y, además, como el resto de los principales precandidatos republicanos, Trump no quería saber nada con esos tratados internacionales de los demócratas y de los Bush que supuestamente les sacarían los trabajos a los estadounidenses justo cuando la economía iniciaba una frágil recuperación.






A esto Trump le agregaba una lógica del éxito que se retroalimentaba a medida que Trump sorprendía al mundo sumando adeptos, movilizando al extremo a los sectores libertarios que típicamente no participaban de actividades cívicas y políticas en un país donde no es obligatorio votar. “Apoyame porque soy exitoso”, parecía decir Trump en cada gesto, en cada discurso, en cada viaje de helicóptero, en cada edificio que lleva su nombre “Si me sigues también serás exitoso y Estados Unidos será mejor.”

Encima se manejaba con un estilo poco convencional. Si lo acusaban de algo, no importa qué, él doblaba la apuesta. Si le criticaban un insulto, él decía otro peor.

Así, por una u otra razón, se llenó de adeptos y se llenó de votos. ¿Quién puede culparlo por pensar que lo votaban por ser como es, decir lo que piensa y expresar lo que siente, por pensar que lo votarían siempre?

Hasta que llegó la convención Demócrata de Filadelfia, una semana después de Cleveland, y Trump, que ya había pasado por bancarrotas y divorcios escandalosos, se pegó el porrazo de su vida. En su enésima entrevista de campaña con la cadena ABC no tuvo mejor idea que meterse con los padres del Humayun Khan, un capitán del ejército estadounidense muerto en Irak en el 2004 a los 28 años de edad, estrella de bronce al heroísmo, hijo de inmigrantes paquistaníes que habían sido invitados por la campaña de Hillary Clinton a dar un discurso en la convención Demócrata a nombre de su hijo.


En la entrevista, casi como al pasar, Trump ironizó que el que había hablado era el padre del soldado, (vestido de impecable saco y corbata) mientras la mamá, (lucía un velo tradicional paquistaní sobre su cabeza), se había quedado callada, como diciendo que a las mujeres musulmanas no las dejan hablar. “Ella está ahí sin decir nada, como sin saber qué hacer. A lo mejor no la dejan hablar,” deslizó.


Y vaya que le contestó esa mujer que con o sin velo nunca había callado y que ya había dado varias entrevistas a los principales medios del país, cuestión que Trump evidentemente ignoraba. “Donald Trump dijo que no tengo nada que decir. Sí que tengo. Mi hijo, Humayun Khan, un capitán del Ejército, murió en Irak hace 12 años. Amaba a los Estados Unidos,” le espetó desde la página editorial del diario Washington Post.”Donald Trump no sabe lo que es la palabra sacrificio”.








Seguro que Trump había dicho cosas peores y seguro que había recibido respuestas más venenosas. Pero la mamá de Khan tocó un nervio. En un país como Estados Unidos, enraizado en el puritanismo anglosajón, donde cada generación tuvo su guerra y cada guerra es un ritual de pasaje para las nuevas camadas de jóvenes, para millones de estadounidenses de distintas razas, colores y grupos socioeconómicos, hermanados en combate bajo el juramento de que “nadie queda atrás”, faltarle el respeto al familiar de un soldado caído puede provocar un tembladeral. Importantes carreras políticas y públicas se han derrumbado en ese país por incorrecciones políticas similares o aún menores.

Es cierto que Trump ya había dicho barbaridades sin ofender demasiado al puritanismo anglosajón, o al menos sin dañar demasiado su intención de voto. Pero no las había dicho en un momento tan delicado. Trump acababa de ser nombrado candidato de su partido, finalista en una competencia de a dos, frente a un rival confiable y experimentado, con el valor agregado de la novedad de ser mujer. Pero, vamos, él sabe bien que hoy día Hillary Clinton ni siquiera despierta el entusiasmo de sus propios seguidores.

Trump había llegado tan cerca del poder que podía olerlo. Entonces se dio una versión yanqui del famoso teorema de Baglini: “el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder.” Como el dirigente no se hacía cargo, los votantes asumieron la responsabilidad y a partir del incidente con la mamá de Khan empezó la estampida. A los norteamericanos les pasó lo mismo que a los franceses en el 2002 cuando el racista xenófobo Jean Marie Le Pen accedió a un ballotage con Jacques Chirac en medio de un clima de malestar social. Los franceses se asustaron, se movilizaron y terminaron votando en masa por Chirac. (Ahora está la hija de Le Pen compitiendo otra vez con una versión más light y aggiornada del programa del padre, pero esa es otra historia.) Como le había pasado al viejo racista francés, la luz del poder a Trump lo dejó desnudo.

Pierde en todos los grupos demográficos salvo el de los blancos sin título universitario, un segmento cada vez más minoritario al que Trump parece haberle exprimido hasta su último voto. Según las últimas encuestas quedó a cinco puntos de Clinton, lo cual no parece demasiado, pero a esta altura de la carrera, faltando siete semanas para la general, nadie ha remontado semejante ventaja desde que empezaron este tipo de encuestas, allá por los 60.

Entonces se entiende lo de Trump en estos días, cuando pide perdón, después echa por blando al jefe de su campaña, después contrata un par de halcones para volver a mostrarse “auténtico”, es la palabra que usan sus nuevos asesores, con un mensaje misógino sobre la salud mental de Hillary, después pega otro giro y trata de quedar bien con los latinos, (suman el 10 por ciento del electorado y le votan en contra 8 a 2) diciendo que está dispuesto a “suavizar las leyes contra los inmigrantes”, como si fuera posible olvidar que el Trump “autentico” había propuesto echarlos a patadas.

Manotazos de ahogado. Cuando baje la marea sólo quedará una carrera presidencial que en realidad fue una larga campaña de marketing, construida sobre chicanas y golpes bajos por un viejo pirata que se cansó de fundir casinos y empresas de construcción y que debe más de quinientos millones de dólares pero no le importa porque cuanto más debe más lo ayudan los que quieren cobrar. Quedará el recuerdo del paso por las grande ligas de la política de él, Trump, la marca, la estrella fugaz de reality show que supo mezclar como ninguno altas dosis de frivolidad y brutalidad, con sus corbatas chillonas y su peinado ridículo, y que acuñó para la posteridad el triste latiguillo televisivo “¡Estás despedido!”

Como si fuera divertido echar gente de su trabajo. Como si fuera gracioso burlarse de un minusválido imitando su discapacidad. Como si fuera una genialidad reírse de los inmigrantes pobres que vienen a ganarse el pan. O mofarse de la desesperación de los refugiados que perdieron todo. O tratar de estúpidos a los musulmanes que visten diferente. O agredir a mujeres con chanzas machistas. O reírse del dolor y el sacrificio de una madre, la mamá de un soldado valiente que murió peleando por él.

Ironía de ironías para el más rabioso chauvinista que alguna vez estuvo cerca de ser elegido presidente en el país del pato Donald. Su ola de patriotismo berreta chocó con la tumba de un soldado y ahora se diluye en un montón de espuma.